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Arrancamos el 2018 con Optimismo

Ramon Parellada
05 de enero, 2018

Comenzamos ya el año 2018 y en lo personal lo hago con mucho entusiasmo y confianza. El 2017 es ya historia y deseo que quede enb el ovlido. A pesar del gobierno, tuvimos un crecimiento económico de aproximadamente un 2.8%. Podía haber sido peor, pero creo que en este país la informalidad salva lo que el gobierno trata de impedir.

El crecimiento del 2.8% real, aunque mediocre para un país pobre como Guatemala es importante porque es positivo en aproximadamente 0.8% per cápita luego de restar el crecimiento poblacional. Y digo que a pesar del gobierno porque en el 2017, el gobierno y sus instituciones hicieron todo lo posible por frenar el crecimiento económico. Parecía que lo hacían a propósito. Que si se peleaba el presidente con el Comisionado de la Cicig, que si el Congreso emitía resoluciones conflictivas, que si los ministros tienen miedo de firmar permisos y licencias tardándose lo que quieren en hacerlo, que si el ministro de comunicaciones tiene abandonada las carreteras, que si… Y lo peor de todo tuvieron de protagonistas a nuestras flamantes Cortes, tanto de la Justicia como la de Constitucionalidad manoseando la misma Justicia y las Constitución a sus mejores intereses políticos e ideológicos para frenar en seco las inversiones multimillonarias y ahuyentar la inversión extranjera.

Pero el 2017 también tuvo algunas cosas positivas. Una de ellas fue que no se aprobara un presupuesto sobrevalorado e inflado. Se tendrá que utilizar el mismo presupuesto del 2017 en el 2018 y esto significa que los ministerios deberán frenar sus irracionales aventuras controlando más el gasto y posiblemente reduciendo personal o al menos congelar las plazas. Yo lo reduciría drásticamente favoreciendo así un ahorro que no hemos tenido en muchos años.

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El segundo aspecto positivo de 2017 fue la confirmación de la tendencia a reducirse la tasa anual de homicidios. En el 2015 cerramos con una cifra de alrededor de 29.5 homicidios por cada 100,000 habitantes. La tendencia a la baja se demostró con la cifra del 2016 que fue de 27.3 homicidios por cada 100,000 habitantes. Pero en 2017 la tendencia continu´’o disminuyendo por octavo año consecutivo a la cifra de 26.1 homicidios por cada cien mil habitantes. La tasa es aún muy elevada pero lo positivo es que la tendencia sigue disminuyendo. Como explicó Carlos Mendoza, quien desde hace años lleva estadísticas de la violencia homicida en el país, “En ocho años se bajó un 45%”. La tasa de 2017 es la misma que teníamos en el 2000. Definitivamente cada paso hacia una menor tasa de violencia homicida es positivo.

La inflación en el 2017 cerró alrededor del 4.8%. Sin embargo, un error que no se ha corregido aún y que me hace desconfiar de la cifra de la Inflación que publica el INE y el Banguat es precisamente la manipulación que ha tenido el IPC (Índice de precios) en especial en los precios de los alimentos. Las explicaciones han sido escasas y nada transparentes. Si el INE y el Banguat quieren que la gente recupere la confianza en sus cifras de inflación deberán explicar claramente de donde vienen todos sus datos y no escudarse tras el famoso “Secreto Estadístico”. Por consiguiente, esta es una materia pendiente de ambas instituciones.

El tipo de cambio se ha apreciado y creo que lo seguirá haciendo en el 2018 aunque ya el Banguat ha cedido9 a las presiones de los exportadores para a que esto no ocurra. Basta con ver que este año el Banguat compró US.$. 2,359.4 millones de dólares y además emitió bonos en dólares para recogerlos del mercado. Pienso que tenemos un tipo de cambio artificialmente devaluado. Se necesita un tipo de cambio de mercado, que no favorezca ni desfavorezca ni a un grupo ni a otro. Dado que la economía americana va cada día mejor definitivamente seguirán ingresando muchas remesas. ¿Seguirá el Banguat llenándose de dólares y creando una nueva bomba monetaria?

Este año debería ser el año de la recuperación de la confianza perdida. Sin confianza no hay avances posibles. Todos tienen desconfianza de todos. El Congreso no termina de funcionar. Una sugerencia par los diputados es que deroguen todas esas leyes y regulaciones que impiden nuestro crecimiento económico. ¿Se podrán poner de acuerdo? Y que el presidente presiones a los ministros a ser austeros, cerrar departamentos y emitir las leyes y permisos en forma expedita. Que se arriesguen. No podemos esperar más. Mientras más esperamos más pobreza se genera en el país. Y lo ideal sería eliminar esos permisos y leyes, pero mientras eso llega que los emitan sin tanto trámite ni demora. Recuperar la confianza será tener también las elecciones de un fiscal que vea la Justicia imparcialmente, no sólo selectivamente como ha ocurrido hasta ahora. Creo que si podremos ponernos de acuerdo en esto.

Quiero creer que este 2018 será diferente al 2017, que será un año de confianza, que no podemos perder más tiempo y que se reducirá la injerencia del gobierno en los asuntos privados. ¿Podemos creer positivamente en esto? Yo quiero creerlo…

Que tengan un positivo inicio de año, lleno de energía y confianza.

República es ajena a la opinión expresada en este artículo

Arrancamos el 2018 con Optimismo

Ramon Parellada
05 de enero, 2018

Comenzamos ya el año 2018 y en lo personal lo hago con mucho entusiasmo y confianza. El 2017 es ya historia y deseo que quede enb el ovlido. A pesar del gobierno, tuvimos un crecimiento económico de aproximadamente un 2.8%. Podía haber sido peor, pero creo que en este país la informalidad salva lo que el gobierno trata de impedir.

El crecimiento del 2.8% real, aunque mediocre para un país pobre como Guatemala es importante porque es positivo en aproximadamente 0.8% per cápita luego de restar el crecimiento poblacional. Y digo que a pesar del gobierno porque en el 2017, el gobierno y sus instituciones hicieron todo lo posible por frenar el crecimiento económico. Parecía que lo hacían a propósito. Que si se peleaba el presidente con el Comisionado de la Cicig, que si el Congreso emitía resoluciones conflictivas, que si los ministros tienen miedo de firmar permisos y licencias tardándose lo que quieren en hacerlo, que si el ministro de comunicaciones tiene abandonada las carreteras, que si… Y lo peor de todo tuvieron de protagonistas a nuestras flamantes Cortes, tanto de la Justicia como la de Constitucionalidad manoseando la misma Justicia y las Constitución a sus mejores intereses políticos e ideológicos para frenar en seco las inversiones multimillonarias y ahuyentar la inversión extranjera.

Pero el 2017 también tuvo algunas cosas positivas. Una de ellas fue que no se aprobara un presupuesto sobrevalorado e inflado. Se tendrá que utilizar el mismo presupuesto del 2017 en el 2018 y esto significa que los ministerios deberán frenar sus irracionales aventuras controlando más el gasto y posiblemente reduciendo personal o al menos congelar las plazas. Yo lo reduciría drásticamente favoreciendo así un ahorro que no hemos tenido en muchos años.

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El segundo aspecto positivo de 2017 fue la confirmación de la tendencia a reducirse la tasa anual de homicidios. En el 2015 cerramos con una cifra de alrededor de 29.5 homicidios por cada 100,000 habitantes. La tendencia a la baja se demostró con la cifra del 2016 que fue de 27.3 homicidios por cada 100,000 habitantes. Pero en 2017 la tendencia continu´’o disminuyendo por octavo año consecutivo a la cifra de 26.1 homicidios por cada cien mil habitantes. La tasa es aún muy elevada pero lo positivo es que la tendencia sigue disminuyendo. Como explicó Carlos Mendoza, quien desde hace años lleva estadísticas de la violencia homicida en el país, “En ocho años se bajó un 45%”. La tasa de 2017 es la misma que teníamos en el 2000. Definitivamente cada paso hacia una menor tasa de violencia homicida es positivo.

La inflación en el 2017 cerró alrededor del 4.8%. Sin embargo, un error que no se ha corregido aún y que me hace desconfiar de la cifra de la Inflación que publica el INE y el Banguat es precisamente la manipulación que ha tenido el IPC (Índice de precios) en especial en los precios de los alimentos. Las explicaciones han sido escasas y nada transparentes. Si el INE y el Banguat quieren que la gente recupere la confianza en sus cifras de inflación deberán explicar claramente de donde vienen todos sus datos y no escudarse tras el famoso “Secreto Estadístico”. Por consiguiente, esta es una materia pendiente de ambas instituciones.

El tipo de cambio se ha apreciado y creo que lo seguirá haciendo en el 2018 aunque ya el Banguat ha cedido9 a las presiones de los exportadores para a que esto no ocurra. Basta con ver que este año el Banguat compró US.$. 2,359.4 millones de dólares y además emitió bonos en dólares para recogerlos del mercado. Pienso que tenemos un tipo de cambio artificialmente devaluado. Se necesita un tipo de cambio de mercado, que no favorezca ni desfavorezca ni a un grupo ni a otro. Dado que la economía americana va cada día mejor definitivamente seguirán ingresando muchas remesas. ¿Seguirá el Banguat llenándose de dólares y creando una nueva bomba monetaria?

Este año debería ser el año de la recuperación de la confianza perdida. Sin confianza no hay avances posibles. Todos tienen desconfianza de todos. El Congreso no termina de funcionar. Una sugerencia par los diputados es que deroguen todas esas leyes y regulaciones que impiden nuestro crecimiento económico. ¿Se podrán poner de acuerdo? Y que el presidente presiones a los ministros a ser austeros, cerrar departamentos y emitir las leyes y permisos en forma expedita. Que se arriesguen. No podemos esperar más. Mientras más esperamos más pobreza se genera en el país. Y lo ideal sería eliminar esos permisos y leyes, pero mientras eso llega que los emitan sin tanto trámite ni demora. Recuperar la confianza será tener también las elecciones de un fiscal que vea la Justicia imparcialmente, no sólo selectivamente como ha ocurrido hasta ahora. Creo que si podremos ponernos de acuerdo en esto.

Quiero creer que este 2018 será diferente al 2017, que será un año de confianza, que no podemos perder más tiempo y que se reducirá la injerencia del gobierno en los asuntos privados. ¿Podemos creer positivamente en esto? Yo quiero creerlo…

Que tengan un positivo inicio de año, lleno de energía y confianza.

República es ajena a la opinión expresada en este artículo