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Los Guatemaltecos y el Síndrome de la Zancadilla.

Redacción
10 de febrero, 2015

Por: Oscar David Bonilla Aguirre / [email protected]

Reflexionando. A veces nos preguntamos como es posible que en un país bendito como lo es Guatemala. Con bellezas naturales, diversidad de flora y fauna, ubicación geográfica, fertilidad del suelo, diversidad de su gente, múltiples culturas, por solo mencionar algunas de estas bendiciones; sea un país tan pobre y sin esperanza.

Analizando las causas, podríamos pensar que es un complejo problema social, económico o incluso de identidad. Y tal vez lo sea un poco de cada cosa. Sin embargo, hago un símil de nuestra situación con un principio de Física Fundamental “Movimiento en todas direcciones es movimiento nulo”. Y esta reflexión, me ha dado la pauta de que el principal problema que tenemos los guatemaltecos es una total falta de dirección.

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Lo triste en esté país es ver que encontramos valores que en otras latitudes o culturas han dejado de ser importantes, como el concepto de familia, del cuidado de nuestros ancianos, la relación de los nietos con los abuelos, y sobretodo ese calor humano que se ha perdido en las sociedades más desarrolladas. No obstante, todo deja de ser importante cuando por nuestra búsqueda de la gloria y el éxito individual, estamos más preocupados por meterle zancadilla a nuestro vecino y muchas veces al hermano que tanto decimos querer.

Una de las características de nuestra gente es la de ser muy astutos de manera instintiva. Sin embargo, es increíble ver, y no en pocas ocasiones, la creatividad, el talento, el compromiso, etc. Pero la mayoría de las veces con fines poco nobles y desperdiciados por la falta de dirección o apoyo de los demás.

Que causas pueden atribuirse a esté fenómeno de comportamiento individual de los guatemaltecos, es difícil decirlo, pero se me ocurre pensar que algunas de ellas podrían estar relacionadas con el clima. Qué tiene que ver este elemento con la falta de dirección de los guatemaltecos y que estén más preocupados con meterle zancadilla al vecino, que en trabajar juntos para llegar más lejos y quizás con la mitad del esfuerzo individual. Pues bien, se me ocurre pensar que la mayoría de los países desarrollados estan en latitudes donde los climas son extremos y esto les ha obligado a trabajar en equipo y a desarrollar conceptos como el de “Comunidad” o “Bien común” y donde quienes no lo aprendieron fueron eliminados por la selección natural. Situación que desafortunadamente no se da en nuestras latitudes donde el clima es tan benévolo que casi nadie se muere de hambre o de frío. Como sucede en otras sociedades donde aún hoy dependen de la predicción del clima para saber si pueden ir a trabajar o que tipo de ropa o equipo utilizar.

Guatemaltecos, será que nosotros somos tan creativos, que a punto de zancadilla hemos logrado un nivel de caos tal, que estamos inventando un “Invierno económico” el cual nos dará la posibilidad de morir de hambre o de frío.Y por tanto, darnos la oportunidad de aprender a trabajar en equipo y a pensar en el bien general. No en la satisfacción personal, que dura hasta que a otro guatemalteco se le ocurra lo contrario, y de acuerdo solamente a su beneficio personal.

Me pregunto, no será que solamente por probar algo diferente. Y que todavía no tenemos que hacerlo a fuerza (aunque quizás sí). Pensemos en tener una sola meta como guatemaltecos y sea esta rescatar nuestro país. Y que busquemos todos vivir de una manera más inteligente, en la que la meta como grupo sea la misma, una sola dirección. Que cada quién con nuestras especialidades y talentos individuales, aportemos y no destruyamos. En que todos y cada uno de nosotros compitamos por alcanzar la meta compartida como grupo, con diferentes estilos pero sin cambiar la esencia de esa meta de todos, en donde ataquemos problemas, pero no a las personas.

No podremos soñar y luego construir una Guatemala, en la que ganemos todos y no aquella en la que perdemos todos. En la que todos los hombres sean iguales bajo la ley. En la que no pueda haber hombres con privilegios suficientes para colocarse por encima de esa ley, ni demasiado humildes para tener el derecho de invocarla.

El cambiar a Guatemala, es una tarea de esta generación. Nosotros podemos juzgar a los que hicieron su parte en el pasado, podemos influenciar a los que vengan detrás de nosotros, pero lo que hagamos hoy es solamente nuestra responsabilidad, de nadie más. Y que triste será  oír a nuestros hijos y nietos llorar de frío y hambre. O tal vez verlos morir por la falta del coraje de sus Padres, NOSOTROS.

Finalmente, no sería una mejor medida de nuestra astucia e inteligencia la capacidad de ser felices, en vez de la cantidad veces que le metemos zancadilla a nuestros hermanos, sin pensar que al hacer esto, provocamos que el haga lo mismo y de esta manera no podamos romper está maldición del SINDROME DE LA ZANCADILLA.

Oscar David Bonilla Aguirre

[email protected]

Los Guatemaltecos y el Síndrome de la Zancadilla.

Redacción
10 de febrero, 2015

Por: Oscar David Bonilla Aguirre / [email protected]

Reflexionando. A veces nos preguntamos como es posible que en un país bendito como lo es Guatemala. Con bellezas naturales, diversidad de flora y fauna, ubicación geográfica, fertilidad del suelo, diversidad de su gente, múltiples culturas, por solo mencionar algunas de estas bendiciones; sea un país tan pobre y sin esperanza.

Analizando las causas, podríamos pensar que es un complejo problema social, económico o incluso de identidad. Y tal vez lo sea un poco de cada cosa. Sin embargo, hago un símil de nuestra situación con un principio de Física Fundamental “Movimiento en todas direcciones es movimiento nulo”. Y esta reflexión, me ha dado la pauta de que el principal problema que tenemos los guatemaltecos es una total falta de dirección.

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Lo triste en esté país es ver que encontramos valores que en otras latitudes o culturas han dejado de ser importantes, como el concepto de familia, del cuidado de nuestros ancianos, la relación de los nietos con los abuelos, y sobretodo ese calor humano que se ha perdido en las sociedades más desarrolladas. No obstante, todo deja de ser importante cuando por nuestra búsqueda de la gloria y el éxito individual, estamos más preocupados por meterle zancadilla a nuestro vecino y muchas veces al hermano que tanto decimos querer.

Una de las características de nuestra gente es la de ser muy astutos de manera instintiva. Sin embargo, es increíble ver, y no en pocas ocasiones, la creatividad, el talento, el compromiso, etc. Pero la mayoría de las veces con fines poco nobles y desperdiciados por la falta de dirección o apoyo de los demás.

Que causas pueden atribuirse a esté fenómeno de comportamiento individual de los guatemaltecos, es difícil decirlo, pero se me ocurre pensar que algunas de ellas podrían estar relacionadas con el clima. Qué tiene que ver este elemento con la falta de dirección de los guatemaltecos y que estén más preocupados con meterle zancadilla al vecino, que en trabajar juntos para llegar más lejos y quizás con la mitad del esfuerzo individual. Pues bien, se me ocurre pensar que la mayoría de los países desarrollados estan en latitudes donde los climas son extremos y esto les ha obligado a trabajar en equipo y a desarrollar conceptos como el de “Comunidad” o “Bien común” y donde quienes no lo aprendieron fueron eliminados por la selección natural. Situación que desafortunadamente no se da en nuestras latitudes donde el clima es tan benévolo que casi nadie se muere de hambre o de frío. Como sucede en otras sociedades donde aún hoy dependen de la predicción del clima para saber si pueden ir a trabajar o que tipo de ropa o equipo utilizar.

Guatemaltecos, será que nosotros somos tan creativos, que a punto de zancadilla hemos logrado un nivel de caos tal, que estamos inventando un “Invierno económico” el cual nos dará la posibilidad de morir de hambre o de frío.Y por tanto, darnos la oportunidad de aprender a trabajar en equipo y a pensar en el bien general. No en la satisfacción personal, que dura hasta que a otro guatemalteco se le ocurra lo contrario, y de acuerdo solamente a su beneficio personal.

Me pregunto, no será que solamente por probar algo diferente. Y que todavía no tenemos que hacerlo a fuerza (aunque quizás sí). Pensemos en tener una sola meta como guatemaltecos y sea esta rescatar nuestro país. Y que busquemos todos vivir de una manera más inteligente, en la que la meta como grupo sea la misma, una sola dirección. Que cada quién con nuestras especialidades y talentos individuales, aportemos y no destruyamos. En que todos y cada uno de nosotros compitamos por alcanzar la meta compartida como grupo, con diferentes estilos pero sin cambiar la esencia de esa meta de todos, en donde ataquemos problemas, pero no a las personas.

No podremos soñar y luego construir una Guatemala, en la que ganemos todos y no aquella en la que perdemos todos. En la que todos los hombres sean iguales bajo la ley. En la que no pueda haber hombres con privilegios suficientes para colocarse por encima de esa ley, ni demasiado humildes para tener el derecho de invocarla.

El cambiar a Guatemala, es una tarea de esta generación. Nosotros podemos juzgar a los que hicieron su parte en el pasado, podemos influenciar a los que vengan detrás de nosotros, pero lo que hagamos hoy es solamente nuestra responsabilidad, de nadie más. Y que triste será  oír a nuestros hijos y nietos llorar de frío y hambre. O tal vez verlos morir por la falta del coraje de sus Padres, NOSOTROS.

Finalmente, no sería una mejor medida de nuestra astucia e inteligencia la capacidad de ser felices, en vez de la cantidad veces que le metemos zancadilla a nuestros hermanos, sin pensar que al hacer esto, provocamos que el haga lo mismo y de esta manera no podamos romper está maldición del SINDROME DE LA ZANCADILLA.

Oscar David Bonilla Aguirre

[email protected]