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¿Con cuál Guatemala soñamos?

Ramon Parellada
09 de octubre, 2015

A dos semanas de la segunda vuelta de las elecciones para escoger presidente y así el futuro de nuestro país considero importante que meditemos bien cuál Guatemala es la que queremos.  Una próspera que permita crear valor y oportunidades para todos los guatemaltecos sin excepción o una en la que sigamos creciendo a base de inercia pero sin terminar de crear todas esas oportunidades que tanta falta nos hacen.

Yo sueño con la primera, la que permita que podamos crecer a un ritmo de dos dígitos y genere oportunidades de mejora de nivel de vida para todos, especialmente para los más pobres. Sueño con una Guatemala que atraiga inmigrantes y no que los exporte. Sueño con una Guatemala en la que nuestros hijos puedan gozar de un nivel de vida mucho mayor que el que nosotros hemos tenido, en el que las oportunidades toquen a nuestra puerta de tantas que hay y no que tengamos que ir a buscarlas sin éxito porque son demasiado escasas.  Sueño con una Guatemala en la que los homicidios y la delincuencia en general disminuya a los niveles de los países desarrollados de Europa, por ejemplo. Sueño con que tengamos un verdadero Estado de derecho en el que sintamos confianza de nuestras autoridades y nuestras pertenencias y demás derechos fundamentales como el de la vida y la libertad. Esa Guatemala en la que todos puedan alcanzar sus sueños si se lo proponen y se arriesgan a tomar las oportunidades que se les presenten.

La Guatemala que no deseo es la que hemos tenido hasta ahora Una Guatemala en la que impedimos y ahuyentamos las oportunidades ignorando que éstas se crean y atraen, que una vez que se dan hay que trabajar duro para aprovecharlas. No quiero esa Guatemala en la que el Estado cree que debe meterse en la vida de sus ciudadanos regulándolos para controlarlos cada vez más y volviéndose paternalista para supuestamente apoyar a los menos afortunados. No, esa Guatemala es una mentira, es una gran estafa y es lo que hemos tenido durante los últimos gobiernos.

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La Guatemala conque sueño hay que construirla desde abajo, desde sus cimientos quitándonos ese velo que no nos deja entender que la riqueza de unos no es consecuencia de la pobreza de otros, que los empresarios y las empresas que dirigen deben competir libremente en el mercado sin privilegios ni protección de ninguna clase, que el inversionista debe poder tener plena confianza que su capital invertido no será expropiado, que las reglas del juego fiscales sean claras, neutras, simples, con carga tributaria baja y sobretodo estable. Que entendamos que la empresa es el resultado de la mayor cooperación entre individuos que puede haber como lo son los que aportan el capital, los que aportan su trabajo y los que descubren nuevas oportunidades.

El sueño de los guatemaltecos debe consistir en tener mayores oportunidades y que podamos aprovecharlas. El gobierno tiene un rol fundamental en la medida en que permita crear las condiciones en las que estas oportunidades se multipliquen. No fomentándolas, no ahuyentándolas. Simplemente cumpliendo con su rol fundamental de administrar la Justicia y la Seguridad evitando meterse en todo aquello que pueda ser proporcionado mejor por los miembros de la sociedad en forma libre y espontánea.

Dos candidatos están en disputa por la presidencia del país. ¿Cuál será el sueño que ellos tienen para nuestra querida Guatemala? ¿Entenderán cómo poder alcanzarlo o esperaremos seguir como hasta ahora, con más de lo mismo? Y Usted, ¿con cuál Guatemala sueña?

¿Con cuál Guatemala soñamos?

Ramon Parellada
09 de octubre, 2015

A dos semanas de la segunda vuelta de las elecciones para escoger presidente y así el futuro de nuestro país considero importante que meditemos bien cuál Guatemala es la que queremos.  Una próspera que permita crear valor y oportunidades para todos los guatemaltecos sin excepción o una en la que sigamos creciendo a base de inercia pero sin terminar de crear todas esas oportunidades que tanta falta nos hacen.

Yo sueño con la primera, la que permita que podamos crecer a un ritmo de dos dígitos y genere oportunidades de mejora de nivel de vida para todos, especialmente para los más pobres. Sueño con una Guatemala que atraiga inmigrantes y no que los exporte. Sueño con una Guatemala en la que nuestros hijos puedan gozar de un nivel de vida mucho mayor que el que nosotros hemos tenido, en el que las oportunidades toquen a nuestra puerta de tantas que hay y no que tengamos que ir a buscarlas sin éxito porque son demasiado escasas.  Sueño con una Guatemala en la que los homicidios y la delincuencia en general disminuya a los niveles de los países desarrollados de Europa, por ejemplo. Sueño con que tengamos un verdadero Estado de derecho en el que sintamos confianza de nuestras autoridades y nuestras pertenencias y demás derechos fundamentales como el de la vida y la libertad. Esa Guatemala en la que todos puedan alcanzar sus sueños si se lo proponen y se arriesgan a tomar las oportunidades que se les presenten.

La Guatemala que no deseo es la que hemos tenido hasta ahora Una Guatemala en la que impedimos y ahuyentamos las oportunidades ignorando que éstas se crean y atraen, que una vez que se dan hay que trabajar duro para aprovecharlas. No quiero esa Guatemala en la que el Estado cree que debe meterse en la vida de sus ciudadanos regulándolos para controlarlos cada vez más y volviéndose paternalista para supuestamente apoyar a los menos afortunados. No, esa Guatemala es una mentira, es una gran estafa y es lo que hemos tenido durante los últimos gobiernos.

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La Guatemala conque sueño hay que construirla desde abajo, desde sus cimientos quitándonos ese velo que no nos deja entender que la riqueza de unos no es consecuencia de la pobreza de otros, que los empresarios y las empresas que dirigen deben competir libremente en el mercado sin privilegios ni protección de ninguna clase, que el inversionista debe poder tener plena confianza que su capital invertido no será expropiado, que las reglas del juego fiscales sean claras, neutras, simples, con carga tributaria baja y sobretodo estable. Que entendamos que la empresa es el resultado de la mayor cooperación entre individuos que puede haber como lo son los que aportan el capital, los que aportan su trabajo y los que descubren nuevas oportunidades.

El sueño de los guatemaltecos debe consistir en tener mayores oportunidades y que podamos aprovecharlas. El gobierno tiene un rol fundamental en la medida en que permita crear las condiciones en las que estas oportunidades se multipliquen. No fomentándolas, no ahuyentándolas. Simplemente cumpliendo con su rol fundamental de administrar la Justicia y la Seguridad evitando meterse en todo aquello que pueda ser proporcionado mejor por los miembros de la sociedad en forma libre y espontánea.

Dos candidatos están en disputa por la presidencia del país. ¿Cuál será el sueño que ellos tienen para nuestra querida Guatemala? ¿Entenderán cómo poder alcanzarlo o esperaremos seguir como hasta ahora, con más de lo mismo? Y Usted, ¿con cuál Guatemala sueña?