Con mucha tristeza se observan los años pasar, y aún vemos presentes grandes problemas que existen desde hace décadas y que quisiéramos cambiar definitivamente. Problemas como desnutrición, ausencia de salud, temas de seguridad, recursos naturales, educación de la siguiente generación. Un sin número de retos que las sociedades enfrentan continuamente.
Por qué no pensar en una nueva intersección entre el campo de la economía, la política y el emprendimiento. Una propuesta que busque cambiar la tónica de la discusión alrededor de los problemas típicos. Aquí el reto es buscar soluciones originales y creativas a problemas viejos.
No hay duda que hay personas en el campo de la economía y la política que tienen mucha preparación académica para hacer un análisis técnico de la realidad que nos acosa. Y eso está perfecto, es un conocimiento necesario pero no suficiente para resolver estos problemas.
El mundo está necesitado de soluciones originales (y no por eso superficiales), también en el campo social, económico y político.
Se necesita un acuerdo mínimo de principios que deben ser la base al desarrollar soluciones creativas. No pueden construirse al vacío, sin respetar principios fundamentales de libertad y respeto al individuo. Principios que garanticen que cada individuo tenga asegurada la vida, la integridad y su libertad, que los derechos de propiedad se respeten y que haya un claro marco legal que facilite las relaciones comerciales e inspire confianza a nuevos jugadores en el mercado. Esos principios y otros igualmente básicos pero muy relevantes, deben ser la base.
Se busca acercar a participar en el diseño de soluciones, a personas que estén más lejos de conceptos técnicos de análisis económico o político. Que vean el mundo de otra forma.
El profesional que se desarrolla en el campo económico o con intereses políticos y el emprendedor vienen de mundos muy diferentes. Es más tienen perfiles en algunos aspectos hasta contrarios. Pero si se busca intencionalmente una intersección entre ambos, el economista y/o el político estará dispuesto a escuchar al emprendedor con el propósito de escuchar nuevas propuestas, y el emprendedor necesita entender bien el problema, con la intervención del economista y/o político.
Por qué no buscamos intersección entre ambos grupos, un proceso de encuentro entre la economía, la política y el emprendimiento. En el proceso de diálogo, de análisis, y en el espacio de creación de nuevas propuestas. Nadie tiene que forzarse en ese proceso, sino aprovechar al máximo las grandes fortalezas del otro.
Recuerdo una organización en África, que buscaba una solución para reducir el número de nuevos enfermos contagiados por SIDA. Y cómo fue ese proceso de intersección entre la economía, la política y el emprendimiento. Después de un análisis técnico hecho por el perfil económico y/o político, se dieron cuenta que una de las causas más importantes era desinformación. Los emprendedores, en vez de hacer lo clásico, comunicados de prensa, cadena en la TV publicando estadísticas de la enfermedad, lo enfrentaron desde su perfil emprendedor. Fue así como un grupo de líderes jóvenes sugirieron una iniciativa muy poderosa que consistió en hacer una radionovela. En ella, se creó un vínculo de la población por los diferentes personajes, y vivían de cerca el drama y los sentimientos del personaje que había sido contagiado por SIDA, sus causas y sus consecuencias, sus cuidados. Este grupo de jóvenes llevó a cabo el proyecto, y desde ese momento el crecimiento mensual de nuevas personas contagiadas de SIDA bajó considerablemente, salvando así muchas vidas.
De esa misma forma, cada ser humano es una fuente inagotable de sabiduría e ideas, si creamos el espacio. El beneficio va directo a una sociedad que necesita propuestas frescas.
Promovamos es descubrimiento y diálogo constante, que abra la oportunidad de descubrir nuevas formas de hacer las cosas. Esto que es un proceso natural en el mundo de los negocios, pero no en el mundo del análisis político y económico.
Con mucha tristeza se observan los años pasar, y aún vemos presentes grandes problemas que existen desde hace décadas y que quisiéramos cambiar definitivamente. Problemas como desnutrición, ausencia de salud, temas de seguridad, recursos naturales, educación de la siguiente generación. Un sin número de retos que las sociedades enfrentan continuamente.
Por qué no pensar en una nueva intersección entre el campo de la economía, la política y el emprendimiento. Una propuesta que busque cambiar la tónica de la discusión alrededor de los problemas típicos. Aquí el reto es buscar soluciones originales y creativas a problemas viejos.
No hay duda que hay personas en el campo de la economía y la política que tienen mucha preparación académica para hacer un análisis técnico de la realidad que nos acosa. Y eso está perfecto, es un conocimiento necesario pero no suficiente para resolver estos problemas.
El mundo está necesitado de soluciones originales (y no por eso superficiales), también en el campo social, económico y político.
Se necesita un acuerdo mínimo de principios que deben ser la base al desarrollar soluciones creativas. No pueden construirse al vacío, sin respetar principios fundamentales de libertad y respeto al individuo. Principios que garanticen que cada individuo tenga asegurada la vida, la integridad y su libertad, que los derechos de propiedad se respeten y que haya un claro marco legal que facilite las relaciones comerciales e inspire confianza a nuevos jugadores en el mercado. Esos principios y otros igualmente básicos pero muy relevantes, deben ser la base.
Se busca acercar a participar en el diseño de soluciones, a personas que estén más lejos de conceptos técnicos de análisis económico o político. Que vean el mundo de otra forma.
El profesional que se desarrolla en el campo económico o con intereses políticos y el emprendedor vienen de mundos muy diferentes. Es más tienen perfiles en algunos aspectos hasta contrarios. Pero si se busca intencionalmente una intersección entre ambos, el economista y/o el político estará dispuesto a escuchar al emprendedor con el propósito de escuchar nuevas propuestas, y el emprendedor necesita entender bien el problema, con la intervención del economista y/o político.
Por qué no buscamos intersección entre ambos grupos, un proceso de encuentro entre la economía, la política y el emprendimiento. En el proceso de diálogo, de análisis, y en el espacio de creación de nuevas propuestas. Nadie tiene que forzarse en ese proceso, sino aprovechar al máximo las grandes fortalezas del otro.
Recuerdo una organización en África, que buscaba una solución para reducir el número de nuevos enfermos contagiados por SIDA. Y cómo fue ese proceso de intersección entre la economía, la política y el emprendimiento. Después de un análisis técnico hecho por el perfil económico y/o político, se dieron cuenta que una de las causas más importantes era desinformación. Los emprendedores, en vez de hacer lo clásico, comunicados de prensa, cadena en la TV publicando estadísticas de la enfermedad, lo enfrentaron desde su perfil emprendedor. Fue así como un grupo de líderes jóvenes sugirieron una iniciativa muy poderosa que consistió en hacer una radionovela. En ella, se creó un vínculo de la población por los diferentes personajes, y vivían de cerca el drama y los sentimientos del personaje que había sido contagiado por SIDA, sus causas y sus consecuencias, sus cuidados. Este grupo de jóvenes llevó a cabo el proyecto, y desde ese momento el crecimiento mensual de nuevas personas contagiadas de SIDA bajó considerablemente, salvando así muchas vidas.
De esa misma forma, cada ser humano es una fuente inagotable de sabiduría e ideas, si creamos el espacio. El beneficio va directo a una sociedad que necesita propuestas frescas.
Promovamos es descubrimiento y diálogo constante, que abra la oportunidad de descubrir nuevas formas de hacer las cosas. Esto que es un proceso natural en el mundo de los negocios, pero no en el mundo del análisis político y económico.