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De la prevención de desastres y la necesidad de vivienda

Antonio Melgar
26 de septiembre, 2016

Pensar en la época lluviosa en otro país tal vez sería evocar un pensamiento romántico o de un ambiente distinto incluso un alivio, pero en Guatemala la realidad es distinta, aquí significa que se avecinan problemas y desastres de magnitudes considerables que han dejado una estela de destrucción y muerte a su paso, entre ellos lo ocurrido en El Cambray II, la Tormeta Stan en 2005 y sin dejar de lado el Huracán Mitch en 1999.
Resulta entonces preocupante la cifra recopilada por la Secretaria Ejecutiva de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres –SE-CONRED- en donde se actualizó información de puntos de riesgo expuestos a inundaciones y deslizamientos a nivel nacional, de 8 mil 200 a 10 mil 051 identificados, eso se traduce como una amenaza latente, principalmente para las familias que residen en esos lugares.
Creo que es conveniente recordar lo importante que resulta la prevención, y que últimamente se ha dejado en el olvido, pues más parece que aprendemos a reaccionar ante las condiciones que se generan, tragedias como la de el “Cambray II”, solo nos traen a la mente recuerdos de tristeza e impotencia, pues reflejan la incómoda y triste realidad de un país en donde miles viven en condiciones inseguras.
La prevención entonces resulta ser la clave para evitar que más personas mueran en este tipo de emergencias, pues si llegaran a existir los mecanismos adecuados de programas serios enfocados en la población, además de tener en cuenta la necesidad de vivienda de cada guatemalteco, podríamos generar un cambio.
Considero que hace falta la conciencia social, y que se compete como responsabilidad del Estado porque debería invertir en proyectos sostenibles para quienes tienen más necesidad, el bien común debe prevalecer y se debe eliminar el propio pues ese egoísmo nos convierte en malos ciudadanos, recordemos que son vidas las que están en peligro, y también niños que mañana serán el futuro.
Por eso tenemos que insistir en que nuestros dirigentes sean honestos, con pensamientos idóneos que tengan la intención y capacidad de mejorar las condiciones de vida de todos.
Ojala y los guatemaltecos seamos más conscientes del sufrimiento ajeno y logremos escuchar a quienes tienen necesidad, recordemos entonces cuando escuchemos la lluvia caer, que no todos tenemos las mismas oportunidades de desarrollo, y por eso, es que debemos exigir no exista corrupción, actuemos con responsabilidad y exijamos que haya más equidad para aquellos que están desprotegidos.

República.gt es ajena a la opinión expresada en este artículo

De la prevención de desastres y la necesidad de vivienda

Antonio Melgar
26 de septiembre, 2016

Pensar en la época lluviosa en otro país tal vez sería evocar un pensamiento romántico o de un ambiente distinto incluso un alivio, pero en Guatemala la realidad es distinta, aquí significa que se avecinan problemas y desastres de magnitudes considerables que han dejado una estela de destrucción y muerte a su paso, entre ellos lo ocurrido en El Cambray II, la Tormeta Stan en 2005 y sin dejar de lado el Huracán Mitch en 1999.
Resulta entonces preocupante la cifra recopilada por la Secretaria Ejecutiva de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres –SE-CONRED- en donde se actualizó información de puntos de riesgo expuestos a inundaciones y deslizamientos a nivel nacional, de 8 mil 200 a 10 mil 051 identificados, eso se traduce como una amenaza latente, principalmente para las familias que residen en esos lugares.
Creo que es conveniente recordar lo importante que resulta la prevención, y que últimamente se ha dejado en el olvido, pues más parece que aprendemos a reaccionar ante las condiciones que se generan, tragedias como la de el “Cambray II”, solo nos traen a la mente recuerdos de tristeza e impotencia, pues reflejan la incómoda y triste realidad de un país en donde miles viven en condiciones inseguras.
La prevención entonces resulta ser la clave para evitar que más personas mueran en este tipo de emergencias, pues si llegaran a existir los mecanismos adecuados de programas serios enfocados en la población, además de tener en cuenta la necesidad de vivienda de cada guatemalteco, podríamos generar un cambio.
Considero que hace falta la conciencia social, y que se compete como responsabilidad del Estado porque debería invertir en proyectos sostenibles para quienes tienen más necesidad, el bien común debe prevalecer y se debe eliminar el propio pues ese egoísmo nos convierte en malos ciudadanos, recordemos que son vidas las que están en peligro, y también niños que mañana serán el futuro.
Por eso tenemos que insistir en que nuestros dirigentes sean honestos, con pensamientos idóneos que tengan la intención y capacidad de mejorar las condiciones de vida de todos.
Ojala y los guatemaltecos seamos más conscientes del sufrimiento ajeno y logremos escuchar a quienes tienen necesidad, recordemos entonces cuando escuchemos la lluvia caer, que no todos tenemos las mismas oportunidades de desarrollo, y por eso, es que debemos exigir no exista corrupción, actuemos con responsabilidad y exijamos que haya más equidad para aquellos que están desprotegidos.

República.gt es ajena a la opinión expresada en este artículo