Estamos por festejar otro cumpleaños de nuestra amada patria, Guatemala, pero este cumpleaños será sin duda, uno muy especial. En esta oportunidad, debemos celebrar nuestra libertad, soberanía e independencia con gran esperanza de que todo lo que ha acontecido en los últimos tiempos sea el inicio de una nueva era, de una nueva fraternidad, para nuestro amado país.

Quiero y he decidido ver el vaso medio lleno, y con eso, pensar que la situación política, la crisis gubernamental, el desasosiego cesarán pronto y reinará la calma y finalmente, florecerán nuestras instituciones y nuestra democracia. Con esto, no quiero decir que piense que terminarán los problemas, que no existirá mas corrupción, y que todo marchará sobre ruedas.  Simplemente quiero transmitir positivismo, esperanza, y que unidos los buenos somos más. Estoy plenamente consciente que nada se logra por arte de magia y que debemos trabajar duro, con convicción y sólido compromiso con Guatemala.  El objetivo común es sacarla adelante, pero sólo trabajando juntos lograremos semejante empresa

Usted amiga lectora, que desde su hogar pone su granito de arena realizando el que creo sea el trabajo mas delicado del mundo, el de ser madre, puede hacer mucho. Inculque valores a sus hijos, recuerde que tiene el privilegio y la responsabilidad de formar nuevos ciudadanos.  ¡Recuérdese que todo empieza por casa!

Usted amigo empresario, que corre riesgos para hacer prosperar su empresa, que sabe lo que es llegar a fin de mes y pagar las prestaciones de Ley, lo insto a que continúe con ahínco luchando, no desmaye, y que cuide siempre su proceder.  Predique con su buen ejemplo, que eso es contagioso.  Si todos procedemos correctamente, es como una reacción en cadena que llega hasta lo más alto del país.  Usted es el motor de Guatemala, uno de sus mayores capitales es su equipo de trabajo, lo son sus empleados, así sea uno.  Cuídelo, estimule lo positivo, que al final de cuentas, el beneficio no es sólo para el trabajador, sino para la empresa misma.  Recuerdo que mi padre quién tuvo la suya por más de sesenta años, tenía trabajadores con cuarenta de trabajar en ella, los que más, y diez los que menos.  Era estricto, pero jovial, a la vez que sencillo y ordenado.  Su gente lo quería mucho.  Tuvo un par de empleados que le robaron, y fueron los mismos compañeros que los delataron. Le eran muy leales.  Creo que eso es ser un buen patrono, cuidar, cultivar la lealtad en sus empleados, con ética y humanidad.

Usted maestro, catedrático, enseñante, y sacerdote, recuerde que las mentes que está ayudando a formar serán en un futuro quienes gobernarán a Guatemala.  Cultive y transmita lo mejor de usted, para que esos estudiantes salgan del centro educativo o de ese servicio religioso, con substancia en sus cerebros y amor en sus corazones. Tienen, junto con los padres, una labor fundamental para la sociedad, demuestren su amor por Guatemala, su amor por el prójimo, con una vocación educativa o religiosa basada en la buena fe y en el esfuerzo por dar lo mejor de sí mismos. Sólo se requiere que usted tenga la voluntad de hacerlo.

Así que amigo lector, festejemos a nuestra amada Guatemala con corazones llenos de amor y positivismo, en buena fe y con claridad de mente y convicciones. Y sobre todo, honremos a nuestra patria luchando día a día por mantener vigentes nuestra libertad, nuestro derecho a la propiedad privada, y nuestro derecho a la vida. Feliz día de la Independencia, mi amada Guatelinda!!!