“No me siento cómodo diciendo que represento a los guatemaltecos…” fueron las palabras del actor Oscar Isaac, de ascendencia guatemalteca-cubana, quien además ha estado en boca de todos desde sus recientes éxitos en la industria del cine.
Y en Guatemala se habla de él por una razón: Isaac nació aquí, en la tierra de la eterna primavera. Pero el actor no es (o no se siente) guatemalteco. Y tras sus declaraciones, las redes sociales han explotado (sobre todo desde la entrega de los Globos de Oro, en donde ganó por su papel protagónico en la mini serie “Show Me a Hero”) y en los últimos días los comentarios negativos, de “indignación” e incluso “falta de patriotismo” hacia el actor, se han hecho cada vez más comunes por parte de guatemaltecos, quienes piensan que es una barbaridad que un actor exitoso no quiera representar a un país tercermundista que carece de héroes y líderes positivos. Algunos guatemaltecos consideran que Isaac es “nuestro” (así como Belice).
Pero Isaac no es nuestro. Y pienso que está en todo su derecho de no serlo. Considero que nacer en Guatemala no necesariamente te hace guatemalteco. Así como saber inglés no te hace británico, ni comer tacos te hace mexicano, siempre he creído que el hecho de “nacer en un territorio” no te hace pertenecer a ese país.
Ser guatemalteco, para mí, es más que nacer dentro de un determinado espacio. Ser guatemalteco no es tan fácil, y los verdaderos guatemaltecos me apoyarán con esto, porque ser “chapín” va más allá que comer “tortrix” y subirte a una camioneta roja. Va más allá de escuchar marimba y saberte el himno nacional. No solo es comer tamales y fiambre. Es más que ir al estadio a ver perder a la selección (no es pesimismo, es la realidad).
Sonará como un cliché, pero es que hay pocos clichés que son ciertos y este es uno de ellos: ser guatemalteco es amar a tu patria con todas tus fuerzas, con toda tu mente y con todo tu corazón.
Y si Oscar Isaac no ama a Guatemala, pues entonces no solo no es guatemalteco, sino que no merece serlo. Y eso está bien. Oscar Isaac nació en este país, pero creció y vivió toda su vida en Estados Unidos. Isaac verdaderamente ama a Estados Unidos y, por ende, se considera estadounidense. Está en todo su derecho de serlo y considero una estupidez insultarlo, ridiculizarlo y odiarlo por no querer ser un símbolo o héroe para los guatemaltecos (quienes necesitamos uno desesperadamente).
A todos aquellos que andan en busca de un héroe guatemalteco les pregunto ¿por qué no pueden serlo ustedes? ¿qué los aparta de ser un ciudadano más y un guatemalteco ejemplar; un héroe nacional? ¿por qué buscar guatemaltecos donde no los hay? ¿por qué otorgarle tan importante distinción (ser guatemalteco) a una persona que no lo es?
O quizá la verdadera pregunta sea ¿qué ha hecho usted para merecer el honor de ser guatemalteco?
“No me siento cómodo diciendo que represento a los guatemaltecos…” fueron las palabras del actor Oscar Isaac, de ascendencia guatemalteca-cubana, quien además ha estado en boca de todos desde sus recientes éxitos en la industria del cine.
Y en Guatemala se habla de él por una razón: Isaac nació aquí, en la tierra de la eterna primavera. Pero el actor no es (o no se siente) guatemalteco. Y tras sus declaraciones, las redes sociales han explotado (sobre todo desde la entrega de los Globos de Oro, en donde ganó por su papel protagónico en la mini serie “Show Me a Hero”) y en los últimos días los comentarios negativos, de “indignación” e incluso “falta de patriotismo” hacia el actor, se han hecho cada vez más comunes por parte de guatemaltecos, quienes piensan que es una barbaridad que un actor exitoso no quiera representar a un país tercermundista que carece de héroes y líderes positivos. Algunos guatemaltecos consideran que Isaac es “nuestro” (así como Belice).
Pero Isaac no es nuestro. Y pienso que está en todo su derecho de no serlo. Considero que nacer en Guatemala no necesariamente te hace guatemalteco. Así como saber inglés no te hace británico, ni comer tacos te hace mexicano, siempre he creído que el hecho de “nacer en un territorio” no te hace pertenecer a ese país.
Ser guatemalteco, para mí, es más que nacer dentro de un determinado espacio. Ser guatemalteco no es tan fácil, y los verdaderos guatemaltecos me apoyarán con esto, porque ser “chapín” va más allá que comer “tortrix” y subirte a una camioneta roja. Va más allá de escuchar marimba y saberte el himno nacional. No solo es comer tamales y fiambre. Es más que ir al estadio a ver perder a la selección (no es pesimismo, es la realidad).
Sonará como un cliché, pero es que hay pocos clichés que son ciertos y este es uno de ellos: ser guatemalteco es amar a tu patria con todas tus fuerzas, con toda tu mente y con todo tu corazón.
Y si Oscar Isaac no ama a Guatemala, pues entonces no solo no es guatemalteco, sino que no merece serlo. Y eso está bien. Oscar Isaac nació en este país, pero creció y vivió toda su vida en Estados Unidos. Isaac verdaderamente ama a Estados Unidos y, por ende, se considera estadounidense. Está en todo su derecho de serlo y considero una estupidez insultarlo, ridiculizarlo y odiarlo por no querer ser un símbolo o héroe para los guatemaltecos (quienes necesitamos uno desesperadamente).
A todos aquellos que andan en busca de un héroe guatemalteco les pregunto ¿por qué no pueden serlo ustedes? ¿qué los aparta de ser un ciudadano más y un guatemalteco ejemplar; un héroe nacional? ¿por qué buscar guatemaltecos donde no los hay? ¿por qué otorgarle tan importante distinción (ser guatemalteco) a una persona que no lo es?
O quizá la verdadera pregunta sea ¿qué ha hecho usted para merecer el honor de ser guatemalteco?