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¿Cuántas Guatemalas quieren?

Betty Marroquin
12 de octubre, 2016

La Constitución Política de Guatemala dice que todos somos iguales ante la Ley. Es el resultado de siglos de lucha en todo el planeta para obtener igualdad de condiciones para ambos géneros, para todos los ciudadanos, independiente de su posición social, de su casta, de su raza, de su etnia, de su origen, de todo. Hombres y mujeres podemos hoy día votar, tenemos los mismos derechos ciudadanos, podemos ser candidatos a lo que queramos incluyendo la Presidencia de la República.

Toda esta discusión de los pueblos indígenas francamente es insultante a la lógica. Es un insulto a los miles de personas que han luchado desde que el hombre existe por tener igualdad de condiciones, porque la Ley sea una e igual para todos. Por siglos la lucha fue para que todos los hombres fueran ciudadanos. Luego la lucha fue por dar a la mujer los mismos derechos de los hombres. Luego por darle a las minorías étnicas y raciales los mismos derechos. Y ahora quieren en Guatemala diferenciarnos, nuevamente. ¿En qué cabeza cabe?

Pareciera que se les olvida que tenemos indígenas en el Gabinete Presidencial y las hemos tenido desde hace varias Administraciones. Hemos tenido indígenas candidatos a la Presidencia, y siendo un país con un estimado de 60% población indígena, es absurdo pensar que los indígenas no tengan participación en todo. Tenemos Empresarios, Alcaldes, Gobernadores, Generales, Diputados, etc que son indígenas, Y entonces, ¿porqué quieren crear leyes exclusivas para la población indígena? ¿Quieren acaso crear varias Repúblicas dentro de la República, ya que ni entre las etnias se pueden comunicar sin usar el idioma español? Es como si en lugar de avanzar, de caminar hacia adelante, lo estamos haciendo hacia atrás.

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Quisiera ver a los Apaches o a los Siux pretendiendo lo mismo en los Estados Unidos. Lo que más me divierte es que quienes han incitado esto lo están haciendo desde países donde no existen etnias aborígenes, porque son todos genéticamente homogéneos. Quienes vienen a querer azuzar los ánimos, como me comentaba una amiga de Colombia recientemente que hacen en su país, son gentes que no tienen ni idea lo que es vivir en un país multicultural, plurilingüe y multiétnico. Hablan, o más bien critican, algo que ni siquiera comprenden.

Luego tenemos los reclamos por tierras. De nuevo, con canchitas que de chapina no tienen absolutamente nada, que se bajó del avión hace poco y ya se creen dueños de nuestro país. Gente que viene a decirnos como tenemos que vivir y no son capaces de arreglar sus propios problemas sociales, como por ejemplo los altos índices de suicidios que existen en sus propios países. Ya quisiera ver si nos vamos un puñado de chapines a imponerles nuestras ideas a ellos de como arreglar a los depresivos que se suicidan año con año en sus terruños, a proponerles que encuentren a Dios, sabiendo que tienen altos índices de ateísmo. Nos mandarían cien mil veces por un tubo, ah pero nosotros si nos tenemos que calar la desfachatez con que se mueven vestidas con telas típicas en las manifestaciones. Ellos no tienen a los vikingos peleando con los urálicos. Me pregunto que tan aburridos estarán estos jóvenes, mayoría mujeres, que tienen que venir a crear división y antagonismo en Guatemala, en Colombia y otros países del Hemisferio. Y lo más triste es que los guatemaltecos nos lo merecemos porque lo permitimos.

Me encantaría ver la reacción en Madrid, en Roma, en Lisboa, en París, en Berlín si nos lanzamos a las calles a protestar por tierras sólo porque alguna sangre europea corre por nuestras venas. Eso sería absurdo. Totalmente ridículo.

Pero bueno, como somos un país aguantador, por lo visto, permitiremos que estos reclamos absurdos sigan, que nos continúen separando y dividiendo, que sigan alimentando resentimientos y animosidades. Merecido nos lo tenemos por dejados, miopes y cobardes.

República.gt es ajena a la opinión expresada en este artículo

¿Cuántas Guatemalas quieren?

Betty Marroquin
12 de octubre, 2016

La Constitución Política de Guatemala dice que todos somos iguales ante la Ley. Es el resultado de siglos de lucha en todo el planeta para obtener igualdad de condiciones para ambos géneros, para todos los ciudadanos, independiente de su posición social, de su casta, de su raza, de su etnia, de su origen, de todo. Hombres y mujeres podemos hoy día votar, tenemos los mismos derechos ciudadanos, podemos ser candidatos a lo que queramos incluyendo la Presidencia de la República.

Toda esta discusión de los pueblos indígenas francamente es insultante a la lógica. Es un insulto a los miles de personas que han luchado desde que el hombre existe por tener igualdad de condiciones, porque la Ley sea una e igual para todos. Por siglos la lucha fue para que todos los hombres fueran ciudadanos. Luego la lucha fue por dar a la mujer los mismos derechos de los hombres. Luego por darle a las minorías étnicas y raciales los mismos derechos. Y ahora quieren en Guatemala diferenciarnos, nuevamente. ¿En qué cabeza cabe?

Pareciera que se les olvida que tenemos indígenas en el Gabinete Presidencial y las hemos tenido desde hace varias Administraciones. Hemos tenido indígenas candidatos a la Presidencia, y siendo un país con un estimado de 60% población indígena, es absurdo pensar que los indígenas no tengan participación en todo. Tenemos Empresarios, Alcaldes, Gobernadores, Generales, Diputados, etc que son indígenas, Y entonces, ¿porqué quieren crear leyes exclusivas para la población indígena? ¿Quieren acaso crear varias Repúblicas dentro de la República, ya que ni entre las etnias se pueden comunicar sin usar el idioma español? Es como si en lugar de avanzar, de caminar hacia adelante, lo estamos haciendo hacia atrás.

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Quisiera ver a los Apaches o a los Siux pretendiendo lo mismo en los Estados Unidos. Lo que más me divierte es que quienes han incitado esto lo están haciendo desde países donde no existen etnias aborígenes, porque son todos genéticamente homogéneos. Quienes vienen a querer azuzar los ánimos, como me comentaba una amiga de Colombia recientemente que hacen en su país, son gentes que no tienen ni idea lo que es vivir en un país multicultural, plurilingüe y multiétnico. Hablan, o más bien critican, algo que ni siquiera comprenden.

Luego tenemos los reclamos por tierras. De nuevo, con canchitas que de chapina no tienen absolutamente nada, que se bajó del avión hace poco y ya se creen dueños de nuestro país. Gente que viene a decirnos como tenemos que vivir y no son capaces de arreglar sus propios problemas sociales, como por ejemplo los altos índices de suicidios que existen en sus propios países. Ya quisiera ver si nos vamos un puñado de chapines a imponerles nuestras ideas a ellos de como arreglar a los depresivos que se suicidan año con año en sus terruños, a proponerles que encuentren a Dios, sabiendo que tienen altos índices de ateísmo. Nos mandarían cien mil veces por un tubo, ah pero nosotros si nos tenemos que calar la desfachatez con que se mueven vestidas con telas típicas en las manifestaciones. Ellos no tienen a los vikingos peleando con los urálicos. Me pregunto que tan aburridos estarán estos jóvenes, mayoría mujeres, que tienen que venir a crear división y antagonismo en Guatemala, en Colombia y otros países del Hemisferio. Y lo más triste es que los guatemaltecos nos lo merecemos porque lo permitimos.

Me encantaría ver la reacción en Madrid, en Roma, en Lisboa, en París, en Berlín si nos lanzamos a las calles a protestar por tierras sólo porque alguna sangre europea corre por nuestras venas. Eso sería absurdo. Totalmente ridículo.

Pero bueno, como somos un país aguantador, por lo visto, permitiremos que estos reclamos absurdos sigan, que nos continúen separando y dividiendo, que sigan alimentando resentimientos y animosidades. Merecido nos lo tenemos por dejados, miopes y cobardes.

República.gt es ajena a la opinión expresada en este artículo