Terminó la fiesta. A trabajar. Ahora que ya sabemos quién es el nuevo presidente, el vicepresidente y cómo estará compuesto el siguiente Congreso de la República se debe comenzar a trabajar. Pero no hay que inventar nada nuevo, nada de proyectos e ideas nuevas que implican más gasto. Al contrario, el primer trabajo es de los más difíciles que uno pueda tener y se llama “Austeridad”.
Austeridad es apretarse el cinturón, gastar menos, no gastar todo aquello que aunque esté aprobado no hace falta. Si el presidente da el ejemplo como él ha dicho comenzará con buen pie. Austeridad puede implicar recortar todos esos puestos de trabajo que en realidad no son necesarios para el trabajo que se tiene que hacer. Significa que si alguien se va no se le sustituya y se revise el trabajo que hacía para reestructurarlo entre los que quedan eliminando todas esas cosas que no son necesarias hacer. Significa eliminar esos almuerzos innecesarios y cuando sean necesarios ponerle techo a lo que se va a gastar en el mismo. Un almuerzo suena poca cosa pero si sumamos todos los almuerzo sesión que hay en el gobierno cada día veremos que hay mucho por donde recortar.
Quienes más saben de austeridad son los ciudadanos de a país a quienes sus ingresos ya no les alcanza y no pueden endeudarse por lo que ellos mismos son los primeros en apretarse el cinturón. Si a gente se aprieta el cinturón espera también que lo haga el gobierno.
Hace unos años un presidente de Guatemala dio un ejemplo de austeridad. En vez de viajar en clase ejecutiva lo hizo en económica y sin grandes delegaciones. Esto se publicó y fue muy positivo. El ejemplo arrastra, puede más que mil palabras y reglamentos. Crea confianza. Hay mil formas de apretarse el cinturón. Se pueden reducir gastos en todo. Esto sólo era un ejemplo de lo mucho que puede significar para los demás estos actos de austeridad.
Cuando el gobierno se reduce en tamaño, se aprieta el cinturón y reduce las regulaciones y la injerencia en la vida privada de las personas los ciudadanos ganan. La economía entonces toma impulso y crece porque se genera un ambiente propicio para que vengan más inversiones de capital que a la larga es lo único que genera mayor crecimiento económico.
Cuando una entidad gubernamental está sobredimensionada, con más personal del que necesita, con plazas fantasmas, con mayor gasto del requerido, entonces se genera la tan temida corrupción que se prolifera y se mete en todos lados. Se pierde el control.
El Congreso está revisando el proyecto de presupuesto para el próximo año Considero que hay bastante por donde recortar. Creo que con apretarse el cinturón se podrá reducir aún más del recorte de seis mil millones de quetzales para el próximo año. No deben asustarnos quienes piensan que reducir este presupuesto puede causar problemas al gobierno. Los problemas ya existen pero precisamente por tener presupuestos con gastos excesivos y con ingresos sobreestimados además de una deuda creciente que nos va asfixiando cada día más.
Esperemos que se apruebe un presupuesto sensato, reducido en gastos y con menor deuda de la sugerida en el proyecto. Que se apruebe un presupuesto austero.
Terminó la fiesta. A trabajar. Ahora que ya sabemos quién es el nuevo presidente, el vicepresidente y cómo estará compuesto el siguiente Congreso de la República se debe comenzar a trabajar. Pero no hay que inventar nada nuevo, nada de proyectos e ideas nuevas que implican más gasto. Al contrario, el primer trabajo es de los más difíciles que uno pueda tener y se llama “Austeridad”.
Austeridad es apretarse el cinturón, gastar menos, no gastar todo aquello que aunque esté aprobado no hace falta. Si el presidente da el ejemplo como él ha dicho comenzará con buen pie. Austeridad puede implicar recortar todos esos puestos de trabajo que en realidad no son necesarios para el trabajo que se tiene que hacer. Significa que si alguien se va no se le sustituya y se revise el trabajo que hacía para reestructurarlo entre los que quedan eliminando todas esas cosas que no son necesarias hacer. Significa eliminar esos almuerzos innecesarios y cuando sean necesarios ponerle techo a lo que se va a gastar en el mismo. Un almuerzo suena poca cosa pero si sumamos todos los almuerzo sesión que hay en el gobierno cada día veremos que hay mucho por donde recortar.
Quienes más saben de austeridad son los ciudadanos de a país a quienes sus ingresos ya no les alcanza y no pueden endeudarse por lo que ellos mismos son los primeros en apretarse el cinturón. Si a gente se aprieta el cinturón espera también que lo haga el gobierno.
Hace unos años un presidente de Guatemala dio un ejemplo de austeridad. En vez de viajar en clase ejecutiva lo hizo en económica y sin grandes delegaciones. Esto se publicó y fue muy positivo. El ejemplo arrastra, puede más que mil palabras y reglamentos. Crea confianza. Hay mil formas de apretarse el cinturón. Se pueden reducir gastos en todo. Esto sólo era un ejemplo de lo mucho que puede significar para los demás estos actos de austeridad.
Cuando el gobierno se reduce en tamaño, se aprieta el cinturón y reduce las regulaciones y la injerencia en la vida privada de las personas los ciudadanos ganan. La economía entonces toma impulso y crece porque se genera un ambiente propicio para que vengan más inversiones de capital que a la larga es lo único que genera mayor crecimiento económico.
Cuando una entidad gubernamental está sobredimensionada, con más personal del que necesita, con plazas fantasmas, con mayor gasto del requerido, entonces se genera la tan temida corrupción que se prolifera y se mete en todos lados. Se pierde el control.
El Congreso está revisando el proyecto de presupuesto para el próximo año Considero que hay bastante por donde recortar. Creo que con apretarse el cinturón se podrá reducir aún más del recorte de seis mil millones de quetzales para el próximo año. No deben asustarnos quienes piensan que reducir este presupuesto puede causar problemas al gobierno. Los problemas ya existen pero precisamente por tener presupuestos con gastos excesivos y con ingresos sobreestimados además de una deuda creciente que nos va asfixiando cada día más.
Esperemos que se apruebe un presupuesto sensato, reducido en gastos y con menor deuda de la sugerida en el proyecto. Que se apruebe un presupuesto austero.