Existen ocasiones en las que hacer una broma a un amigo o conocido no queda mal. Cuando hacemos bromas las hacemos para amenizar el momento, relajar un poco el ambiente y que se mejore la interacción entre las personas. Es más que obvio que los guatemaltecos tenemos la facilidad de hacer chistes por todo y para todo, pero es importante que éstas bromas permanezcan dentro de ciertos límites éticos; pues como dicta el título de hoy: no todas las bromas son divertidas.
Como un claro ejemplo de éstas bromas que nada bueno tienen para dejar, está el descontento que en los últimos meses los funcionarios y administrativos de instituciones como la PNC (Policia Nacional Civil), Bomberos Voluntarios, Bomberos Municipales y Conred han manifestado por las continuas llamadas falsas que se realizan a sus números de teléfono.
Sabemos que éstos rescatistas y defensores que trabajan por el bienestar de los ciudadanos permanecen las 24 horas del día atendiendo a los llamados de auxilio que la población hace. ¿Cuántos de nosotros no hemos tenido una emergencia y hemos sido testigos de la excepcional ayuda que ellos nos brindan? Y si hemos tenido la suerte de no sufrir ningún percance, ¿cuántas experiencias hemos escuchado de personas que tienen vida hoy, gracias a la ayuda de éstos grupos de socorro? Sin duda alguna éste espacio no alcanzaría para relatar cada acto de valentía que ellos realizan.
Aún así, sabiendo del gran beneficio que es tener a éste grupo de personas a nuestra disposición todo el tiempo y sin importar la fecha, existen algunos desconsiderados que se atreven a jugar con ésta bondadosa labor y en el proceso, la entorpecen y la hacen ineficiente.
Hace tres semanas los Bomberos Municipales comunicaron que casi el 90% de las llamadas que reciben son falsas emergencias, la PNC por su lado demostró que recibe por lo menos 500 mil llamadas falsas por mes y Conred recibe 10 llamadas ficticias al día. Las consecuencias de éstas llamadas mentirosas son los minutos perdidos, que provocan una interminable espera a las verdaderas víctimas que están en busca de socorro.
A pesar de esto, todas las instituciones están de acuerdo en que los números de teléfono que realizan constantemente éstas falsas alarmas no deben ser bloqueados, puesto que algún día los protagonistas de las mismas podrían llegar a necesitar verdaderamente de ayuda y no tendrían la oportunidad de ser atendidos; lo que proponen es que éstos números sean identificados para darles un seguimiento que permita la penalización por éstas acciones. Fíjese nada más que buenos son, ni siquiera quieren negar la ayuda a las personas que les complican el trabajo.
En conclusión, ya fue informado hoy de las tristes estadísticas de las llamadas falsas que realizan los guatemaltecos a los grupos de rescate. Espero que usted no sea uno de los chistosos que las hace y lo invito a que le cuente a más personas lo que leyó hoy y les hagamos conciencia a todos los ciudadanos de que éstos malos actos tienen repercusiones graves. Recuerde siempre: “No todas las bromas son divertidas. El precio que algunas de ellas cobran, es la vida.”
Existen ocasiones en las que hacer una broma a un amigo o conocido no queda mal. Cuando hacemos bromas las hacemos para amenizar el momento, relajar un poco el ambiente y que se mejore la interacción entre las personas. Es más que obvio que los guatemaltecos tenemos la facilidad de hacer chistes por todo y para todo, pero es importante que éstas bromas permanezcan dentro de ciertos límites éticos; pues como dicta el título de hoy: no todas las bromas son divertidas.
Como un claro ejemplo de éstas bromas que nada bueno tienen para dejar, está el descontento que en los últimos meses los funcionarios y administrativos de instituciones como la PNC (Policia Nacional Civil), Bomberos Voluntarios, Bomberos Municipales y Conred han manifestado por las continuas llamadas falsas que se realizan a sus números de teléfono.
Sabemos que éstos rescatistas y defensores que trabajan por el bienestar de los ciudadanos permanecen las 24 horas del día atendiendo a los llamados de auxilio que la población hace. ¿Cuántos de nosotros no hemos tenido una emergencia y hemos sido testigos de la excepcional ayuda que ellos nos brindan? Y si hemos tenido la suerte de no sufrir ningún percance, ¿cuántas experiencias hemos escuchado de personas que tienen vida hoy, gracias a la ayuda de éstos grupos de socorro? Sin duda alguna éste espacio no alcanzaría para relatar cada acto de valentía que ellos realizan.
Aún así, sabiendo del gran beneficio que es tener a éste grupo de personas a nuestra disposición todo el tiempo y sin importar la fecha, existen algunos desconsiderados que se atreven a jugar con ésta bondadosa labor y en el proceso, la entorpecen y la hacen ineficiente.
Hace tres semanas los Bomberos Municipales comunicaron que casi el 90% de las llamadas que reciben son falsas emergencias, la PNC por su lado demostró que recibe por lo menos 500 mil llamadas falsas por mes y Conred recibe 10 llamadas ficticias al día. Las consecuencias de éstas llamadas mentirosas son los minutos perdidos, que provocan una interminable espera a las verdaderas víctimas que están en busca de socorro.
A pesar de esto, todas las instituciones están de acuerdo en que los números de teléfono que realizan constantemente éstas falsas alarmas no deben ser bloqueados, puesto que algún día los protagonistas de las mismas podrían llegar a necesitar verdaderamente de ayuda y no tendrían la oportunidad de ser atendidos; lo que proponen es que éstos números sean identificados para darles un seguimiento que permita la penalización por éstas acciones. Fíjese nada más que buenos son, ni siquiera quieren negar la ayuda a las personas que les complican el trabajo.
En conclusión, ya fue informado hoy de las tristes estadísticas de las llamadas falsas que realizan los guatemaltecos a los grupos de rescate. Espero que usted no sea uno de los chistosos que las hace y lo invito a que le cuente a más personas lo que leyó hoy y les hagamos conciencia a todos los ciudadanos de que éstos malos actos tienen repercusiones graves. Recuerde siempre: “No todas las bromas son divertidas. El precio que algunas de ellas cobran, es la vida.”