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La armonía de los abuelos

Antonio Melgar
01 de agosto, 2016

La formación de los valores morales y sociales inicia desde la construcción de un hogar sólido, y esa formación la que tiene que ver con el que hacer de las personas, pues es influyente como tal, es interesante ver desde la perspectiva de ciudadano común el comportamiento en conjunto de los valores sociales y humanos, que deben ser inherentes a los postulados de vida de cada uno.

El menosprecio de estos valores nos lleva a una sociedad como la nuestra y a generar caos en nuestro actuar, desde el pensamiento personalista de que no importan los demás con tal de obtener el bienestar propio, y que lleva a reflexionar a los guatemaltecos, que de una u otra forma se han perdido ciertos valores que nuestros abuelos tenían muy claros y por supuesto los hacía convivir en una armonía diferente.

Mi abuela por ejemplo me decía; “la vida es como una jaula donde duermen la gallinas, nunca se sabe quién estará arriba de uno y quien abajo” con esto mi abuela nos daba una buena enseñanza siempre se amable con todos, y ayuda a los que puedas, nunca trates mal a nadie, no sea que un día te toque estar abajo.

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Esta enseñanza, nos demuestra que decir, buenos días, buenas tardes, buenas noches, buen provecho, pase adelante, a todos incluso aquellos que no conoces nos hace mejores, porque eso demuestra la educación que el círculo familiar da, y eso era significado de orgullo y prestigio.
Esos mandamientos o indicaciones aun son importantes, pero con el paso del tiempo dejamos de escucharlos, cada vez menos, incluso en nuestras propias casas, y empezamos a pensar en nosotros mismos como seres sin necesidad de los demás y por eso hacemos a un lado a otros sin pensar en cómo dice otro sabio refrán, “hasta de las piedras necesitamos”.
Es por eso que creo debemos cambiar, regresar a los hábitos de educación de nuestros abuelos, ya que podemos regresar a ese prestigio que ellos tanto defendían, con el buenos días, buenas tardes, buenas noches, buen provecho, pase adelante, necesita ayuda, estoy para servirle, eso sin dudar generaría una nueva forma de convivencia.
Ya que el respeto por todos nacería de nuevo y la convivencia social arrastraría a aquellos que no respetan y piensan solo en sí mismos, y que permitiría pertenecer a una sociedad que quiere regresar a la armonía que tanta falta le hace y que está cansada de la violencia, las mentiras, las intrigas y la corrupción como resultado de todos esos males.

-Las opiniones anteriormente expresadas no representan el pensamiento de este medio de comunicación

La armonía de los abuelos

Antonio Melgar
01 de agosto, 2016

La formación de los valores morales y sociales inicia desde la construcción de un hogar sólido, y esa formación la que tiene que ver con el que hacer de las personas, pues es influyente como tal, es interesante ver desde la perspectiva de ciudadano común el comportamiento en conjunto de los valores sociales y humanos, que deben ser inherentes a los postulados de vida de cada uno.

El menosprecio de estos valores nos lleva a una sociedad como la nuestra y a generar caos en nuestro actuar, desde el pensamiento personalista de que no importan los demás con tal de obtener el bienestar propio, y que lleva a reflexionar a los guatemaltecos, que de una u otra forma se han perdido ciertos valores que nuestros abuelos tenían muy claros y por supuesto los hacía convivir en una armonía diferente.

Mi abuela por ejemplo me decía; “la vida es como una jaula donde duermen la gallinas, nunca se sabe quién estará arriba de uno y quien abajo” con esto mi abuela nos daba una buena enseñanza siempre se amable con todos, y ayuda a los que puedas, nunca trates mal a nadie, no sea que un día te toque estar abajo.

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Esos mandamientos o indicaciones aun son importantes, pero con el paso del tiempo dejamos de escucharlos, cada vez menos, incluso en nuestras propias casas, y empezamos a pensar en nosotros mismos como seres sin necesidad de los demás y por eso hacemos a un lado a otros sin pensar en cómo dice otro sabio refrán, “hasta de las piedras necesitamos”.
Es por eso que creo debemos cambiar, regresar a los hábitos de educación de nuestros abuelos, ya que podemos regresar a ese prestigio que ellos tanto defendían, con el buenos días, buenas tardes, buenas noches, buen provecho, pase adelante, necesita ayuda, estoy para servirle, eso sin dudar generaría una nueva forma de convivencia.
Ya que el respeto por todos nacería de nuevo y la convivencia social arrastraría a aquellos que no respetan y piensan solo en sí mismos, y que permitiría pertenecer a una sociedad que quiere regresar a la armonía que tanta falta le hace y que está cansada de la violencia, las mentiras, las intrigas y la corrupción como resultado de todos esos males.

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