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“Corrupción: Rompe la cadena”

Ramon Parellada
10 de diciembre, 2015

No sabía que existía un día internacional contra la corrupción. Resulta que el 9 de diciembre de cada año fue designado como el “Día internacional contra la corrupción” por la Asamblea General de las naciones Unidas el 31 de octubre de 2003.   Me parece muy bien que exista este día para hacer conciencia que la corrupción es una lacra que debemos eliminar de nuestra sociedad.

El tema para este año se titula ¡Rompe la cadena de la corrupción! y con el mismo, se lee una explicación por parte de la ONU (Organización de Naciones Unidas): “La corrupción es un complejo fenómeno social, político y económico, que afecta a todos los países. Por ejemplo, socava las instituciones democráticas al distorsionar los procesos electorales, pervertir el imperio de la ley y crear atolladeros burocráticos, cuya única razón de ser es la de solicitar sobornos. También atrofia los cimientos del desarrollo económico, ya que desalienta la inversión extranjera directa y a las pequeñas empresas nacionales les resulta a menudo imposible superar los «gastos iniciales» requeridos por la corrupción.”

Considero que Guatemala está en guerra contra la corrupción. Es una guerra que no tiene ideología. Las cosas se deben hacer bien y sin pedir sobornos, sin influencia de información privilegiada obtenida por la posición del puesto, sin crear más burocracia, sin favorecer a quienes me convienen, sin causar atrasos en el otorgamiento de licencias y permisos donde son requisitos para alguna actividad, sin mentir, sin robar y sin favorecer políticamente a los suyos.

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Si queremos eliminar la corrupción debemos reestructurar el tamaño del gobierno haciéndolo más pequeño. Mientras más pequeño sea el gobierno y menores las atribuciones entonces menores serán las oportunidades de corrupción y así esta disminuirá. Esto implica menos discrecionalidad en las atribuciones de los funcionarios públicos y también menos poder. Ojalá pudiera decir que se eliminará del todo pero al menos se reducirá.

Los puestos en este gobierno pequeño deben ser ocupados por personas aptas para el mismo, con buena capacidad, en oposición con otros candidatos. Para ello el gobierno puede contratar a algunas de las mejores empresas de Recursos Humanos que pueden determinar objetivamente quiénes son os que tienen mejor aptitud y también actitud para trabajar en el puesto requerido.

Mientras más transparencia se logre en todas las actividades del gobierno y de los funcionarios públicos menor será la corrupción. La transparencia actúa como un disuasivo que evita que el funcionario público efectúe actos de corrupción. Cuando un gobierno oculta información en todo sentido, entonces la corrupción resurge.

Es clave que junto con estas medidas tengamos certeza ante la ley. El mejor ejemplo que se me viene a la mente de certeza ante la ley en Guatemala es el de los cepos. Hoy sabemos que si nos estacionamos en algún lugar prohibido nos ponen cepo. Y no hay excepción. Recuerdo que hasta le pusieron cepo a la misma persona que dirigía el departamento de cepos. El no quiso que se lo quitaran sino que fue a pagar su multa como cualquier ciudadano. Ese ejemplo arrastró a muchos a seguir haciendo bien las cosas, creó certeza ante la ley. Si vemos que al atrapar a un funcionario corrupto se le aplica la ley entonces eso servirá de disuasivo a otros para que no cometan actos de corrupción. Pero si vemos que luego de enterarnos de un acto de corrupción no se aplica la ley entonces la impunidad de este caso hará que la corrupción se generalice inmediatamente.

La corrupción comienza en casa, en el hogar. Si nosotros toleramos actos impropios en nuestra familia entonces ¿qué podemos esperar en un futuro que hagan nuestros hijos? Los hijos aprenden con el ejemplo. Pasarnos de listos colándonos en vez de ir al final de la fila, otorgar un soborno, “ser más listos que otros” y aprovecharnos de una situación aunque no sea ética, y muchas cosas más son actos que nosotros debemos evitar en casa porque si no, ¿con qué cara vamos a criticar a los funcionarios públicos después?

Finalmente considero que debemos denunciar cualquier acto de corrupción. Hemos tenido miedo hasta ahora porque la impunidad era inmensa pero las cosas están cambiando y debemos ser valientes. Denunciar implica comprometernos con la causa contra la corrupción, romper esa cadena. Si no denunciamos no se podrá investigar ni se podrá romper esa cadena de la corrupción. La impunidad está disminuyendo en Guatemala y debemos ayudar a que disminuya aún más. Todavía nos falta estar a niveles internacionales pero podemos lograrlo.

“Corrupción: Rompe la cadena”

Ramon Parellada
10 de diciembre, 2015

No sabía que existía un día internacional contra la corrupción. Resulta que el 9 de diciembre de cada año fue designado como el “Día internacional contra la corrupción” por la Asamblea General de las naciones Unidas el 31 de octubre de 2003.   Me parece muy bien que exista este día para hacer conciencia que la corrupción es una lacra que debemos eliminar de nuestra sociedad.

El tema para este año se titula ¡Rompe la cadena de la corrupción! y con el mismo, se lee una explicación por parte de la ONU (Organización de Naciones Unidas): “La corrupción es un complejo fenómeno social, político y económico, que afecta a todos los países. Por ejemplo, socava las instituciones democráticas al distorsionar los procesos electorales, pervertir el imperio de la ley y crear atolladeros burocráticos, cuya única razón de ser es la de solicitar sobornos. También atrofia los cimientos del desarrollo económico, ya que desalienta la inversión extranjera directa y a las pequeñas empresas nacionales les resulta a menudo imposible superar los «gastos iniciales» requeridos por la corrupción.”

Considero que Guatemala está en guerra contra la corrupción. Es una guerra que no tiene ideología. Las cosas se deben hacer bien y sin pedir sobornos, sin influencia de información privilegiada obtenida por la posición del puesto, sin crear más burocracia, sin favorecer a quienes me convienen, sin causar atrasos en el otorgamiento de licencias y permisos donde son requisitos para alguna actividad, sin mentir, sin robar y sin favorecer políticamente a los suyos.

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Si queremos eliminar la corrupción debemos reestructurar el tamaño del gobierno haciéndolo más pequeño. Mientras más pequeño sea el gobierno y menores las atribuciones entonces menores serán las oportunidades de corrupción y así esta disminuirá. Esto implica menos discrecionalidad en las atribuciones de los funcionarios públicos y también menos poder. Ojalá pudiera decir que se eliminará del todo pero al menos se reducirá.

Los puestos en este gobierno pequeño deben ser ocupados por personas aptas para el mismo, con buena capacidad, en oposición con otros candidatos. Para ello el gobierno puede contratar a algunas de las mejores empresas de Recursos Humanos que pueden determinar objetivamente quiénes son os que tienen mejor aptitud y también actitud para trabajar en el puesto requerido.

Mientras más transparencia se logre en todas las actividades del gobierno y de los funcionarios públicos menor será la corrupción. La transparencia actúa como un disuasivo que evita que el funcionario público efectúe actos de corrupción. Cuando un gobierno oculta información en todo sentido, entonces la corrupción resurge.

Es clave que junto con estas medidas tengamos certeza ante la ley. El mejor ejemplo que se me viene a la mente de certeza ante la ley en Guatemala es el de los cepos. Hoy sabemos que si nos estacionamos en algún lugar prohibido nos ponen cepo. Y no hay excepción. Recuerdo que hasta le pusieron cepo a la misma persona que dirigía el departamento de cepos. El no quiso que se lo quitaran sino que fue a pagar su multa como cualquier ciudadano. Ese ejemplo arrastró a muchos a seguir haciendo bien las cosas, creó certeza ante la ley. Si vemos que al atrapar a un funcionario corrupto se le aplica la ley entonces eso servirá de disuasivo a otros para que no cometan actos de corrupción. Pero si vemos que luego de enterarnos de un acto de corrupción no se aplica la ley entonces la impunidad de este caso hará que la corrupción se generalice inmediatamente.

La corrupción comienza en casa, en el hogar. Si nosotros toleramos actos impropios en nuestra familia entonces ¿qué podemos esperar en un futuro que hagan nuestros hijos? Los hijos aprenden con el ejemplo. Pasarnos de listos colándonos en vez de ir al final de la fila, otorgar un soborno, “ser más listos que otros” y aprovecharnos de una situación aunque no sea ética, y muchas cosas más son actos que nosotros debemos evitar en casa porque si no, ¿con qué cara vamos a criticar a los funcionarios públicos después?

Finalmente considero que debemos denunciar cualquier acto de corrupción. Hemos tenido miedo hasta ahora porque la impunidad era inmensa pero las cosas están cambiando y debemos ser valientes. Denunciar implica comprometernos con la causa contra la corrupción, romper esa cadena. Si no denunciamos no se podrá investigar ni se podrá romper esa cadena de la corrupción. La impunidad está disminuyendo en Guatemala y debemos ayudar a que disminuya aún más. Todavía nos falta estar a niveles internacionales pero podemos lograrlo.