Política
Política
Empresa
Empresa
Investigación y Análisis
Investigación y Análisis
Internacional
Internacional
Opinión
Opinión
Inmobiliaria
Inmobiliaria
Agenda Empresarial
Agenda Empresarial

BREXIT: Otra Gran Prueba para Europa

Redacción
23 de junio, 2016

El día de hoy, los ciudadanos del Reino Unido (Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda del Norte) tendrán en sus manos la oportunidad de decidir si dicha nación debe permanecer como parte de la Unión Europea (UE). Este referéndum (conocido como “BREXIT” –la unión en inglés de las palabras Britain y Exit, salida de Gran Bretaña) es histórico y de gran repercusión, tanto para el futuro de la UE como del mismo Reino Unido.
El Reino Unido, con una fuerte tradición aislacionista con relación a Europa continental, ha siempre tenido dentro de su población cierta renuencia y escepticismo a ser parte de la UE (los llamados “euroescépticos”), de la cual es miembro desde 1973. Dada esta presión interna, tanto de su mismo partido (el Conservador) y sobre todo del Partido Independentista del Reino Unido (UKIP), el actual primer ministro, David Cameron, prometió realizar este referendo si ganaba las elecciones generales de 2015.
La permanencia del Reino Unido en la UE es una cuestión toral de la vida política británica, la cual ha tomado más fuerza en los últimos años. Las encuestas muestran a un electorado fundamentalmente dividido, con un empate técnico (aunque favorece levemente a la opción a favor de la permanencia). En las últimas semanas, el debate ha subido de tono y bajado de nivel (según críticos), en donde los ataques personales y las falacias argumentativas han sido el denominador común. A esto podemos añadir el lamentable y condenable asesinato de Jo Cox, parlamentaria a favor de la permanencia británica, con cierta motivación política.
Para entender un poco esta disyuntiva, veamos algunos de los argumentos que ambos bandos promulgan y los principales criticismos que se pueden formular hacia los mismos.
Quienes favorecen la salida del Reino Unido, argumentan tres puntos principales: que las regulaciones impuestas por la UE retienen el comercio de dicho país; que la membresía de la UE le cuesta millones de libras a los ciudadanos británicos y que no tienen el control total migratorio (quieren reducir el número de personas que ingresan al país). Añaden, en términos generales, que el Reino Unido ha perdido su soberanía y por lo tanto el mando de su propio destino. El punto migratorio es el más controversial y que probablemente el que juegue más en contra de dicho bando ya que deja entrever una retórica xenófoba/chauvinista, proteccionista y de un orgullo “patriotero”, muy al estilo de Trump.
Por otro lado, quienes favorecen la permanencia del Reino Unido argumentan que la UE de hecho representa una fortaleza para los británicos ya que facilita vender más al resto de Europa y que el flujo migratorio incentiva el crecimiento económico de la isla. Otro punto es el de seguridad nacional, ya que la misma se ve reforzada siendo parte de un “club” como la UE. Si bien el bando a favor de la permanencia tiene más respaldo internacional (por ejemplo de Estados Unidos, China y por supuesto la misma Unión Europea), la retórica se ha tornado por demás sentimental e idealista.
Por su misma naturaleza, un referéndum siempre da para polarización. La Unión Europea, más allá de sus inicios de carácter comercial como vía para fomentar la paz, se ha tornado en un gigante burocrático supranacional con muchos defectos. A pesar de lo anterior, parecería que los beneficios para el Reino Unido de permanecer como miembro (con status especial) son mayores de los beneficios que obtendría al retirarse. Será interesante analizar los resultados de este referéndum que pone en cuestión los pilares de la Unión Europea así como del mismo Reino Unido como lo conocemos hoy.
Jorge V. Ávila Prera
@jorgeavilaprera

BREXIT: Otra Gran Prueba para Europa

Redacción
23 de junio, 2016

El día de hoy, los ciudadanos del Reino Unido (Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda del Norte) tendrán en sus manos la oportunidad de decidir si dicha nación debe permanecer como parte de la Unión Europea (UE). Este referéndum (conocido como “BREXIT” –la unión en inglés de las palabras Britain y Exit, salida de Gran Bretaña) es histórico y de gran repercusión, tanto para el futuro de la UE como del mismo Reino Unido.
El Reino Unido, con una fuerte tradición aislacionista con relación a Europa continental, ha siempre tenido dentro de su población cierta renuencia y escepticismo a ser parte de la UE (los llamados “euroescépticos”), de la cual es miembro desde 1973. Dada esta presión interna, tanto de su mismo partido (el Conservador) y sobre todo del Partido Independentista del Reino Unido (UKIP), el actual primer ministro, David Cameron, prometió realizar este referendo si ganaba las elecciones generales de 2015.
La permanencia del Reino Unido en la UE es una cuestión toral de la vida política británica, la cual ha tomado más fuerza en los últimos años. Las encuestas muestran a un electorado fundamentalmente dividido, con un empate técnico (aunque favorece levemente a la opción a favor de la permanencia). En las últimas semanas, el debate ha subido de tono y bajado de nivel (según críticos), en donde los ataques personales y las falacias argumentativas han sido el denominador común. A esto podemos añadir el lamentable y condenable asesinato de Jo Cox, parlamentaria a favor de la permanencia británica, con cierta motivación política.
Para entender un poco esta disyuntiva, veamos algunos de los argumentos que ambos bandos promulgan y los principales criticismos que se pueden formular hacia los mismos.
Quienes favorecen la salida del Reino Unido, argumentan tres puntos principales: que las regulaciones impuestas por la UE retienen el comercio de dicho país; que la membresía de la UE le cuesta millones de libras a los ciudadanos británicos y que no tienen el control total migratorio (quieren reducir el número de personas que ingresan al país). Añaden, en términos generales, que el Reino Unido ha perdido su soberanía y por lo tanto el mando de su propio destino. El punto migratorio es el más controversial y que probablemente el que juegue más en contra de dicho bando ya que deja entrever una retórica xenófoba/chauvinista, proteccionista y de un orgullo “patriotero”, muy al estilo de Trump.
Por otro lado, quienes favorecen la permanencia del Reino Unido argumentan que la UE de hecho representa una fortaleza para los británicos ya que facilita vender más al resto de Europa y que el flujo migratorio incentiva el crecimiento económico de la isla. Otro punto es el de seguridad nacional, ya que la misma se ve reforzada siendo parte de un “club” como la UE. Si bien el bando a favor de la permanencia tiene más respaldo internacional (por ejemplo de Estados Unidos, China y por supuesto la misma Unión Europea), la retórica se ha tornado por demás sentimental e idealista.
Por su misma naturaleza, un referéndum siempre da para polarización. La Unión Europea, más allá de sus inicios de carácter comercial como vía para fomentar la paz, se ha tornado en un gigante burocrático supranacional con muchos defectos. A pesar de lo anterior, parecería que los beneficios para el Reino Unido de permanecer como miembro (con status especial) son mayores de los beneficios que obtendría al retirarse. Será interesante analizar los resultados de este referéndum que pone en cuestión los pilares de la Unión Europea así como del mismo Reino Unido como lo conocemos hoy.
Jorge V. Ávila Prera
@jorgeavilaprera