Con el fin de velar por el cumplimiento del ciclo lectivo, Empresarios por la Educación, junto a Alertos y Mejoremos Guate, diseñaron este proyecto para empoderar a los ciudadanos en el monitoreo de 180 días mínimos de clase, estipulado en la Ley de Educación Nacional. Es importante recordar que el cumplimiento del calendario escolar es un indicador prioritario para asegurar mejoras en el sistema educativo. 180 días supone el mínimo recomendado por expertos para cubrir los contenidos necesarios que garanticen un buen nivel de aprendizaje en los alumnos. Lamentablemente por un sinfín de razones, a las que se abonan marchas y protestas, el calendario escolar sufre una serie de pequeños robos a lo largo del año.
La Plataforma de Monitoreo es una herramienta que nos permite garantizar días de clases efectivos y así incidir para mejorar la educación de nuestro país. Sin embargo, para los miembros del magisterio, esta iniciativa supone una “fiscalización por parte de personas que están fuera de la Ley de Educación Nacional” propuesta por “enemigos de la educación pública”. Me parece que ignoran por completo que esta iniciativa es parte de una auditoría social que cualquier ciudadano tiene derecho a hacer. La participación ciudadana en la auditoría de la cosa pública es un elemento fundamental del funcionamiento de una república democrática como la nuestra.
La auditoria social, fundamentada en un sinfín de leyes como la Constitución Política de la República, tiene por objetivo la debida medición y evaluación del progreso humano. Ésta pretende conocer si los bienes y servicios de la administración pública son un beneficio para la comunidad y si están mejorando la calidad de vida de sus habitantes. Por tanto, una herramienta muy valiosa de la auditoría social es el monitoreo. Es a través del monitoreo que las comunidades u organizaciones sociales realizan un seguimiento a la gestión pública. Ello permite detectar dificultades en la ejecución, para así proponer soluciones alternativas al problema.
Lejos de perjudicar a los guatemaltecos, la Plataforma de Monitoreo permite que los ciudadanos se conviertan en agentes observadores de la educación al tener a su disposición una herramienta invaluable que, no solo los ayuda a adoptar un rol activo en la educación de la niñez, sino que también favorecerá al mejoramiento de todo el sistema. No habría necesidad de monitoreo si los sistemas actuales garantizaran el cumplimiento de días de clase en TODOS los establecimientos educativos. Sin embargo, la evidencia cuantitativa demuestra que este mínimo no se respeta. En 2013, la organización sin fines de lucro, Share Guatemala, realizó una medición del cumplimiento de días de clase en Huehuetenango, Baja Verapaz, Chimaltenango y Quiché. Los resultados indicaron que en promedio únicamente se cumplió con 136 días efectivos de clase en todo el año, 44 días por debajo de lo que la ley manda.
Vigilar el cumplimiento del reglamento de la Ley de Educación Nacional es la primer variable en que podemos incidir como ciudadanos. Esta plataforma traslada las facultades de monitoreo a la ciudadanía para evitar incumplimientos de la ley. Como he mencionado anteriormente, lo que no se mide, no se mejora. Impedir que todo un país avance por disconformidades injustificadas y altamente cuestionables deja mucho en qué pensar, ¿cuál es el miedo a esta auditoría social? ¿por qué tanto rechazo a una iniciativa que nos empodera como ciudadanos? ¿acaso el magisterio ha olvidado para quién realmente trabaja? Sin una buena educación nuestros niños no llegarán a tener las competencias necesarias para enfrentar el futuro, por ende, Guatemala no podrá avanzar como país. Recordemos que estamos trabajando por y para la niñez. Velemos por sus derechos.
Con el fin de velar por el cumplimiento del ciclo lectivo, Empresarios por la Educación, junto a Alertos y Mejoremos Guate, diseñaron este proyecto para empoderar a los ciudadanos en el monitoreo de 180 días mínimos de clase, estipulado en la Ley de Educación Nacional. Es importante recordar que el cumplimiento del calendario escolar es un indicador prioritario para asegurar mejoras en el sistema educativo. 180 días supone el mínimo recomendado por expertos para cubrir los contenidos necesarios que garanticen un buen nivel de aprendizaje en los alumnos. Lamentablemente por un sinfín de razones, a las que se abonan marchas y protestas, el calendario escolar sufre una serie de pequeños robos a lo largo del año.
La Plataforma de Monitoreo es una herramienta que nos permite garantizar días de clases efectivos y así incidir para mejorar la educación de nuestro país. Sin embargo, para los miembros del magisterio, esta iniciativa supone una “fiscalización por parte de personas que están fuera de la Ley de Educación Nacional” propuesta por “enemigos de la educación pública”. Me parece que ignoran por completo que esta iniciativa es parte de una auditoría social que cualquier ciudadano tiene derecho a hacer. La participación ciudadana en la auditoría de la cosa pública es un elemento fundamental del funcionamiento de una república democrática como la nuestra.
La auditoria social, fundamentada en un sinfín de leyes como la Constitución Política de la República, tiene por objetivo la debida medición y evaluación del progreso humano. Ésta pretende conocer si los bienes y servicios de la administración pública son un beneficio para la comunidad y si están mejorando la calidad de vida de sus habitantes. Por tanto, una herramienta muy valiosa de la auditoría social es el monitoreo. Es a través del monitoreo que las comunidades u organizaciones sociales realizan un seguimiento a la gestión pública. Ello permite detectar dificultades en la ejecución, para así proponer soluciones alternativas al problema.
Lejos de perjudicar a los guatemaltecos, la Plataforma de Monitoreo permite que los ciudadanos se conviertan en agentes observadores de la educación al tener a su disposición una herramienta invaluable que, no solo los ayuda a adoptar un rol activo en la educación de la niñez, sino que también favorecerá al mejoramiento de todo el sistema. No habría necesidad de monitoreo si los sistemas actuales garantizaran el cumplimiento de días de clase en TODOS los establecimientos educativos. Sin embargo, la evidencia cuantitativa demuestra que este mínimo no se respeta. En 2013, la organización sin fines de lucro, Share Guatemala, realizó una medición del cumplimiento de días de clase en Huehuetenango, Baja Verapaz, Chimaltenango y Quiché. Los resultados indicaron que en promedio únicamente se cumplió con 136 días efectivos de clase en todo el año, 44 días por debajo de lo que la ley manda.
Vigilar el cumplimiento del reglamento de la Ley de Educación Nacional es la primer variable en que podemos incidir como ciudadanos. Esta plataforma traslada las facultades de monitoreo a la ciudadanía para evitar incumplimientos de la ley. Como he mencionado anteriormente, lo que no se mide, no se mejora. Impedir que todo un país avance por disconformidades injustificadas y altamente cuestionables deja mucho en qué pensar, ¿cuál es el miedo a esta auditoría social? ¿por qué tanto rechazo a una iniciativa que nos empodera como ciudadanos? ¿acaso el magisterio ha olvidado para quién realmente trabaja? Sin una buena educación nuestros niños no llegarán a tener las competencias necesarias para enfrentar el futuro, por ende, Guatemala no podrá avanzar como país. Recordemos que estamos trabajando por y para la niñez. Velemos por sus derechos.