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La siguiente parada es…

Redacción
06 de agosto, 2016

La misa de envío es el evento cúspide de las Jornadas Mundiales de la Juventud. Esto porque el Santo Padre nos encomienda la tarea de regresar a casa a realizar cambios y sobre todo a vivirlos. Hay que recordar también que justo en este evento tan importante de las JMJ se anuncia la sede de la próxima jornada.

Después de superar la odisea de caminar baja el sol para llegar hasta Campus Misericordiae, logramos ubicarnos en lo que sería, junto a unos cuantos millones de personas, nuestra habitación por una noche. ¿Cansancio? Sí. ¿Incomodidad? Sí. Pero sabíamos el propósito. Se vivía una fiesta en todos los sectores de Campus Misericordiae, se sentía la hermandad y los lazos de todos los jóvenes del mundo estrechándose.

Es inevitable emocionarse a cada segundo por las actividades de la Jornada, pero fue particularmente especial el momento cuando el Papa anunció la siguiente parada de esta peregrinación de años y generaciones. PANAMÁ. En el 2019 peregrinos de todo el mundo nos reuniremos en la ciudad de Panamá para volvernos a sentir en la misma sintonía, para encontrarnos en familia de nuevo.

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En lo personal la emoción me subió a los ojos al escuchar el nombre del país. Una Jornada en las “cercanías” de Guatemala, y aunque falten tres años, es ya una bendición. El corazón se me emociona al pensar en ello.

Si bien la JMJ en Cracovia termino, la JMJ sigue en la vida de todos los peregrinos, voluntarios, sacerdotes y personas que de alguna manera siguieron el evento. Sigue siendo la tarea de todos practicar y sentir misericordia por nuestro prójimo, ser jóvenes activos y aprender a desprendernos de aquellos que nos esclaviza, soltar la carga para caminar ligeros en la vida.

Desde ya digo que vivir una JMJ no se puede explicar muy bien, pero que sin lugar a dudas es una experiencia que debe vivirse y repetirse, por eso les digo que… ¡Nos vemos en Panamá!

La siguiente parada es…

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06 de agosto, 2016

La misa de envío es el evento cúspide de las Jornadas Mundiales de la Juventud. Esto porque el Santo Padre nos encomienda la tarea de regresar a casa a realizar cambios y sobre todo a vivirlos. Hay que recordar también que justo en este evento tan importante de las JMJ se anuncia la sede de la próxima jornada.

Después de superar la odisea de caminar baja el sol para llegar hasta Campus Misericordiae, logramos ubicarnos en lo que sería, junto a unos cuantos millones de personas, nuestra habitación por una noche. ¿Cansancio? Sí. ¿Incomodidad? Sí. Pero sabíamos el propósito. Se vivía una fiesta en todos los sectores de Campus Misericordiae, se sentía la hermandad y los lazos de todos los jóvenes del mundo estrechándose.

Es inevitable emocionarse a cada segundo por las actividades de la Jornada, pero fue particularmente especial el momento cuando el Papa anunció la siguiente parada de esta peregrinación de años y generaciones. PANAMÁ. En el 2019 peregrinos de todo el mundo nos reuniremos en la ciudad de Panamá para volvernos a sentir en la misma sintonía, para encontrarnos en familia de nuevo.

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Si bien la JMJ en Cracovia termino, la JMJ sigue en la vida de todos los peregrinos, voluntarios, sacerdotes y personas que de alguna manera siguieron el evento. Sigue siendo la tarea de todos practicar y sentir misericordia por nuestro prójimo, ser jóvenes activos y aprender a desprendernos de aquellos que nos esclaviza, soltar la carga para caminar ligeros en la vida.

Desde ya digo que vivir una JMJ no se puede explicar muy bien, pero que sin lugar a dudas es una experiencia que debe vivirse y repetirse, por eso les digo que… ¡Nos vemos en Panamá!