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Europa Bajo Fuego y Obama, al Béisbol

Redacción
24 de marzo, 2016

Cuando disponía a escribir sobre la reciente visita del presidente estadounidense Barack Obama a Cuba dentro del marco de una nueva política de restablecimiento de relaciones entre ambos países, ocurre una nueva ola de atentados terroristas en Europa, esta vez en Bruselas donde murieron 31 personas y más de 250 resultaron heridas, derivadas de bombas en el aeropuerto y metro de la ciudad.

Lo que suponía ser un espacio dedicado, entre otras cosas, a la histórica, irónica y lamentable imagen de Obama en la Plaza de la Revolución a la sombra del Che (tal vez el mayor ícono comunista latinoamericano), se extiende a otras latitudes que, sin embargo, están intrínsecamente relacionadas.

Y es que el ataque terrorista no es sólo un ataque a Bruselas, es un ataque a Europa, al mundo occidental y a sus valores que tanto odian los terroristas islámicos. Libertad de culto, expresión, protesta y otras libertades que muchos dan por sentadas, fueron logradas en Occidente tras siglos de sufrimiento y evolución. Pero Occidente se ha adormitado.

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Es ahora el joven Islam radical, con energía, con odio y con sed de venganza de destruir la sociedad como la conocemos e imponer su régimen teocrático y asesino a propios y extraños porque si, también los musulmanes buenos lo sufren.

Y mientras Occidente aumenta su tensión, ISIS retoma fuerza, los niveles institucionales de alerta se redoblan, se lloran a los muertos, poblaciones entran en pánico, la crisis de refugiados y la guerra en Siria se agudiza, Obama asiste a un juego de béisbol al lado de Raúl Castro. Cuando fue cuestionado por su asistencia al juego, Obama respondió que la premisa del terrorismo es de irrumpir la vida de las personas por lo que no se dejaría intimidar. No critico a Obama por asistir al juego (era un evento premeditado y agendado) pero el simbolismo es, cuanto menos, interesante.

En sus casi 8 años de mandato, Obama ha aplicado una política exterior de reconciliación y contención en donde ha dado concesiones a regímenes como el iraní y el cubano mientras ha sido incapaz de mostrar un liderazgo global en la lucha, entre otras causas, contra el extremismo islámico.

El problema de esta guerra (si señores, guerra) es que es una lucha asimétrica contra entidades no estatales integradas por redes de fanáticos adoctrinados dispuestos a llevarse por delante a cuanto “infiel” tenga enfrente, utilizando el terror como una arma efectiva para infligir pánico.

Y dentro de las consecuencias no deseadas de este enredo, la falta de acciones concisas y asertivas de parte de Obama para acabar con ISIS genera un caldo óptimo de cultivo para que líderes demagogos como Trump y Le Pen surjan con mayor fuerza.

El presidente Obama puede asistir a los juegos que le plazca y tomarse los mojitos que guste. Sin embargo, así como ocurrió en la Segunda Guerra Mundial, el mundo espera de Estados Unidos un mayor liderazgo que enfrente a estas nuevas amenazas globales que atentan en contra de las libertades que usted y yo actualmente gozamos.

Jorge V. Ávila Prera

@jorgeavilaprera

Europa Bajo Fuego y Obama, al Béisbol

Redacción
24 de marzo, 2016

Cuando disponía a escribir sobre la reciente visita del presidente estadounidense Barack Obama a Cuba dentro del marco de una nueva política de restablecimiento de relaciones entre ambos países, ocurre una nueva ola de atentados terroristas en Europa, esta vez en Bruselas donde murieron 31 personas y más de 250 resultaron heridas, derivadas de bombas en el aeropuerto y metro de la ciudad.

Lo que suponía ser un espacio dedicado, entre otras cosas, a la histórica, irónica y lamentable imagen de Obama en la Plaza de la Revolución a la sombra del Che (tal vez el mayor ícono comunista latinoamericano), se extiende a otras latitudes que, sin embargo, están intrínsecamente relacionadas.

Y es que el ataque terrorista no es sólo un ataque a Bruselas, es un ataque a Europa, al mundo occidental y a sus valores que tanto odian los terroristas islámicos. Libertad de culto, expresión, protesta y otras libertades que muchos dan por sentadas, fueron logradas en Occidente tras siglos de sufrimiento y evolución. Pero Occidente se ha adormitado.

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Y mientras Occidente aumenta su tensión, ISIS retoma fuerza, los niveles institucionales de alerta se redoblan, se lloran a los muertos, poblaciones entran en pánico, la crisis de refugiados y la guerra en Siria se agudiza, Obama asiste a un juego de béisbol al lado de Raúl Castro. Cuando fue cuestionado por su asistencia al juego, Obama respondió que la premisa del terrorismo es de irrumpir la vida de las personas por lo que no se dejaría intimidar. No critico a Obama por asistir al juego (era un evento premeditado y agendado) pero el simbolismo es, cuanto menos, interesante.

En sus casi 8 años de mandato, Obama ha aplicado una política exterior de reconciliación y contención en donde ha dado concesiones a regímenes como el iraní y el cubano mientras ha sido incapaz de mostrar un liderazgo global en la lucha, entre otras causas, contra el extremismo islámico.

El problema de esta guerra (si señores, guerra) es que es una lucha asimétrica contra entidades no estatales integradas por redes de fanáticos adoctrinados dispuestos a llevarse por delante a cuanto “infiel” tenga enfrente, utilizando el terror como una arma efectiva para infligir pánico.

Y dentro de las consecuencias no deseadas de este enredo, la falta de acciones concisas y asertivas de parte de Obama para acabar con ISIS genera un caldo óptimo de cultivo para que líderes demagogos como Trump y Le Pen surjan con mayor fuerza.

El presidente Obama puede asistir a los juegos que le plazca y tomarse los mojitos que guste. Sin embargo, así como ocurrió en la Segunda Guerra Mundial, el mundo espera de Estados Unidos un mayor liderazgo que enfrente a estas nuevas amenazas globales que atentan en contra de las libertades que usted y yo actualmente gozamos.

Jorge V. Ávila Prera

@jorgeavilaprera