Hay datos que todos damos por buenos. Por ejemplo, que según la Superintendencia de Telecomunicaciones – SIT – en Guatemala hay 1.25 teléfonos celulares por cada habitante. También nos dice la SIT que además de la telefonía móvil, hay 2 millones de líneas telefónicas fijas.
O por ejemplo, que según la Superintendencia de Bancos – SIB – al 31 de octubre de 2015, el sistema bancario nacional tenía en Cuentas de Depósitos de Ahorro de las que pagan menos de 3% anual y que ofrecen premios, o sea que no se incluye en el dato los depósitos a plazo ni otro tipo de instrumentos de inversión, la cantidad de 39 mil millones de quetzales.
Que según el Instituto Guatemalteco de Seguridad de Social – IGSS – hay 1.5 millones de afiliados, de ellos 1.3 pagan y 0.2 reciben los beneficios por invalidez, vejez y sobrevivencia. Que este dato no incluye a todos los trabajadores que trabajan por cuenta propia prestando servicios profesionales, técnicos (mecánicos, carpinteros, electricistas, etc.), incontables dueños de tiendas de barrio, el medio millón de empleados domésticos ni a los dueños de los 60,000 tuk tuks que recorren la provincia, y que el hecho que todos estos no estén afiliados al IGSS no los coloca ni en el desempleo ni ganando menos del salario mínimo.
Finalmente, damos también por bueno el dato del Banco de Guatemala sobre los 6,000 millones de dólares que ingresarán en 2015 por concepto de remesas familiares.
Entonces que está pasando en la Guatemala que tiene 59.3% de su población en pobreza y pobreza extrema? Que tiene 35% de su población en la clase media? Es que hay datos que no cuadran.
El 36% de la población con edad de 14 años o menos no tiene teléfonos celular. Hemos de inferir que el que vive en la indigencia, tampoco.
La clase alta no ahorra utilizando las cuentas bancarias populares con sorteos. Estimamos que el 23.4% de población que vive en pobreza extrema, tampoco.
Los propietarios, directos o accionarios, de empresas y negocios, así como quienes ocupan cargos de niveles gerenciales no son afiliados del IGSS. Pocos de los que están en pobreza lo son.
Las remesas familiares no son recibidas por la clase alta, llegan a pocos de la clase media y dejaremos la duda sobre las que quizás lleguen al que vive en la indigencia.
Tenemos tanta duda que ya no nos cabe la menor duda, como diría Les Luthiers. De lo que tenemos absoluta certeza es de que urge un censo. Es indispensable saber a ciencia cierta, cuantos somos, que edad tenemos, como y de que vivimos, para poder dirigir los destinos de Guatemala.
Hay datos que todos damos por buenos. Por ejemplo, que según la Superintendencia de Telecomunicaciones – SIT – en Guatemala hay 1.25 teléfonos celulares por cada habitante. También nos dice la SIT que además de la telefonía móvil, hay 2 millones de líneas telefónicas fijas.
O por ejemplo, que según la Superintendencia de Bancos – SIB – al 31 de octubre de 2015, el sistema bancario nacional tenía en Cuentas de Depósitos de Ahorro de las que pagan menos de 3% anual y que ofrecen premios, o sea que no se incluye en el dato los depósitos a plazo ni otro tipo de instrumentos de inversión, la cantidad de 39 mil millones de quetzales.
Que según el Instituto Guatemalteco de Seguridad de Social – IGSS – hay 1.5 millones de afiliados, de ellos 1.3 pagan y 0.2 reciben los beneficios por invalidez, vejez y sobrevivencia. Que este dato no incluye a todos los trabajadores que trabajan por cuenta propia prestando servicios profesionales, técnicos (mecánicos, carpinteros, electricistas, etc.), incontables dueños de tiendas de barrio, el medio millón de empleados domésticos ni a los dueños de los 60,000 tuk tuks que recorren la provincia, y que el hecho que todos estos no estén afiliados al IGSS no los coloca ni en el desempleo ni ganando menos del salario mínimo.
Finalmente, damos también por bueno el dato del Banco de Guatemala sobre los 6,000 millones de dólares que ingresarán en 2015 por concepto de remesas familiares.
Entonces que está pasando en la Guatemala que tiene 59.3% de su población en pobreza y pobreza extrema? Que tiene 35% de su población en la clase media? Es que hay datos que no cuadran.
El 36% de la población con edad de 14 años o menos no tiene teléfonos celular. Hemos de inferir que el que vive en la indigencia, tampoco.
La clase alta no ahorra utilizando las cuentas bancarias populares con sorteos. Estimamos que el 23.4% de población que vive en pobreza extrema, tampoco.
Los propietarios, directos o accionarios, de empresas y negocios, así como quienes ocupan cargos de niveles gerenciales no son afiliados del IGSS. Pocos de los que están en pobreza lo son.
Las remesas familiares no son recibidas por la clase alta, llegan a pocos de la clase media y dejaremos la duda sobre las que quizás lleguen al que vive en la indigencia.
Tenemos tanta duda que ya no nos cabe la menor duda, como diría Les Luthiers. De lo que tenemos absoluta certeza es de que urge un censo. Es indispensable saber a ciencia cierta, cuantos somos, que edad tenemos, como y de que vivimos, para poder dirigir los destinos de Guatemala.