La actuación de los políticos sigue dejando una estela de desprestigio que llevan impregnada por sus malas actuaciones y como consecuencia de ser malos guatemaltecos fijándose únicamente en sus intereses propios y no los de aquellos que gimen y se retuercen por un país que le brinde las oportunidades para desarrollarse y tener una vida digna.
Los políticos no fueron capaces de evolucionar en una Guatemala que desde abril del 2015 se manifestó ante una deteriorada clase, que busco siempre enriquecerse con el sacrificio de los demás, ellos los malos políticos, no tuvieron la inteligencia ni la capacidad para poder ver que las cosas son diferentes, y que los ciudadanos ya estamos hartos de ver como son tan descarados al actuar sin ningún remordimiento en actos que hasta se pueden calificar de vandálicos.
Creo que la manifestación de esta clase político debe de terminar y esto solo se logra cuando el pueblo ejerce presión, entristece ver como nuestros más altos dignatarios nos avergüenzan ante todo el mundo, y como sus malos actos los llevan a enfrentar a un sistema de justicia que ahora veremos si responde a las necesidades que requiere la ciudadanía.
Hace algunos días se conoció de otro caso de corrupción en el que otra vez están involucrados la ex vicepresidenta y el ex presidente, y que arrastra una serie de funcionarios que llegaron a sus puestos no por ser los más técnicos ni mucho menos los más idóneos para ejercer tan gran responsabilidad, sino que llegaron simplemente con el fin de tener desde un puesto privilegiado la capacidad de ejercer sus actos que ahora los tiene en procesos penales.
¿Será que la clase política actual, habrá comprendido lo que en Guatemala está pasando? y cuál ha de ser su actuar, que por el comportamiento de algunos políticos actuales creo que no, y siguen practicando las mismas atrocidades, con eso creo que la visión de país no ha cambiado ya que muchos de los actuales políticos no son capaces de ver que la coyuntura es distinta y que deben de cambiar, evolucionar para dejar por un lado malas prácticas que han dejado un país cada vez más débil en lo económico, con más violencia, desempleo , débil en educación, con un sistema de salud inservible, que solo suma más muertes.
Las mismas prácticas se hacen desde los puestos políticos y eso está generando un deterioro social, el rechazo a la clase política de este país no es más que la consecuencia de sus actos deshonestos, ahora hay un MP atento y una CICIG capaz de señalar los actos y ayudar a la investigación y dar con los responsables, de los negocios que han llevado a la catástrofe de la sociedad. Pero debemos recordar que son esas prácticas las que deben dejar de existir.
¿Cómo se puede lograr entonces un cambio? Solo, sucederá si en realidad tenemos reformas profundas, la sociedad espera esos cambios como agua de mayo y urge que sean de fondo en donde quien gane no sean los mismos de ahora, sino la mayoría de guatemaltecos, espero pronto ver una sociedad sin problemas nefastos que se pudieron evitar por la utilización de la sensatez, pero no por la ceguera que provoca el poder.
La actuación de los políticos sigue dejando una estela de desprestigio que llevan impregnada por sus malas actuaciones y como consecuencia de ser malos guatemaltecos fijándose únicamente en sus intereses propios y no los de aquellos que gimen y se retuercen por un país que le brinde las oportunidades para desarrollarse y tener una vida digna.
Los políticos no fueron capaces de evolucionar en una Guatemala que desde abril del 2015 se manifestó ante una deteriorada clase, que busco siempre enriquecerse con el sacrificio de los demás, ellos los malos políticos, no tuvieron la inteligencia ni la capacidad para poder ver que las cosas son diferentes, y que los ciudadanos ya estamos hartos de ver como son tan descarados al actuar sin ningún remordimiento en actos que hasta se pueden calificar de vandálicos.
Creo que la manifestación de esta clase político debe de terminar y esto solo se logra cuando el pueblo ejerce presión, entristece ver como nuestros más altos dignatarios nos avergüenzan ante todo el mundo, y como sus malos actos los llevan a enfrentar a un sistema de justicia que ahora veremos si responde a las necesidades que requiere la ciudadanía.
Hace algunos días se conoció de otro caso de corrupción en el que otra vez están involucrados la ex vicepresidenta y el ex presidente, y que arrastra una serie de funcionarios que llegaron a sus puestos no por ser los más técnicos ni mucho menos los más idóneos para ejercer tan gran responsabilidad, sino que llegaron simplemente con el fin de tener desde un puesto privilegiado la capacidad de ejercer sus actos que ahora los tiene en procesos penales.
¿Será que la clase política actual, habrá comprendido lo que en Guatemala está pasando? y cuál ha de ser su actuar, que por el comportamiento de algunos políticos actuales creo que no, y siguen practicando las mismas atrocidades, con eso creo que la visión de país no ha cambiado ya que muchos de los actuales políticos no son capaces de ver que la coyuntura es distinta y que deben de cambiar, evolucionar para dejar por un lado malas prácticas que han dejado un país cada vez más débil en lo económico, con más violencia, desempleo , débil en educación, con un sistema de salud inservible, que solo suma más muertes.
Las mismas prácticas se hacen desde los puestos políticos y eso está generando un deterioro social, el rechazo a la clase política de este país no es más que la consecuencia de sus actos deshonestos, ahora hay un MP atento y una CICIG capaz de señalar los actos y ayudar a la investigación y dar con los responsables, de los negocios que han llevado a la catástrofe de la sociedad. Pero debemos recordar que son esas prácticas las que deben dejar de existir.
¿Cómo se puede lograr entonces un cambio? Solo, sucederá si en realidad tenemos reformas profundas, la sociedad espera esos cambios como agua de mayo y urge que sean de fondo en donde quien gane no sean los mismos de ahora, sino la mayoría de guatemaltecos, espero pronto ver una sociedad sin problemas nefastos que se pudieron evitar por la utilización de la sensatez, pero no por la ceguera que provoca el poder.