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¿Cómo se atreve alguien proponer más impuestos?

Ramon Parellada
02 de octubre, 2015

Parece increíble pero es cierto.        Un diputado del partido Líder, Libertad Democrática Renovada, Álvaro Trujillo, ha tenido el descaro de proponer que se restituya el impuesto de Q.5.00 por saco de cemento. Hay que ser caradura o cuerudo como decimos aquí.

No sólo es un impuesto específico que encarece los materiales de construcción tanto para la vivienda como para la infraestructura como carreteras, puentes y no digamos grandes proyectos como hidroeléctricas, puertos, fábricas y muchas otras cosas que los guatemaltecos necesitamos para vivir, sino que además lo hace en un momento en que se ha perdido la confianza en el gobierno empezando por los diputados y las autoridades encargadas de cobrar impuestos.

El gobierno no debe buscar mejorar su situación financiera imponiendo más impuestos o subiendo tasas. Más bien debe recortar gastos y demostrar que con lo que tiene y con lo que se habían robado debido a la corrupción sobrarán esos ingresos tributarios para cumplir con su función básica de Justicia y Seguridad.

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Espero que no venga otro brillante diputado con este tipo de proposiciones porque están totalmente fuera de lugar. No es con más impuesto que mejorará el país. Es con mayor crecimiento económico.   La relación que existe entre el crecimiento económico y el crecimiento económico y la de ingresos tributarios es más importante y relevante que la de añadir impuestos y complejidad a nuestro sistema impositivo.

Mientras más simple y neutro sea nuestro sistema tributario más fácil de cobrar, pagar y administrar será y más difícil evadirlo y eludirlo. Mientras menos impuestos y menos rango de tasas impositivas así como menores tasas tengamos más simplicidad tendremos.   De esta manera también lograremos algo muy importante que es disminuir el costo de tener gobierno.

Si logramos que la economía del país crezca al doble, es decir, 8% en vez del 4% actual en términos reales, entonces lograremos mucho más que cualquier paquetazo fiscal. ¿Por qué? Porque simplificando y disminuyendo la cantidad de impuestos y las tasas impositivas abarataremos el costo de vida. Esto hará que el país se reactive siempre y cuando esos ingresos tributarios vayan a reforzar el sistema de Justicia y de Seguridad como prioridad y se eliminen todas aquellas actividades que desvían recursos, crean rentas artificiales, son ineficientes, no prioritarias y causan corrupción.

La economía no es estática sino dinámica. Quienes creen que imponer más impuestos significa lograr mayores ingresos tributarios se equivocan porque consideran la misma como estática.   El imponer nuevos impuestos implica encarecer la actividad económica por lo que ésta disminuirá y al final podrían recaudarse mucho menos. Frédéric Bastiat en su famoso ensayo de “lo que se ve y lo que no se ve” nos recuerda que hay cosas que no vemos y que no debemos ignorar. No vemos esa actividad que se desincentiva debido a la nueva carga fiscal y los nuevos controles. No vemos esa pérdida de oportunidades nuevas, esas inversiones que ya no vienen al país, esos empleos que no se generarán, esa riqueza que ya no se creará. Vemos únicamente esas hojas del Ministerio de Finanzas, estáticas, en las que si aumentamos la carga fiscal en 1 % entonces esperamos que los Ingresos totales aumenten también en 1% como si esa acción fuera neutra.   ¡Qué gran ignorancia!

Esperemos que los diputados actuales no terminen de arruinar al país y que el nuevo gobierno pueda, con serenidad y análisis concienzudo, tomar las mejores decisiones para lograr una reactivación económica como la tuvieron los tigres asiáticos en su momento. Con mayor libertad, un sistema tributario simple y con bajas tasas impositivas. Con un verdadero estado de derecho, un reforzamiento del sistema de justicia y un mejoramiento sin precedentes en la seguridad.

¿Cómo se atreve alguien proponer más impuestos?

Ramon Parellada
02 de octubre, 2015

Parece increíble pero es cierto.        Un diputado del partido Líder, Libertad Democrática Renovada, Álvaro Trujillo, ha tenido el descaro de proponer que se restituya el impuesto de Q.5.00 por saco de cemento. Hay que ser caradura o cuerudo como decimos aquí.

No sólo es un impuesto específico que encarece los materiales de construcción tanto para la vivienda como para la infraestructura como carreteras, puentes y no digamos grandes proyectos como hidroeléctricas, puertos, fábricas y muchas otras cosas que los guatemaltecos necesitamos para vivir, sino que además lo hace en un momento en que se ha perdido la confianza en el gobierno empezando por los diputados y las autoridades encargadas de cobrar impuestos.

El gobierno no debe buscar mejorar su situación financiera imponiendo más impuestos o subiendo tasas. Más bien debe recortar gastos y demostrar que con lo que tiene y con lo que se habían robado debido a la corrupción sobrarán esos ingresos tributarios para cumplir con su función básica de Justicia y Seguridad.

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Espero que no venga otro brillante diputado con este tipo de proposiciones porque están totalmente fuera de lugar. No es con más impuesto que mejorará el país. Es con mayor crecimiento económico.   La relación que existe entre el crecimiento económico y el crecimiento económico y la de ingresos tributarios es más importante y relevante que la de añadir impuestos y complejidad a nuestro sistema impositivo.

Mientras más simple y neutro sea nuestro sistema tributario más fácil de cobrar, pagar y administrar será y más difícil evadirlo y eludirlo. Mientras menos impuestos y menos rango de tasas impositivas así como menores tasas tengamos más simplicidad tendremos.   De esta manera también lograremos algo muy importante que es disminuir el costo de tener gobierno.

Si logramos que la economía del país crezca al doble, es decir, 8% en vez del 4% actual en términos reales, entonces lograremos mucho más que cualquier paquetazo fiscal. ¿Por qué? Porque simplificando y disminuyendo la cantidad de impuestos y las tasas impositivas abarataremos el costo de vida. Esto hará que el país se reactive siempre y cuando esos ingresos tributarios vayan a reforzar el sistema de Justicia y de Seguridad como prioridad y se eliminen todas aquellas actividades que desvían recursos, crean rentas artificiales, son ineficientes, no prioritarias y causan corrupción.

La economía no es estática sino dinámica. Quienes creen que imponer más impuestos significa lograr mayores ingresos tributarios se equivocan porque consideran la misma como estática.   El imponer nuevos impuestos implica encarecer la actividad económica por lo que ésta disminuirá y al final podrían recaudarse mucho menos. Frédéric Bastiat en su famoso ensayo de “lo que se ve y lo que no se ve” nos recuerda que hay cosas que no vemos y que no debemos ignorar. No vemos esa actividad que se desincentiva debido a la nueva carga fiscal y los nuevos controles. No vemos esa pérdida de oportunidades nuevas, esas inversiones que ya no vienen al país, esos empleos que no se generarán, esa riqueza que ya no se creará. Vemos únicamente esas hojas del Ministerio de Finanzas, estáticas, en las que si aumentamos la carga fiscal en 1 % entonces esperamos que los Ingresos totales aumenten también en 1% como si esa acción fuera neutra.   ¡Qué gran ignorancia!

Esperemos que los diputados actuales no terminen de arruinar al país y que el nuevo gobierno pueda, con serenidad y análisis concienzudo, tomar las mejores decisiones para lograr una reactivación económica como la tuvieron los tigres asiáticos en su momento. Con mayor libertad, un sistema tributario simple y con bajas tasas impositivas. Con un verdadero estado de derecho, un reforzamiento del sistema de justicia y un mejoramiento sin precedentes en la seguridad.