Para quienes desconocen o han olvidado, cómo, conque intenciones y a través
de que acciones se gesto el brazo campesino del EGP, la organización terrorista
más sangrienta que asoló nuestro país durante el Enfrentamiento Armado Interno
(EAI), pongo a su disposición la primera de varias entregas, que debelan como
se conformó la estructura terrorista responsable de la reciente masacre de
campesinos indígenas cometida en Los Pajoques, y San José Ocaña, Loma Blanca, San
Juan Sacatepéquez, el viernes 19 recién pasado.

Como antecedente, se debe exponer que durante los primeros
seis meses del año 1976, los campamentos del Frente Guerrillero Ho Chi Min
ubicados en la sierra (tierra fría de Chajul) utilizados por la patrulla Sajic, uno de los dos grupos terroristas
que habían asesinado meses antes al conocido empresario Luis Arenas Barrera,
fueron tomados uno tras otro, por unidades del Ejército de Guatemala, mediante
exitosas operaciones por las cuales, fueron descubiertos sus buzones de
avituallamiento, armas y alimentos. Como secuela, los responsables de los Comités
Clandestinos Locales CCL y de las Fuerzas Irregulares Locales FIL, huyeron
hacia la costa sur, hacia la frontera con México, y otros se entregaron a las
fuerzas de seguridad. La ofensiva amenazó con desmovilizar a sus bases de apoyo
y estructuras clandestinas, por lo que la actividad de estos se redujo
sustancialmente.

El responsable del frente guerrillero
amenazado con la desaparición, (S) Roque cuyo nombre legal era Mario Payeras
Solares, al apreciar la inminente debacle, utilizó las siguientes frases para
describir la crisis que estaban enfrentando: “La posibilidad de las armas había llegado a su límite una vez más, en
espera que otros factores de la guerra
se desarrollaran. Por lo tanto, ¡debíamos
urdir una trama más compleja para enredar al enemigo! “. Por lo que enviamos a nuestras bases de
apoyo las primeras “orientaciones” sobre
la lucha política que debía iniciar la población. Eran ideas
comprimidas en unas cuantas hojas que, tuvieron la virtud de desatar el inmenso
potencial, dormido en las entrañas de la masa popular. Con lentitud, pero
progresivamente, las masas hicieron suyas las orientaciones y dieron principio las protestas y reclamos
organizados.Delegaciones de madres emprendieron el camino hacia la capital,
y denunciaron en los periódicos y ante las organizaciones
populares urbanas la presencia del ejército en su territorio. Entre abril y mayo, (1976) los noticieros se
llenaron de acontecimientos bélicos, las guerrillas de la ciudad hicieron arder
cuatro camiones cargados de café, propiedad de terratenientes con propiedades
en las montañas del norte del Quiché”.

“Unos días antes, las guerrillas de la ciudad
(uno de cuyos cabecillas era (S) Manolo, Gustavo Adolfo Meoño Brenner, quien
actualmente se da baños de pureza manipulando perversamente los archivos de la
Policía Nacional), habían asaltado una
céntrica armería y habían recuperado armas suficientes para 100 hombres y poco
después, caía abatido un alto oficial de inteligencia”. (Coronel Edmundo Elías
Ramírez, asesinado frente a su familia cuando salía de su casa en la colonia Vivibién
de la zona 5, por terroristas disfrazados de zapateros) no había terminado de
divulgarse esta noticia, cuando estaba en el aire la nueva de que grupos de trabajadores en armas,
habían reducido a cenizas, veintidós avionetas de fumigación en la costa sur”.

Òscar Platero.

Ref. “Las Batallas por Guatemala”. Tomo 2.

Continuará……