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La CICIG en tres actos

Redacción República
09 de junio, 2014

La historia de la CICIG (Comisión contra la Impunidad en Guatemala) realmente inicia desde la concepción por allá en el 2001 de la creación de una comisión internacional contra la impunidad. En primera instancia se llamó CICIACS (Comisión Internacional de Cuerpos Ilegales y Aparatos Clandestinos de Seguridad) y fue derrotada por un fallo de la Corte de Constitucionalidad en el 2004. En ese entonces hubo voces en contra que se sostuvieron también, cuando la CICIACS fue maquillada y transformada en la CICIG, pero que no lograron el objetivo de frenar esta debido a la venia y apoyo que en su momento le dio el gobierno de la coalición de la Gran Alianza Nacional (GANA) fue creada en diciembre del 2006 para venirse a instalar unos meses después en el 2007. Irónicamente muchos de los que hoy reprueban su accionar después del fallo contra Erwin Sperisen fueron quienes promovieron la misma en aquel entonces y callaron o incluso la aplaudieron durante su mandato en tres actos en el país. 

Primer acto. Carlos Castresana se convirtió en un auténtico show man de la justicia que hacía de cada acción de la CICIG un espectáculo mediático del cual solo las edecanes y música bachata de fondo. Fulminó a propios y extraños con resolver el caso Rosenberg pero violentando el derecho de los hermanos Valdéz Pais de ser escuchados en juicio, dejándolos encerrados como culpables hasta que se demuestre lo contrario. Más que jurídico tuvo un proceder político, el cual fue denunciado por Giselle Rivera quien luego sufrió una persecución por la misma CICIG ahora liderada por el sucesor del show man, el novelista Francisco Dall´Anese. 
Segundo acto. No es escritor de profesión, pero ese fue el objetivo de Dall´Anese en Guatemala, escribir una novela. Eso de investigar aparatos clandestinos y luchar contra la impunidad puede esperar porque la trama de Las huellas de los zopilotes es más importante. Pero para que los patojos no hablen se lanzó con un reporte de “Los Jueces de la Impunidad” que se afectó tanto a justos como pecadores por una investigación fundamentada en rumores, vaya joya. Por si fuera poco y aprovechándose del apoyo de sus enemigos, confabuló una estrategia junto con el MP y la Embajada de EEUU para extraditar al ex presidente Alfonso Portillo, igual como a unos nenotes les cae mal el Pollo Ronco, la acción la justificaron todos hasta que les salió el tiro por la culata con el fallo de la corte del distrito sur de Nueva York. 
Y así llegamos al tercer acto con el comisionado colombiano Iván Velásquez, alguien que tiene la tarea más difícil de todas y es rescatar lo rescatable de la CICIG. El trabajo, que debemos reconocer, que es muy apremiante en mejorar los servicios de investigación del Ministerio Público se encuentra a la sombra del proceder de los casos de más alto impacto. El último de ellos siendo el caso de los asesinatos extrajudiciales llevados a cabo entre otros durante la operación Pavo Real y el ya famoso video realizado por la CICIG en 2012. En su recta final, Velásquez tendrá que hacer una investigación interna sobre el proceder de la Comisión durante su estancia en Guatemala. Mientras tanto a la clase política guatemalteca y sus financistas que les quede claro que el gobierno no es más un cheque en blanco para hacer lo que les venga en gana, ojalá aprendan la lección. 
@robertoantoniow

La CICIG en tres actos

Redacción República
09 de junio, 2014

La historia de la CICIG (Comisión contra la Impunidad en Guatemala) realmente inicia desde la concepción por allá en el 2001 de la creación de una comisión internacional contra la impunidad. En primera instancia se llamó CICIACS (Comisión Internacional de Cuerpos Ilegales y Aparatos Clandestinos de Seguridad) y fue derrotada por un fallo de la Corte de Constitucionalidad en el 2004. En ese entonces hubo voces en contra que se sostuvieron también, cuando la CICIACS fue maquillada y transformada en la CICIG, pero que no lograron el objetivo de frenar esta debido a la venia y apoyo que en su momento le dio el gobierno de la coalición de la Gran Alianza Nacional (GANA) fue creada en diciembre del 2006 para venirse a instalar unos meses después en el 2007. Irónicamente muchos de los que hoy reprueban su accionar después del fallo contra Erwin Sperisen fueron quienes promovieron la misma en aquel entonces y callaron o incluso la aplaudieron durante su mandato en tres actos en el país. 

Primer acto. Carlos Castresana se convirtió en un auténtico show man de la justicia que hacía de cada acción de la CICIG un espectáculo mediático del cual solo las edecanes y música bachata de fondo. Fulminó a propios y extraños con resolver el caso Rosenberg pero violentando el derecho de los hermanos Valdéz Pais de ser escuchados en juicio, dejándolos encerrados como culpables hasta que se demuestre lo contrario. Más que jurídico tuvo un proceder político, el cual fue denunciado por Giselle Rivera quien luego sufrió una persecución por la misma CICIG ahora liderada por el sucesor del show man, el novelista Francisco Dall´Anese. 
Segundo acto. No es escritor de profesión, pero ese fue el objetivo de Dall´Anese en Guatemala, escribir una novela. Eso de investigar aparatos clandestinos y luchar contra la impunidad puede esperar porque la trama de Las huellas de los zopilotes es más importante. Pero para que los patojos no hablen se lanzó con un reporte de “Los Jueces de la Impunidad” que se afectó tanto a justos como pecadores por una investigación fundamentada en rumores, vaya joya. Por si fuera poco y aprovechándose del apoyo de sus enemigos, confabuló una estrategia junto con el MP y la Embajada de EEUU para extraditar al ex presidente Alfonso Portillo, igual como a unos nenotes les cae mal el Pollo Ronco, la acción la justificaron todos hasta que les salió el tiro por la culata con el fallo de la corte del distrito sur de Nueva York. 
Y así llegamos al tercer acto con el comisionado colombiano Iván Velásquez, alguien que tiene la tarea más difícil de todas y es rescatar lo rescatable de la CICIG. El trabajo, que debemos reconocer, que es muy apremiante en mejorar los servicios de investigación del Ministerio Público se encuentra a la sombra del proceder de los casos de más alto impacto. El último de ellos siendo el caso de los asesinatos extrajudiciales llevados a cabo entre otros durante la operación Pavo Real y el ya famoso video realizado por la CICIG en 2012. En su recta final, Velásquez tendrá que hacer una investigación interna sobre el proceder de la Comisión durante su estancia en Guatemala. Mientras tanto a la clase política guatemalteca y sus financistas que les quede claro que el gobierno no es más un cheque en blanco para hacer lo que les venga en gana, ojalá aprendan la lección. 
@robertoantoniow