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Estadísticas y Pueblos Indígenas: ENSMI 2014-2015

Redacción
04 de enero, 2016

Negar el racismo y la discriminación étnica contra los pueblos indígenas en Guatemala es, sencillamente, una postura necia y muy particular de ciertos sectores conservadores y guardianes del estatus quo en el país, que juegan a la táctica de que “algunas cosas cambien para que nada cambie”… Quizá, hemos hecho énfasis y nos referimos mucho al racismo interpersonal que se vive día a día en el país y que se manifiesta en el lenguaje y el trato diferenciado hacia el “indio”, pero no es el único. El racismo está tan arraigado en el país que hasta se “premia” con el voto en las urnas para llegar a la Presidencia de la República. Sí, solo así se explica la llegada al poder de una persona que ha hecho de los pueblos indígenas un objeto de chiste, burla y discriminación con personajes cómicos durante casi dos décadas en la televisión. Para consuelo nuestro, no somos los únicos; allá en el Norte, también, se “premia y apoya” políticamente el racismo tal como lo demuestra la insólita subida en las encuestas de la candidatura de Donald Trump por la nominación republicana.

Pero volviendo a Guatemala, hay que decir que existe un tipo de racismo institucional que utiliza la “sutileza” para actuar en detrimento de los derechos colectivos de los pueblos indígenas. Un ejemplo concreto de las tácticas sutiles del racismo lo constituyen las estadísticas oficiales que se publican en nuestro país. A usted apreciado lector, quizá le sorprenda saber que allá por el año 1,921, los datos estadísticos indicaban que el porcentaje de población indígena en Guatemala era del 64.8%; sin embargo, según el último Censo de Población del año 2,002, la población indígena representa tan solo el 41% del total de la población. En este sentido, hay que decir que en alrededor de 80 años, el porcentaje de la población indígena se ha reducido en un 23.8%, según las cifras oficiales.

Desde hace décadas, diversas organizaciones y liderazgos de los pueblos indígenas se han manifestado en contra del “etnocidio estadístico” y, ahora, deben estar alertas ante el levantamiento del próximo Censo de Población que, dicho sea de paso, ya ha sido aplazado durante casi 4 años por razones políticas y presupuestarias.

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No obstante todo lo anterior, hay algunas noticias positivas en la mejora de la visibilización de los pueblos indígenas en algunos estudios estadísticos. Una muestra de ello lo constituye la recién publicada VI Encuesta Nacional de Salud Materno Infantil ENSMI 2014-2015 donde, por primera vez, se publican los datos de autoidentificación étnica de las y los entrevistados. En las anteriores publicaciones de la ENSMI, los datos de la variable de etnicidad que se publicaban, provenían a partir del criterio del encuestador, es decir, que era el encuestador el que definía quien sí y quien no era indígena.

De hecho la ENSMI 2008-2009, tal como lo demostró un estudio de la Universidad de Tulane y el Programa Measure Evaluation, presentaba un enorme sesgo en la captura de la variable de etnicidad ya que el 13% de las mujeres entrevistadas que se autoidentificaron como indígenas, fueron colocadas como “ladinas” por el encuestador; en esa misma medición, un 8% de los hombres que se autoidentificaron como indígenas también fueron colocados como “ladinos” a partir del criterio del encuestador. Lo grave del caso era que las autoridades correspondientes publicaban los datos de etnicidad provenientes del criterio del encuestador lo cual tendía a reducir la proporción de población indígena en esa medición. Lo anterior, no hacía más que alterar y sesgar los demás indicadores y datos provenientes de la ENSMI, lo cual, a su vez, impacta seriamente en la formulación e implementación de políticas públicas integrales de salud materno infantil.

La ENSMI 2014-2015 indica que el porcentaje de mujeres que se autoidentificaron como indígena fue del 46.1%, en tanto que en el caso de los hombres indígenas fue del 45.4%. Si se hubiese continuado solo con la publicación del criterio del encuestador la más reciente ENSMI diría que las mujeres indígenas representaron solo el 39.2% y en el caso de los hombres indígenas el 40.1%. La diferencia es clara y evidente. Por ahora, solo se tiene la publicación del Informe de Indicadores Básicos de la ENSMI 2014-2015, por ello, las organizaciones y el liderazgo indígena bien pueden estar vigilantes y alertas para que la publicación completa de todos los resultados, por parte del MSPAS, de dicha encuesta, incluyan la variable de etnicidad a partir del criterio de autoidentificación.

Lograr que en la ENSMI 2014-2015 se mejore la visibilización de la variable de etnicidad no ha sido cosa fácil. Me consta que el proceso por mejorar esta situación se inició allá a finales del año 2,012 y principios del 2,013. Se hicieron presentaciones en medios de comunicación y con organizaciones indígenas en varios departamentos, evidenciando el sesgo que la anterior ENSMI tenía con relación a la variable de etnicidad. Fue muy oportuno contar con el apoyo del actual Gerente del INE, Lic. Rubén Narciso, para quien, desde este espacio, va un reconocimiento especial y felicitación por su apoyo institucional a la mejora de la visibilización de los pueblos indígenas en diversas encuestas que lleva a cabo el INE. Él es un excelente profesional, rodeado de un gran equipo de profesionales que saben lo que hacen en materia estadística y apoyan el enfoque de pueblos en las estadísticas oficiales.

Por último, es importante mencionar que es necesario hacer un esfuerzo nacional de fortalecimiento de la identidad étnica, para que la población indígena sea visibilizada de forma adecuada en el próximo Censo de Población.

@bequerchocooj

Estadísticas y Pueblos Indígenas: ENSMI 2014-2015

Redacción
04 de enero, 2016

Negar el racismo y la discriminación étnica contra los pueblos indígenas en Guatemala es, sencillamente, una postura necia y muy particular de ciertos sectores conservadores y guardianes del estatus quo en el país, que juegan a la táctica de que “algunas cosas cambien para que nada cambie”… Quizá, hemos hecho énfasis y nos referimos mucho al racismo interpersonal que se vive día a día en el país y que se manifiesta en el lenguaje y el trato diferenciado hacia el “indio”, pero no es el único. El racismo está tan arraigado en el país que hasta se “premia” con el voto en las urnas para llegar a la Presidencia de la República. Sí, solo así se explica la llegada al poder de una persona que ha hecho de los pueblos indígenas un objeto de chiste, burla y discriminación con personajes cómicos durante casi dos décadas en la televisión. Para consuelo nuestro, no somos los únicos; allá en el Norte, también, se “premia y apoya” políticamente el racismo tal como lo demuestra la insólita subida en las encuestas de la candidatura de Donald Trump por la nominación republicana.

Pero volviendo a Guatemala, hay que decir que existe un tipo de racismo institucional que utiliza la “sutileza” para actuar en detrimento de los derechos colectivos de los pueblos indígenas. Un ejemplo concreto de las tácticas sutiles del racismo lo constituyen las estadísticas oficiales que se publican en nuestro país. A usted apreciado lector, quizá le sorprenda saber que allá por el año 1,921, los datos estadísticos indicaban que el porcentaje de población indígena en Guatemala era del 64.8%; sin embargo, según el último Censo de Población del año 2,002, la población indígena representa tan solo el 41% del total de la población. En este sentido, hay que decir que en alrededor de 80 años, el porcentaje de la población indígena se ha reducido en un 23.8%, según las cifras oficiales.

Desde hace décadas, diversas organizaciones y liderazgos de los pueblos indígenas se han manifestado en contra del “etnocidio estadístico” y, ahora, deben estar alertas ante el levantamiento del próximo Censo de Población que, dicho sea de paso, ya ha sido aplazado durante casi 4 años por razones políticas y presupuestarias.

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No obstante todo lo anterior, hay algunas noticias positivas en la mejora de la visibilización de los pueblos indígenas en algunos estudios estadísticos. Una muestra de ello lo constituye la recién publicada VI Encuesta Nacional de Salud Materno Infantil ENSMI 2014-2015 donde, por primera vez, se publican los datos de autoidentificación étnica de las y los entrevistados. En las anteriores publicaciones de la ENSMI, los datos de la variable de etnicidad que se publicaban, provenían a partir del criterio del encuestador, es decir, que era el encuestador el que definía quien sí y quien no era indígena.

De hecho la ENSMI 2008-2009, tal como lo demostró un estudio de la Universidad de Tulane y el Programa Measure Evaluation, presentaba un enorme sesgo en la captura de la variable de etnicidad ya que el 13% de las mujeres entrevistadas que se autoidentificaron como indígenas, fueron colocadas como “ladinas” por el encuestador; en esa misma medición, un 8% de los hombres que se autoidentificaron como indígenas también fueron colocados como “ladinos” a partir del criterio del encuestador. Lo grave del caso era que las autoridades correspondientes publicaban los datos de etnicidad provenientes del criterio del encuestador lo cual tendía a reducir la proporción de población indígena en esa medición. Lo anterior, no hacía más que alterar y sesgar los demás indicadores y datos provenientes de la ENSMI, lo cual, a su vez, impacta seriamente en la formulación e implementación de políticas públicas integrales de salud materno infantil.

La ENSMI 2014-2015 indica que el porcentaje de mujeres que se autoidentificaron como indígena fue del 46.1%, en tanto que en el caso de los hombres indígenas fue del 45.4%. Si se hubiese continuado solo con la publicación del criterio del encuestador la más reciente ENSMI diría que las mujeres indígenas representaron solo el 39.2% y en el caso de los hombres indígenas el 40.1%. La diferencia es clara y evidente. Por ahora, solo se tiene la publicación del Informe de Indicadores Básicos de la ENSMI 2014-2015, por ello, las organizaciones y el liderazgo indígena bien pueden estar vigilantes y alertas para que la publicación completa de todos los resultados, por parte del MSPAS, de dicha encuesta, incluyan la variable de etnicidad a partir del criterio de autoidentificación.

Lograr que en la ENSMI 2014-2015 se mejore la visibilización de la variable de etnicidad no ha sido cosa fácil. Me consta que el proceso por mejorar esta situación se inició allá a finales del año 2,012 y principios del 2,013. Se hicieron presentaciones en medios de comunicación y con organizaciones indígenas en varios departamentos, evidenciando el sesgo que la anterior ENSMI tenía con relación a la variable de etnicidad. Fue muy oportuno contar con el apoyo del actual Gerente del INE, Lic. Rubén Narciso, para quien, desde este espacio, va un reconocimiento especial y felicitación por su apoyo institucional a la mejora de la visibilización de los pueblos indígenas en diversas encuestas que lleva a cabo el INE. Él es un excelente profesional, rodeado de un gran equipo de profesionales que saben lo que hacen en materia estadística y apoyan el enfoque de pueblos en las estadísticas oficiales.

Por último, es importante mencionar que es necesario hacer un esfuerzo nacional de fortalecimiento de la identidad étnica, para que la población indígena sea visibilizada de forma adecuada en el próximo Censo de Población.

@bequerchocooj