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El retorno del miedo…

Redacción
07 de marzo, 2016

¿Quién quiere propagar miedo? Hace casi un año, durante las primeras manifestaciones en la Plaza Central una de las consignas en diversos carteles decía: “Nos quitaron tanto… que nos quitaron el miedo”. Es una buena frase, especialmente, viniendo de una generación que ha vivido en tiempos de “paz” y en “democracia” y que ha perdido el miedo a manifestarse masivamente. A las expresiones de repudio contra la corrupción en diversos puntos del territorio nacional, hay que sumar el repudio colectivo contra los corruptos y la “vieja política” en el “territorio digital” en Facebook, twitter e Instagram, entre otras redes sociales.

Pero algo extraño está ocurriendo desde el lunes de la semana pasada. ¿Por qué quieren que tengamos miedo? Aquel día, fue uno muy violento en municipios del área metropolitana. No es que antes de ello no tuviésemos noticias diarias de casos de violencia homicida; sin embargo, la violencia de aquel lunes se “percibe” como extraña. Sí, porque ante aquellos hechos bien vale la pena hacer preguntas, tales como: ¿Quién tiene la capacidad para realizar ataques violentos, casi simultáneos en Villa Nueva y en San Rafael II de la zona 18? ¿Hay mensajes detrás de esas acciones? ¿Y si hay mensajes en esas acciones violentas… para quién es y por qué? De hecho, la semana violenta inició el pasado domingo 28 de febrero con un “granadazo” en Amatitlán que le costó la vida a Yuceli Maite, una niña de apenas cuatro años de edad.

¿Cuál sería la “agenda” y los “intereses” detrás de la estrategia del miedo y el terrorismo? Al respecto es importante tener presentes los macabros sucesos acaecidos en Mixco el jueves y viernes de la semana pasada. En efecto, porque el pasado 03 de marzo, fue lanzada la cabeza de un hombre frente al edificio de la comuna de ese municipio y, al día siguiente, las partes de otro cuerpo fueron dejadas en cercanías de la casa del Alcalde Neto Bran. Las noticias e imágenes de acciones de violencia y terrorismo en el país aparecieron, nuevamente, en los hogares guatemaltecos el pasado domingo 06 de marzo con el “bombazo” ocurrido dentro de una camioneta extraurbana del municipio de San José Pinula que dejó el saldo de una persona fallecida y 15 personas heridas. Pero los “bombazos” siguen… Ayer lunes, en los Proyectos 4-4 de la zona 6 capitalina fue detonado otro artefacto explosivo.

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Cuando comenté, la semana pasada, en mi muro de Facebook lo “extraño” de estas jornadas violentas y que las mismas podrían tener “mensajes”, un estimado colega sociólogo me espetó que aquello sonaba muy “conspiranoico”. En realidad mi punto es poner en perspectiva la necesidad de cuestionar si toda esta vorágine de violencia de la que está siendo víctima la población guatemalteca, en los últimos días, no tendría detrás el avance de ciertas agendas e intereses. ¿No le parece extraño que las primeras versiones del Ministro de Gobernación sobre los hechos violentos en San José Pinula sean que todos estos actos son culpa de las pandillas? ¿No le parece extraño que cada vez que ocurren hechos de violencia se acuse, sin más, a las pandillas? Es verdad, no debe descartarse ninguna posible línea de investigación.

Tenemos en el poder a un Presidente y un gobierno que, como diría alguien, en más probable que “cualquier camioneta lo lleve porque no sabe adónde va”. Si bien este Presidente recibió en las urnas un mandato claro de luchar contra las mafias y la corrupción enquistadas en diversas ramas del gobierno, el hecho de que se genere un clima de zozobra y miedo en la población guatemalteca hace que la “percepción” de seguridad cambie y ante ello se genere la necesidad de poner dicho tema como el prioritario en la “agenda”. Además ¿A quién le interesa que la “masa” esté con temor? Esta y las anteriores, son apenas algunas pocas “ingenuas” e “inocentes” preguntas que a lo mejor algún ana-LISTO pueda responder…

No obstante todo lo anterior, es necesario que, hoy más que nunca, estemos unidos y manifestemos nuestro repudio contra la violencia. Esa violencia, venga de donde venga, no debe lograr su objetivo estratégico que no sería otro que acallar nuestras voces y evitar la protesta y organización social y sembrar “estrés” y miedo en la “masa”. Así como cientos de miles salieron en Madrid en repudio a los ataques del 11M de 2,004 o las protestas contra los ataques del 13N de 2,015 en París, la Guatemala de hoy debe manifestarse y no tolerar más intimidación y más miedo en los hogares.

La violencia también es un reflejo de la corrupción. Sí, porque cuando el Estado permite que alguien más le usurpe y, peor aún, le quite el uso legítimo y el monopolio de la violencia, entonces asistimos al hecho de corrupción institucional más grave y trágico para la población: Que el Estado sea incapaz de garantizar la vida, la integridad y la seguridad física de los individuos.

¡Vamos Guatemala! ¡No habrá miedo alguno que te detenga!

@bequerchocooj

El retorno del miedo…

Redacción
07 de marzo, 2016

¿Quién quiere propagar miedo? Hace casi un año, durante las primeras manifestaciones en la Plaza Central una de las consignas en diversos carteles decía: “Nos quitaron tanto… que nos quitaron el miedo”. Es una buena frase, especialmente, viniendo de una generación que ha vivido en tiempos de “paz” y en “democracia” y que ha perdido el miedo a manifestarse masivamente. A las expresiones de repudio contra la corrupción en diversos puntos del territorio nacional, hay que sumar el repudio colectivo contra los corruptos y la “vieja política” en el “territorio digital” en Facebook, twitter e Instagram, entre otras redes sociales.

Pero algo extraño está ocurriendo desde el lunes de la semana pasada. ¿Por qué quieren que tengamos miedo? Aquel día, fue uno muy violento en municipios del área metropolitana. No es que antes de ello no tuviésemos noticias diarias de casos de violencia homicida; sin embargo, la violencia de aquel lunes se “percibe” como extraña. Sí, porque ante aquellos hechos bien vale la pena hacer preguntas, tales como: ¿Quién tiene la capacidad para realizar ataques violentos, casi simultáneos en Villa Nueva y en San Rafael II de la zona 18? ¿Hay mensajes detrás de esas acciones? ¿Y si hay mensajes en esas acciones violentas… para quién es y por qué? De hecho, la semana violenta inició el pasado domingo 28 de febrero con un “granadazo” en Amatitlán que le costó la vida a Yuceli Maite, una niña de apenas cuatro años de edad.

¿Cuál sería la “agenda” y los “intereses” detrás de la estrategia del miedo y el terrorismo? Al respecto es importante tener presentes los macabros sucesos acaecidos en Mixco el jueves y viernes de la semana pasada. En efecto, porque el pasado 03 de marzo, fue lanzada la cabeza de un hombre frente al edificio de la comuna de ese municipio y, al día siguiente, las partes de otro cuerpo fueron dejadas en cercanías de la casa del Alcalde Neto Bran. Las noticias e imágenes de acciones de violencia y terrorismo en el país aparecieron, nuevamente, en los hogares guatemaltecos el pasado domingo 06 de marzo con el “bombazo” ocurrido dentro de una camioneta extraurbana del municipio de San José Pinula que dejó el saldo de una persona fallecida y 15 personas heridas. Pero los “bombazos” siguen… Ayer lunes, en los Proyectos 4-4 de la zona 6 capitalina fue detonado otro artefacto explosivo.

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Cuando comenté, la semana pasada, en mi muro de Facebook lo “extraño” de estas jornadas violentas y que las mismas podrían tener “mensajes”, un estimado colega sociólogo me espetó que aquello sonaba muy “conspiranoico”. En realidad mi punto es poner en perspectiva la necesidad de cuestionar si toda esta vorágine de violencia de la que está siendo víctima la población guatemalteca, en los últimos días, no tendría detrás el avance de ciertas agendas e intereses. ¿No le parece extraño que las primeras versiones del Ministro de Gobernación sobre los hechos violentos en San José Pinula sean que todos estos actos son culpa de las pandillas? ¿No le parece extraño que cada vez que ocurren hechos de violencia se acuse, sin más, a las pandillas? Es verdad, no debe descartarse ninguna posible línea de investigación.

Tenemos en el poder a un Presidente y un gobierno que, como diría alguien, en más probable que “cualquier camioneta lo lleve porque no sabe adónde va”. Si bien este Presidente recibió en las urnas un mandato claro de luchar contra las mafias y la corrupción enquistadas en diversas ramas del gobierno, el hecho de que se genere un clima de zozobra y miedo en la población guatemalteca hace que la “percepción” de seguridad cambie y ante ello se genere la necesidad de poner dicho tema como el prioritario en la “agenda”. Además ¿A quién le interesa que la “masa” esté con temor? Esta y las anteriores, son apenas algunas pocas “ingenuas” e “inocentes” preguntas que a lo mejor algún ana-LISTO pueda responder…

No obstante todo lo anterior, es necesario que, hoy más que nunca, estemos unidos y manifestemos nuestro repudio contra la violencia. Esa violencia, venga de donde venga, no debe lograr su objetivo estratégico que no sería otro que acallar nuestras voces y evitar la protesta y organización social y sembrar “estrés” y miedo en la “masa”. Así como cientos de miles salieron en Madrid en repudio a los ataques del 11M de 2,004 o las protestas contra los ataques del 13N de 2,015 en París, la Guatemala de hoy debe manifestarse y no tolerar más intimidación y más miedo en los hogares.

La violencia también es un reflejo de la corrupción. Sí, porque cuando el Estado permite que alguien más le usurpe y, peor aún, le quite el uso legítimo y el monopolio de la violencia, entonces asistimos al hecho de corrupción institucional más grave y trágico para la población: Que el Estado sea incapaz de garantizar la vida, la integridad y la seguridad física de los individuos.

¡Vamos Guatemala! ¡No habrá miedo alguno que te detenga!

@bequerchocooj