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Pedir fiado y quedarse el vuelto

Redacción
14 de octubre, 2018

Jimmy Morales, flamante presidente de Guatemala, se ha vuelto experto en circo. Es capaz de decir cualquier payasada ante el vicepresidente, Secretario de Estado y Secretaria de Seguridad Nacional de los Estados Unidos, así como diplomáticos y funcionarios centroamericanos, con tal de evitar que veamos más allá de la cortina de humo hacia lo que realmente importa.

Brillante como siempre, Morales anunció ante altos funcionarios del gobierno de Estados Unidos que su gobierno había sido capaz de capturar a cien miembros de ISIS, uno de los grupos terroristas más temidos alrededor del mundo y que probablemente tengan cero interés en aparecerse por Guatemala.

La noticia causó furor en redes sociales y es de lo que se habla sobre el presidente. Lo malo (además de que todos sabemos que es una flagrante mentira) es que sirvió para esconder una noticia preocupante: Jimmy Morales aprovechó la visita a tierra norteamericana para solicitar apoyo en conseguir un préstamo de $15.000 millones del Banco Mundial o del Banco Interamericano de Desarrollo para una serie de proyectos de infraestructura e instalaciones de seguridad en las fronteras guatemaltecas.

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Vamos a señalar un par de cosas:

Hace poco se desveló que las camionetas Jeep J8 donadas por los Estados Unidos para control fronterizo antinarcóticos fueron indebidamente utilizados para amedrentar a los enemigos directos del gobierno. Independientemente de las posturas de unos y otros, es importante señalar que mientras eso sucede, no hay disminución de trasiego de drogas o de violencia del narco. Nuestra política antinarcótica no sólo es inútil. Además de eso, los recursos a ella destinados se usan para intereses espurios.

Aún así, el gobierno tiene el descaro de solicitar a los estados Unidos ayuda para conseguir aumentar la deuda externa. Hay quienes serían capaces de aducir que el aumento del gasto público sería ideal para ver mejoras en servicios, pero nuestro mediocre gobierno no se asoma ni a eso.

La ejecución del presupuesto mediocre. El dinero destinado para cumplir las actuales funciones del gobierno no se está utilizando para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos (cuestionable competencia del gobierno). No obstante, el dinero sí se está usando. Solo que no para intereses legítimos. En nuestro caso particular, el aumento de la deuda externa no tiene ningún respaldo. ¿O hay algo que nos garantice que el presupuesto y los préstamos al Estado se discuten y aprueban en virtud de nuestras necesidades como sociedad?

Usualmente, los gobiernos solamente pueden gastar aquello que reciben como recaudación tributaria. Todo lo que esté por encima de eso tendrá que ser por préstamos. Pero nuestro caso no es ese: no tenemos una recaudación tributaria eficiente, ni ejecución del presupuesto eficiente. En ese sentido, un préstamos resulta inverosímil.

Un cheque más grande no garantiza mejores servicios. Un gobierno incapaz de garantizar seguridad, justicia, infraestructura, no lo será porque reciba más dinero. Podemos rezongar por el robo de nuestro dinero (que sí, tenemos derecho a hacerlo) o podemos participar propositivamente en los espacios donde se discute el futuro de nuestra nación. Desde cuestionar a los funcionarios a través de sus redes sociales y exigir respuestas, hasta participar en iniciativas de grupos de sociedad civil que buscan transformar la realidad. ¿Sabemos, por ejemplo, algo de las actuales reformas a la Ley Electoral y de Partidos Políticos? ¿Estamos de acuerdo? ¿Qué haremos al respecto? Quedarnos callados es ser cómplices de aquellos que tienen la obligación de respondernos a nosotros.

República es ajena a la opinión expresada en este artículo

Pedir fiado y quedarse el vuelto

Redacción
14 de octubre, 2018

Jimmy Morales, flamante presidente de Guatemala, se ha vuelto experto en circo. Es capaz de decir cualquier payasada ante el vicepresidente, Secretario de Estado y Secretaria de Seguridad Nacional de los Estados Unidos, así como diplomáticos y funcionarios centroamericanos, con tal de evitar que veamos más allá de la cortina de humo hacia lo que realmente importa.

Brillante como siempre, Morales anunció ante altos funcionarios del gobierno de Estados Unidos que su gobierno había sido capaz de capturar a cien miembros de ISIS, uno de los grupos terroristas más temidos alrededor del mundo y que probablemente tengan cero interés en aparecerse por Guatemala.

La noticia causó furor en redes sociales y es de lo que se habla sobre el presidente. Lo malo (además de que todos sabemos que es una flagrante mentira) es que sirvió para esconder una noticia preocupante: Jimmy Morales aprovechó la visita a tierra norteamericana para solicitar apoyo en conseguir un préstamo de $15.000 millones del Banco Mundial o del Banco Interamericano de Desarrollo para una serie de proyectos de infraestructura e instalaciones de seguridad en las fronteras guatemaltecas.

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Hace poco se desveló que las camionetas Jeep J8 donadas por los Estados Unidos para control fronterizo antinarcóticos fueron indebidamente utilizados para amedrentar a los enemigos directos del gobierno. Independientemente de las posturas de unos y otros, es importante señalar que mientras eso sucede, no hay disminución de trasiego de drogas o de violencia del narco. Nuestra política antinarcótica no sólo es inútil. Además de eso, los recursos a ella destinados se usan para intereses espurios.

Aún así, el gobierno tiene el descaro de solicitar a los estados Unidos ayuda para conseguir aumentar la deuda externa. Hay quienes serían capaces de aducir que el aumento del gasto público sería ideal para ver mejoras en servicios, pero nuestro mediocre gobierno no se asoma ni a eso.

La ejecución del presupuesto mediocre. El dinero destinado para cumplir las actuales funciones del gobierno no se está utilizando para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos (cuestionable competencia del gobierno). No obstante, el dinero sí se está usando. Solo que no para intereses legítimos. En nuestro caso particular, el aumento de la deuda externa no tiene ningún respaldo. ¿O hay algo que nos garantice que el presupuesto y los préstamos al Estado se discuten y aprueban en virtud de nuestras necesidades como sociedad?

Usualmente, los gobiernos solamente pueden gastar aquello que reciben como recaudación tributaria. Todo lo que esté por encima de eso tendrá que ser por préstamos. Pero nuestro caso no es ese: no tenemos una recaudación tributaria eficiente, ni ejecución del presupuesto eficiente. En ese sentido, un préstamos resulta inverosímil.

Un cheque más grande no garantiza mejores servicios. Un gobierno incapaz de garantizar seguridad, justicia, infraestructura, no lo será porque reciba más dinero. Podemos rezongar por el robo de nuestro dinero (que sí, tenemos derecho a hacerlo) o podemos participar propositivamente en los espacios donde se discute el futuro de nuestra nación. Desde cuestionar a los funcionarios a través de sus redes sociales y exigir respuestas, hasta participar en iniciativas de grupos de sociedad civil que buscan transformar la realidad. ¿Sabemos, por ejemplo, algo de las actuales reformas a la Ley Electoral y de Partidos Políticos? ¿Estamos de acuerdo? ¿Qué haremos al respecto? Quedarnos callados es ser cómplices de aquellos que tienen la obligación de respondernos a nosotros.

República es ajena a la opinión expresada en este artículo