Es común en Guatemala que las patologías sociales o anomias se ventilen primariamente por los medios de comunicación. Cuando un burócrata o funcionario público es señalado, son los medios de comunicación los que hacen los señalamientos e indagaciones sobre los casos particulares.
Sin embargo en un sistema gubernamental como el nuestro esa es función del Congreso de la República. En forma simple cada uno de sus integrantes expresan la voluntad del pueblo, intervienen en la organización y funcionamiento del Estado dentro de un orden político. La Constitución de la República de Guatemala garantiza la separación de poder presidencial del poder del congreso.
La ignorancia es tal que nuestros propios congresistas no atisban la diferencia entre ser congresistas, su responsabilidad y representatividad y como autistas se ven a sí mismos como parlamentarios cuyo término no implica por sí el grado de compromiso que deben tener para que las instituciones públicas funcionen.
En Guatemala, el jefe de gobierno y los sendos congresistas son elegidos a través de elecciones democráticas. Su poder es vinculado dentro del Estado de Guatemala pero no subordinado. Los medios de comunicación divulgan la noticia pero en Guatemala de hecho han asumido en la práctica las funciones esenciales del poder político que corresponde al Congreso de la República sobre las instituciones, funcionarios y burócratas.
Lo anterior, destruye un orden democrático y hace que Guatemala geográficamente está en los 14 grados 38 minutos norte y 90 grados 33 minutos oeste y social y políticamente este se encuentre en la cuna de la especie humana en el África subsahariana o África negra, que está limitado por el trópico de Cáncer.
Esta zona ha sido considerada la zona con mayores riquezas naturales y la más empobrecida artificialmente del planeta por conflictos, inestabilidad que los colocan por debajo de cualquier índice aceptable de desarrollo humano.
En Guatemala ese empobrecimiento artificial es producto del Congreso en su conjunto y no distributivamente de cada uno de sus diputados en los cuales si acercamos bien la lupa encontraremos hombres de bien y también déspotas como en África Negra no tanto por el color de su piel sino por la podredumbre de su alma.
En 2016 Guatemala sufre ingobernabilidad artificialmente manipulada por una cantidad de intereses que se ventilan en la palestra de la opinión pública negativamente sesgada por intereses que pauperizan a la nación entera.
Es común en Guatemala que las patologías sociales o anomias se ventilen primariamente por los medios de comunicación. Cuando un burócrata o funcionario público es señalado, son los medios de comunicación los que hacen los señalamientos e indagaciones sobre los casos particulares.
Sin embargo en un sistema gubernamental como el nuestro esa es función del Congreso de la República. En forma simple cada uno de sus integrantes expresan la voluntad del pueblo, intervienen en la organización y funcionamiento del Estado dentro de un orden político. La Constitución de la República de Guatemala garantiza la separación de poder presidencial del poder del congreso.
La ignorancia es tal que nuestros propios congresistas no atisban la diferencia entre ser congresistas, su responsabilidad y representatividad y como autistas se ven a sí mismos como parlamentarios cuyo término no implica por sí el grado de compromiso que deben tener para que las instituciones públicas funcionen.
En Guatemala, el jefe de gobierno y los sendos congresistas son elegidos a través de elecciones democráticas. Su poder es vinculado dentro del Estado de Guatemala pero no subordinado. Los medios de comunicación divulgan la noticia pero en Guatemala de hecho han asumido en la práctica las funciones esenciales del poder político que corresponde al Congreso de la República sobre las instituciones, funcionarios y burócratas.
Lo anterior, destruye un orden democrático y hace que Guatemala geográficamente está en los 14 grados 38 minutos norte y 90 grados 33 minutos oeste y social y políticamente este se encuentre en la cuna de la especie humana en el África subsahariana o África negra, que está limitado por el trópico de Cáncer.
Esta zona ha sido considerada la zona con mayores riquezas naturales y la más empobrecida artificialmente del planeta por conflictos, inestabilidad que los colocan por debajo de cualquier índice aceptable de desarrollo humano.
En Guatemala ese empobrecimiento artificial es producto del Congreso en su conjunto y no distributivamente de cada uno de sus diputados en los cuales si acercamos bien la lupa encontraremos hombres de bien y también déspotas como en África Negra no tanto por el color de su piel sino por la podredumbre de su alma.
En 2016 Guatemala sufre ingobernabilidad artificialmente manipulada por una cantidad de intereses que se ventilan en la palestra de la opinión pública negativamente sesgada por intereses que pauperizan a la nación entera.