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ES PAGAR IGSS UN INCENTIVO PARA LA FORMALIZACION DEL EMPLEO?

Alfonso Muralles
19 de abril, 2016

En los lugares donde se desarrollan centros que generan empleo formal, las ventas informales crecen a su alrededor. Son parte de los empleos indirectos que surgen gracias a ese centro generador de empleo formal. Otros empleos indirectos vinculados, formales o informales, serán los de los negocios o empresas que le provean de materiales y servicios necesarios para su operación.

En las cercanías de fábricas o de edificios en construcción, por ejemplo, siempre encontramos puestos de venta de comidas, bebidas, periódicos, antojos y golosinas. Todos los días. En día de pago se agregan puestos de venta de ropa y zapatos. También encontraremos la oferta de la economía informal cerca de mercados, paradas de autobuses, semáforos de larga espera, embotellamientos y prácticamente cualquier lugar que asegure movimiento de personas. Es un tema primordialmente urbano que crea “oportunidades” que inducen a la migración del campo a la ciudad.

Se menciona que la informalidad genera más del 60% de los empleos en el país. Es imposible manejar este dato sin mencionar la alta capacidad de emprendimiento por parte de los guatemaltecos, aunque ese no sea el tema que nos ocupe. El tema más bien va por analizar el llamado que promueven algunos sectores a la formalización de los empleos como mecanismo para progresar. Este llamado viene de quienes creen que al empleado de la informalidad o en la informalidad le va mal económicamente. Tan mal que se le ofrece salario mínimo más prestaciones de ley, incluyendo la cobertura del seguro social con un costo que tendrá que asumir parcialmente, y se cree que eso constituye un atractivo suficiente como para abandone el negocito. Negocito que, además, le permite emplear a un par de hijos de la prima quienes, agradecidos, reciben, estos sí, un salario sub-mínimo y trabajarán con el tío mientras logran irse para Rhode Island, donde está el otro tío.

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Que el seguro social trae consigo cobertura médica y pensión al llegar a los 60, es natural que en cierta etapa de la vida, con la vejez y la llegada con ella de la necesidad de sobrevivir sin trabajar se ve tan lejana que todavía no se considera la prevención para enfrentarla. Hay otras necesidades antes. Y la atención médica pues tampoco es de la mejor.

La generación de empleo por parte de la economía informal más bien es una bendición. El problema es la cantidad y dimensión de negocios que se esconden en la informalidad para no pagar impuestos. La “alta” informalidad, obviamente no incluye a la señora que vende atoles frente al parque, se surte de contrabando y piratería de la más diversa. Y las estructuras que operan esos procesos para adquirir mercancías, también son propicias a participar en negocios con mayores niveles de ilegalidad. No sé si esto de mayor o menor ilegalidad existe, me refiero a la diferencia entre delitos que se les castiga con mayores o menores penas. Con o sin derecho a medidas substitutivas.

Cómo diferenciar entre los buenos y los malos informales? Por el volumen de las operaciones en sus cuentas de banco? No sé. Talvez el número de vehículos que comparten un mismo NIT de persona individual da algunos indicios.

En términos generales, la informalidad me merece respeto por generar empleos dignos a miles de personas que, con muy poca inversión y guiados por una gran intuición, se tiran al turbulentas aguas de la empresarialidad y salen adelante. Ellos sacan adelante este país.

ES PAGAR IGSS UN INCENTIVO PARA LA FORMALIZACION DEL EMPLEO?

Alfonso Muralles
19 de abril, 2016

En los lugares donde se desarrollan centros que generan empleo formal, las ventas informales crecen a su alrededor. Son parte de los empleos indirectos que surgen gracias a ese centro generador de empleo formal. Otros empleos indirectos vinculados, formales o informales, serán los de los negocios o empresas que le provean de materiales y servicios necesarios para su operación.

En las cercanías de fábricas o de edificios en construcción, por ejemplo, siempre encontramos puestos de venta de comidas, bebidas, periódicos, antojos y golosinas. Todos los días. En día de pago se agregan puestos de venta de ropa y zapatos. También encontraremos la oferta de la economía informal cerca de mercados, paradas de autobuses, semáforos de larga espera, embotellamientos y prácticamente cualquier lugar que asegure movimiento de personas. Es un tema primordialmente urbano que crea “oportunidades” que inducen a la migración del campo a la ciudad.

Se menciona que la informalidad genera más del 60% de los empleos en el país. Es imposible manejar este dato sin mencionar la alta capacidad de emprendimiento por parte de los guatemaltecos, aunque ese no sea el tema que nos ocupe. El tema más bien va por analizar el llamado que promueven algunos sectores a la formalización de los empleos como mecanismo para progresar. Este llamado viene de quienes creen que al empleado de la informalidad o en la informalidad le va mal económicamente. Tan mal que se le ofrece salario mínimo más prestaciones de ley, incluyendo la cobertura del seguro social con un costo que tendrá que asumir parcialmente, y se cree que eso constituye un atractivo suficiente como para abandone el negocito. Negocito que, además, le permite emplear a un par de hijos de la prima quienes, agradecidos, reciben, estos sí, un salario sub-mínimo y trabajarán con el tío mientras logran irse para Rhode Island, donde está el otro tío.

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Que el seguro social trae consigo cobertura médica y pensión al llegar a los 60, es natural que en cierta etapa de la vida, con la vejez y la llegada con ella de la necesidad de sobrevivir sin trabajar se ve tan lejana que todavía no se considera la prevención para enfrentarla. Hay otras necesidades antes. Y la atención médica pues tampoco es de la mejor.

La generación de empleo por parte de la economía informal más bien es una bendición. El problema es la cantidad y dimensión de negocios que se esconden en la informalidad para no pagar impuestos. La “alta” informalidad, obviamente no incluye a la señora que vende atoles frente al parque, se surte de contrabando y piratería de la más diversa. Y las estructuras que operan esos procesos para adquirir mercancías, también son propicias a participar en negocios con mayores niveles de ilegalidad. No sé si esto de mayor o menor ilegalidad existe, me refiero a la diferencia entre delitos que se les castiga con mayores o menores penas. Con o sin derecho a medidas substitutivas.

Cómo diferenciar entre los buenos y los malos informales? Por el volumen de las operaciones en sus cuentas de banco? No sé. Talvez el número de vehículos que comparten un mismo NIT de persona individual da algunos indicios.

En términos generales, la informalidad me merece respeto por generar empleos dignos a miles de personas que, con muy poca inversión y guiados por una gran intuición, se tiran al turbulentas aguas de la empresarialidad y salen adelante. Ellos sacan adelante este país.