No sé si reír o llorar al analizar la historia política de nuestra bella Guatemala.
Con medio siglo de vida y con muchos sueños por cumplir he vivido y trabajado en un país que ha sido gobernado por una calaña de políticos y políticas oportunistas, ladrones, alcohólicos, megalómanos, socios del narcotráfico, de las maras, de los sindicatos y sindicalistas, corruptos a morir y que solo se han valido del voto comprado con láminas y fertilizantes para llegar al poder y empezar con el nepotismo y la juerga.
Han invitado inversionistas internacionales y los han convertido en sus socios, dándoles una tasa impositiva de risa y unas regalías de hambre para el país en donde la riqueza no ha sido multiplicada adecuadamente ya que es tanta la ambición que se roban hasta el último centavo.
Como bien dice el Dr. Alejandro Giammattei, en Guatemala hemos tenido gobiernos de derecha, de izquierda, civiles, militares pero no un gobierno de gente decente. Ya desde los inicios de la era democrática hasta los días presentes hemos tenido una fotocopia de gobernantes inmorales que solo se han servido del pueblo pero no lo han sacado de su atraso, han ridiculizado nuestro país y lo han saqueado y convertido en uno de los países más violentos del mundo, con un abismo enorme entre ricos y pobres; en donde la gente prefiere hacer justicia por su propia mano y linchar a los delincuentes y en redes sociales se nota el apoyo a este tipo de justicia ya que los tribunales y jueces no cumplen su función en su mayoría y el ministerio público actúa a la carta.
La guinda del pastel ha sido la noticia que la ex vicepresidenta Baldetti era una socia de los zetas y les daba vía libre para sus actividades. Ahora ustedes creen que solo ella estaba involucrada con el narcotráfico?
¿Será que Portillo, Berger, Arzú, Colom no estarían en situación similar?
Y ni hablar de los alcaldes quienes se han visto vinculados a todo tipo de fechoría junto a sus subalternos.
Y hoy nuestra bella Guatemala convertida en un circo con chistes de mal gusto y un presidente al que le gusta viajar y alejarse de las presiones de su puesto y que le encanta Netflix.
Yo sueño con un país en donde haya certeza jurídica para que las inversiones se garanticen y puedan haber fuentes de trabajo sin temor a que un grupo de campesinos decida obstruir algo que no les guste o que no entiendan su beneficio , pero que también las empresas sean dignas multiplicadoras de riqueza y amigables con el medio ambiente y que nuestros hijos reciban un país educado con acceso a la salud, la educación y la justicia en donde las penas sean duras para los delincuentes y los jóvenes puedan soñar con un futuro, que se acorte la brecha entre ricos y pobres a través del trabajo ya que si esto sigue cómo va, no dudo que pueda haber otro conflicto armado interno.
República es ajena a la opinión expresada en este artículo
No sé si reír o llorar al analizar la historia política de nuestra bella Guatemala.
Con medio siglo de vida y con muchos sueños por cumplir he vivido y trabajado en un país que ha sido gobernado por una calaña de políticos y políticas oportunistas, ladrones, alcohólicos, megalómanos, socios del narcotráfico, de las maras, de los sindicatos y sindicalistas, corruptos a morir y que solo se han valido del voto comprado con láminas y fertilizantes para llegar al poder y empezar con el nepotismo y la juerga.
Han invitado inversionistas internacionales y los han convertido en sus socios, dándoles una tasa impositiva de risa y unas regalías de hambre para el país en donde la riqueza no ha sido multiplicada adecuadamente ya que es tanta la ambición que se roban hasta el último centavo.
Como bien dice el Dr. Alejandro Giammattei, en Guatemala hemos tenido gobiernos de derecha, de izquierda, civiles, militares pero no un gobierno de gente decente. Ya desde los inicios de la era democrática hasta los días presentes hemos tenido una fotocopia de gobernantes inmorales que solo se han servido del pueblo pero no lo han sacado de su atraso, han ridiculizado nuestro país y lo han saqueado y convertido en uno de los países más violentos del mundo, con un abismo enorme entre ricos y pobres; en donde la gente prefiere hacer justicia por su propia mano y linchar a los delincuentes y en redes sociales se nota el apoyo a este tipo de justicia ya que los tribunales y jueces no cumplen su función en su mayoría y el ministerio público actúa a la carta.
La guinda del pastel ha sido la noticia que la ex vicepresidenta Baldetti era una socia de los zetas y les daba vía libre para sus actividades. Ahora ustedes creen que solo ella estaba involucrada con el narcotráfico?
¿Será que Portillo, Berger, Arzú, Colom no estarían en situación similar?
Y ni hablar de los alcaldes quienes se han visto vinculados a todo tipo de fechoría junto a sus subalternos.
Y hoy nuestra bella Guatemala convertida en un circo con chistes de mal gusto y un presidente al que le gusta viajar y alejarse de las presiones de su puesto y que le encanta Netflix.
Yo sueño con un país en donde haya certeza jurídica para que las inversiones se garanticen y puedan haber fuentes de trabajo sin temor a que un grupo de campesinos decida obstruir algo que no les guste o que no entiendan su beneficio , pero que también las empresas sean dignas multiplicadoras de riqueza y amigables con el medio ambiente y que nuestros hijos reciban un país educado con acceso a la salud, la educación y la justicia en donde las penas sean duras para los delincuentes y los jóvenes puedan soñar con un futuro, que se acorte la brecha entre ricos y pobres a través del trabajo ya que si esto sigue cómo va, no dudo que pueda haber otro conflicto armado interno.
República es ajena a la opinión expresada en este artículo