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Al número 50

Redacción
16 de enero, 2016

¿Alguna vez se imaginó tener el trabajo que acaba de asumir señor Morales? Fue acaso usted de los niños que anhelaban con dirigir nuestra nación sin entender muy bien de qué se trataba. ¿Alguna vez dijo que quería ser presidente cuándo grande? ¿O fue algo que se le ocurrió ya adulto?

Después de más de 24 hora de actos protocolarios para celebrar su llegada a la presidencia de Guatemala, imagino que debe de estar sopesando en todo lo que viene. Sin más preámbulo déjeme decirle que muchos de los guatemaltecos aún no terminan de entender cuándo ocurrió que una de las personas que solían ver cada domingo para entretenerse resultó siendo Presidente. Y prueba de ellos, y de las dudas que rondan en el ambiente, es que este día habrá una marcha. Una que aún no exige la renuncia de nadie, pero si pide compromiso y responsabilidad de su parte y de todo su equipo de Gobierno. Esta marcha es un recordatorio a la democracia, que usted mismo citó para en su primer discurso como Presidente. La nombró joven, fuerte y nada perfecta. Bueno, ayúdenos usted a fortalecerla y llevarla a la excelencia. Sí que no sea en vano decir que usted es el octavo presidente de la era democrática del país. No desperdicie esa oportunidad de oro que el pueblo le regaló, usted tiene en sus manos demostrar que un ciudadano normal puede realizar más cosas a favor de Guatemala gracias al verdadero amor a la patria que el político más experimentado. No se arriesgue a hacer un mal papel y no poder completar sus 4 años de gestión, estamos más atentos que nunca señor Presidente.

¡Haga un buen papel! ¡Pase a la historia! Pero no como el sujeto que sorprendió a todos ganando rotundamente en segunda vuelta y con bajo presupuesto. Marque a nuestro país por ser un buen presidente, como esos de los que escuchamos siempre mencionar a los mayores. Logré que el Presidente número 50 sea histórico, por buenas razones y no que nada más sea un número y una fotografía en una lámina escolar de los Presidentes del país. ¡Sea un buen Presidente!

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Pero sobre todo, sea una buena persona. Espero que recuerde que juro no solo ante la constitución de Guatemala sino ante Dios, que usted va a velar por este lugar. Recuerde todo aquello que ofreció en campaña y los problemas que usted podía observar cuando ser Presidente estaba muy alejado de la realidad. Y por lo que más quiera que no se le olvide de donde viene que usted mismo contó la historia y no sería justo olvidarse de esto precisamente en estos momentos. Señor Presidente, no olvide que el país que ahora tiene a su cargo no se queda callado y le vamos a exigir mucho. Usted comprenderá es que hemos tenido malas experiencias.

Espero que tenga todo el éxito del mundo, que sepa conducir a nuestro país al lugar donde merece estar, donde toda su gente quiere llevarla. Que no nos resulte con alguna mala sorpresa detrás de esa sonrisa tan cordial que usted muestra, o al menos a cámara, siempre que puede. Sea prudente en cada decisión y tolerante con todas las opiniones que se avecinan, no solamente de su gestión, de usted mismo. Paciencia porque a partir del cambio de poder la culpa de todo lo que pase aquí la va a tener usted y nadie más, o al menos eso siempre dice el pueblo. Trabaje y hágalo con amor a esta tierra porque eso es lo que hacen los guatemaltecos de verdad. Demuéstrenos que quiere trabajar hombro con hombro con nosotros. Lamento decirle que no hay beneficio de la duda aquí, solo queremos resultados, eso y nada más.

Que Dios le de mucha sabiduría para dirigir este lugar tan bello que teneos por país.

Al número 50

Redacción
16 de enero, 2016

¿Alguna vez se imaginó tener el trabajo que acaba de asumir señor Morales? Fue acaso usted de los niños que anhelaban con dirigir nuestra nación sin entender muy bien de qué se trataba. ¿Alguna vez dijo que quería ser presidente cuándo grande? ¿O fue algo que se le ocurrió ya adulto?

Después de más de 24 hora de actos protocolarios para celebrar su llegada a la presidencia de Guatemala, imagino que debe de estar sopesando en todo lo que viene. Sin más preámbulo déjeme decirle que muchos de los guatemaltecos aún no terminan de entender cuándo ocurrió que una de las personas que solían ver cada domingo para entretenerse resultó siendo Presidente. Y prueba de ellos, y de las dudas que rondan en el ambiente, es que este día habrá una marcha. Una que aún no exige la renuncia de nadie, pero si pide compromiso y responsabilidad de su parte y de todo su equipo de Gobierno. Esta marcha es un recordatorio a la democracia, que usted mismo citó para en su primer discurso como Presidente. La nombró joven, fuerte y nada perfecta. Bueno, ayúdenos usted a fortalecerla y llevarla a la excelencia. Sí que no sea en vano decir que usted es el octavo presidente de la era democrática del país. No desperdicie esa oportunidad de oro que el pueblo le regaló, usted tiene en sus manos demostrar que un ciudadano normal puede realizar más cosas a favor de Guatemala gracias al verdadero amor a la patria que el político más experimentado. No se arriesgue a hacer un mal papel y no poder completar sus 4 años de gestión, estamos más atentos que nunca señor Presidente.

¡Haga un buen papel! ¡Pase a la historia! Pero no como el sujeto que sorprendió a todos ganando rotundamente en segunda vuelta y con bajo presupuesto. Marque a nuestro país por ser un buen presidente, como esos de los que escuchamos siempre mencionar a los mayores. Logré que el Presidente número 50 sea histórico, por buenas razones y no que nada más sea un número y una fotografía en una lámina escolar de los Presidentes del país. ¡Sea un buen Presidente!

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Pero sobre todo, sea una buena persona. Espero que recuerde que juro no solo ante la constitución de Guatemala sino ante Dios, que usted va a velar por este lugar. Recuerde todo aquello que ofreció en campaña y los problemas que usted podía observar cuando ser Presidente estaba muy alejado de la realidad. Y por lo que más quiera que no se le olvide de donde viene que usted mismo contó la historia y no sería justo olvidarse de esto precisamente en estos momentos. Señor Presidente, no olvide que el país que ahora tiene a su cargo no se queda callado y le vamos a exigir mucho. Usted comprenderá es que hemos tenido malas experiencias.

Espero que tenga todo el éxito del mundo, que sepa conducir a nuestro país al lugar donde merece estar, donde toda su gente quiere llevarla. Que no nos resulte con alguna mala sorpresa detrás de esa sonrisa tan cordial que usted muestra, o al menos a cámara, siempre que puede. Sea prudente en cada decisión y tolerante con todas las opiniones que se avecinan, no solamente de su gestión, de usted mismo. Paciencia porque a partir del cambio de poder la culpa de todo lo que pase aquí la va a tener usted y nadie más, o al menos eso siempre dice el pueblo. Trabaje y hágalo con amor a esta tierra porque eso es lo que hacen los guatemaltecos de verdad. Demuéstrenos que quiere trabajar hombro con hombro con nosotros. Lamento decirle que no hay beneficio de la duda aquí, solo queremos resultados, eso y nada más.

Que Dios le de mucha sabiduría para dirigir este lugar tan bello que teneos por país.