Política
Política
Empresa
Empresa
Investigación y Análisis
Investigación y Análisis
Internacional
Internacional
Opinión
Opinión
Inmobiliaria
Inmobiliaria
Agenda Empresarial
Agenda Empresarial

¡Que treinta años no es nada!

Redacción
07 de julio, 2014

Fue el 1 de julio de 1984, que se celebraron elecciones para elegir a la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) que nos dio la actual Constitución Política que hoy rige nuestra vida política. Fue con esas elecciones que se cumplió la primera etapa para volver al orden constitucional que con el golpe militar de 23 de marzo de 1982, rompiera el orden constitucional, destituyera al General Romeo Lucas García y derogara la Constitución emitida en el año 1965, para oxigenar el sistema democrático y republicano en Guatemala. 

Fue hace treinta años que en el seno de la Asamblea Nacional Constituyente, integrada por ochenta y ocho representantes se fue gestando la más representativa, democrática, y bien pensada Constitución de la Republica, en la historia de nuestro país. Algunas de las características de la Asamblea Nacional Constituyentes fue su conformación, no hubo ‘aplanadora’ ningún partido de los allí representados tenía notoria mayoría. Había una representación de la ‘izquierda’ guatemalteca representada por el Partido Democracia Cristiana Guatemalteca (DC), y que en honor a la verdad era un centro izquierda muy moderado. 
De ellos destaco en la ANC Roberto Carpio Nicolle, (uno de los presidentes alternos de la Asamblea), Alfonso Cabrera Hidalgo, y Ana Catalina Soberanis Reyes entre otros. También había un centro, definido como centro-centro, representado por el partido Unidad del Centro Nacional (UCN). Un partido nuevo conservador con algún rasgo liberal en lo económico, fundado por el periodista, empresario y político vanguardista Jorge Carpio Nicolle. Este partido tenía muchos y valiosos miembros en la ANC destacando entre ellos Ramiro de Leon Carpio (también presidente alterno de la ANC y primo del fundador Jorge Carpio Nicolle).
Y la ‘Derecha’ representada por la coalición de los partidos Movimiento de Liberación Nacional (MLN) conservador y la Central Autentica Nacionalista (CAN) liberal, con un presidente alterno, Hector Aragon Quiñonez. De esa coalición además de Aragon Quiñonez destacaron personajes como Carlos Molina Mencos (CAN), Edgar Arnoldo Lopez Straub, Miguel Angel Ponciano Castillo y muchos más. Pero había otros partidos minoritarios como el Partido Revolucionario (PR) con Diputados Constituyentes como el entones joven Aquiles Faillace Moran o Rafael Arriaga Martinez. 
De otros partidos como el PID o PUA con conocidos personajes de la época habiendo contribuido todos con aportes para llegar a consensos para hacer una Constitución que fue reflejo de la sociedad guatemalteca y del sentimiento político de este país. Entre ellos recuerdo a Luis Alfonso Lopez, Julio Lowenthal Foncea, Ana Cecilia Mejia de Rodriguez, German Schell Montes, Carlos Armando Soto Gomez, Telesforo Guerra Cahn, Fernando Linares Beltranena, Maario Taracena Diaz Sol, Roberto Juan Cordon Schwank, Alejandro Maldonado Aguirre, Graciela Eunice Lim Schaul, Jose Alfredo Garcia Siekavizza y así muchos más hasta llegar a ochenta y ocho. 
Todos de diferentes partidos y corrientes pero todos sensatos, conocedores de la historia de Guatemala y consientes que permitieron que esa Asamblea Nacional Constituyente al emitir la nueva Constitución incluyera figuras hoy vigentes e indispensables para la vida republicana. Entre los cambios e innovaciones están el Procurador de los Derechos Humanos (PDH), ese representante de Congreso que ha de velar porque el gobierno no abuse de los ciudadanos y al que ahora recurrimos los Chapines al ser abusados en sus derechos constitucionales. La Corte de Constitucional (CC), máxima instancia judicial en el país; los aportes constitucionales a los municipios de toda la República, dándoles independencia para su funcionamiento; un inteligente período presidencial de cinco años (reducido por una impensada modificación constitucional en 1993). 
Y así mucho más que ha permitido que nuestra actual Constitución sea la que más ha pervivido en el tiempo. ¡Qué treinta años no es nada!

¡Que treinta años no es nada!

Redacción
07 de julio, 2014

Fue el 1 de julio de 1984, que se celebraron elecciones para elegir a la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) que nos dio la actual Constitución Política que hoy rige nuestra vida política. Fue con esas elecciones que se cumplió la primera etapa para volver al orden constitucional que con el golpe militar de 23 de marzo de 1982, rompiera el orden constitucional, destituyera al General Romeo Lucas García y derogara la Constitución emitida en el año 1965, para oxigenar el sistema democrático y republicano en Guatemala. 

Fue hace treinta años que en el seno de la Asamblea Nacional Constituyente, integrada por ochenta y ocho representantes se fue gestando la más representativa, democrática, y bien pensada Constitución de la Republica, en la historia de nuestro país. Algunas de las características de la Asamblea Nacional Constituyentes fue su conformación, no hubo ‘aplanadora’ ningún partido de los allí representados tenía notoria mayoría. Había una representación de la ‘izquierda’ guatemalteca representada por el Partido Democracia Cristiana Guatemalteca (DC), y que en honor a la verdad era un centro izquierda muy moderado. 
De ellos destaco en la ANC Roberto Carpio Nicolle, (uno de los presidentes alternos de la Asamblea), Alfonso Cabrera Hidalgo, y Ana Catalina Soberanis Reyes entre otros. También había un centro, definido como centro-centro, representado por el partido Unidad del Centro Nacional (UCN). Un partido nuevo conservador con algún rasgo liberal en lo económico, fundado por el periodista, empresario y político vanguardista Jorge Carpio Nicolle. Este partido tenía muchos y valiosos miembros en la ANC destacando entre ellos Ramiro de Leon Carpio (también presidente alterno de la ANC y primo del fundador Jorge Carpio Nicolle).
Y la ‘Derecha’ representada por la coalición de los partidos Movimiento de Liberación Nacional (MLN) conservador y la Central Autentica Nacionalista (CAN) liberal, con un presidente alterno, Hector Aragon Quiñonez. De esa coalición además de Aragon Quiñonez destacaron personajes como Carlos Molina Mencos (CAN), Edgar Arnoldo Lopez Straub, Miguel Angel Ponciano Castillo y muchos más. Pero había otros partidos minoritarios como el Partido Revolucionario (PR) con Diputados Constituyentes como el entones joven Aquiles Faillace Moran o Rafael Arriaga Martinez. 
De otros partidos como el PID o PUA con conocidos personajes de la época habiendo contribuido todos con aportes para llegar a consensos para hacer una Constitución que fue reflejo de la sociedad guatemalteca y del sentimiento político de este país. Entre ellos recuerdo a Luis Alfonso Lopez, Julio Lowenthal Foncea, Ana Cecilia Mejia de Rodriguez, German Schell Montes, Carlos Armando Soto Gomez, Telesforo Guerra Cahn, Fernando Linares Beltranena, Maario Taracena Diaz Sol, Roberto Juan Cordon Schwank, Alejandro Maldonado Aguirre, Graciela Eunice Lim Schaul, Jose Alfredo Garcia Siekavizza y así muchos más hasta llegar a ochenta y ocho. 
Todos de diferentes partidos y corrientes pero todos sensatos, conocedores de la historia de Guatemala y consientes que permitieron que esa Asamblea Nacional Constituyente al emitir la nueva Constitución incluyera figuras hoy vigentes e indispensables para la vida republicana. Entre los cambios e innovaciones están el Procurador de los Derechos Humanos (PDH), ese representante de Congreso que ha de velar porque el gobierno no abuse de los ciudadanos y al que ahora recurrimos los Chapines al ser abusados en sus derechos constitucionales. La Corte de Constitucional (CC), máxima instancia judicial en el país; los aportes constitucionales a los municipios de toda la República, dándoles independencia para su funcionamiento; un inteligente período presidencial de cinco años (reducido por una impensada modificación constitucional en 1993). 
Y así mucho más que ha permitido que nuestra actual Constitución sea la que más ha pervivido en el tiempo. ¡Qué treinta años no es nada!