Qué triste es ver a mi país secuestrado por más de tres días, con bloqueos ilegales en todas las carreteras principales. Puedo entender la falta de acción de nuestros policías “confundidos” con su función. Cuando los envían sus jefes, a liberar las carreteras con chalecos que no quitan ni el frio, pero no hacen nada en contra de las balas. ¿Qué paso con aquellos gastos millonarios para adquirir chalecos blindados? Nadie sabe nada, ni se acuerda de esto. Y en última instancia, que pueden hacer estos remedos de autoridad, si los instruyen de que los delincuentes que bloquean, armados de piedras, fusiles y bombas, son los únicos que tienen derechos. Mientras que la gente normal y decente, no tiene derecho a movilizarse, a ganar su sustento, mucho menos a pedir que nuestras “confundidas” autoridades defiendan los derechos constitucionales de todos. Pues, los únicos que valen son los de aquellos que dicen representar a los pobres, indígenas, etc. Mientras tanto, los más pobres, los indígenas, no pudimos ni siquiera llegar a nuestro lugar de trabajo, mucho menos acceder a un hospital en caso de emergencia.
¿Qué nos pasa a los guatemaltecos, qué rendimos honor a un Tecún Uman o a un Pedro de Alvarado, quienes lucharon por su libertad o su anhelos de conquista. ¿Cómo es posible que nadie se oponga a tales vejámenes sin siquiera protestar. Mucho menos a tomar la Ley en nuestras manos para poner en orden a un grupúsculo de ex guerrilleros, quienes manejan a gente de las comunidades, que sin saber porqué, ni que representan, los apoyan hasta el punto de perder la vida, por nada.
¿Dónde quedaron los “arrestos” de todos los que vemos cómo estos personajes dejan a nuestro país en total CAOS. ¿Hasta dónde permitiremos que la falta de testosterona nos gobierne?
¿Dónde están los descendientes de aquellos que conquistaron un continente con sus espadas y caballos? En un número por demás inferior a sus contrincantes nativos. ¿Dónde están los descendientes de quienes con orgullo defendieron su terruño de los invasores extranjeros? Hoy día un grupúsculo nos bloquea la movilización y todos bajamos la cabeza, miramos hacia otro sitio y aceptamos con apatía que anulen nuestros derechos.
¿Acaso la mayoría de los guatemaltecos perdimos el valor de defender lo básico?
Qué triste es ver a mi país secuestrado por más de tres días, con bloqueos ilegales en todas las carreteras principales. Puedo entender la falta de acción de nuestros policías “confundidos” con su función. Cuando los envían sus jefes, a liberar las carreteras con chalecos que no quitan ni el frio, pero no hacen nada en contra de las balas. ¿Qué paso con aquellos gastos millonarios para adquirir chalecos blindados? Nadie sabe nada, ni se acuerda de esto. Y en última instancia, que pueden hacer estos remedos de autoridad, si los instruyen de que los delincuentes que bloquean, armados de piedras, fusiles y bombas, son los únicos que tienen derechos. Mientras que la gente normal y decente, no tiene derecho a movilizarse, a ganar su sustento, mucho menos a pedir que nuestras “confundidas” autoridades defiendan los derechos constitucionales de todos. Pues, los únicos que valen son los de aquellos que dicen representar a los pobres, indígenas, etc. Mientras tanto, los más pobres, los indígenas, no pudimos ni siquiera llegar a nuestro lugar de trabajo, mucho menos acceder a un hospital en caso de emergencia.
¿Qué nos pasa a los guatemaltecos, qué rendimos honor a un Tecún Uman o a un Pedro de Alvarado, quienes lucharon por su libertad o su anhelos de conquista. ¿Cómo es posible que nadie se oponga a tales vejámenes sin siquiera protestar. Mucho menos a tomar la Ley en nuestras manos para poner en orden a un grupúsculo de ex guerrilleros, quienes manejan a gente de las comunidades, que sin saber porqué, ni que representan, los apoyan hasta el punto de perder la vida, por nada.
¿Dónde quedaron los “arrestos” de todos los que vemos cómo estos personajes dejan a nuestro país en total CAOS. ¿Hasta dónde permitiremos que la falta de testosterona nos gobierne?
¿Dónde están los descendientes de aquellos que conquistaron un continente con sus espadas y caballos? En un número por demás inferior a sus contrincantes nativos. ¿Dónde están los descendientes de quienes con orgullo defendieron su terruño de los invasores extranjeros? Hoy día un grupúsculo nos bloquea la movilización y todos bajamos la cabeza, miramos hacia otro sitio y aceptamos con apatía que anulen nuestros derechos.
¿Acaso la mayoría de los guatemaltecos perdimos el valor de defender lo básico?