Para poder caminar hacia un mejor futuro para los guatemaltecos, es fundamental pensar en el reto que conlleva vivir (y convivir) en la ciudad. La ciudad de Guatemala es el destino migratorio de muchos guatemaltecos que habitan en otros departamentos del país. ¿Qué necesitamos, entonces, de la persona que lidere la alcaldía capitalina a partir del 2020? Quizá es tanto importante como urgente, liderar un plan estratégico que le permita a la ciudadanía ser co partícipe del diseño urbano de la ciudad, en donde el principal objetivo sea dignificar la vida de todos lo que la habitan.

El diseño, en general, está fundamentalmente asentado sobre la dignidad de la persona y los derechos humanos. Y el diseño urbano no es una excepción. Por esta razón, las ciudades deben estar diseñadas por y para los ciudadanos, siendo este un principio rector del diseño – centrarse principalmente en la persona, valorando su dignidad y ofreciendo lo mejor para su desarrollo humano integral–. ¿Cómo podemos aspirar a lograrlo? Una de las principales y más importantes formas, es la creación de políticas públicas municipales entre políticos, instituciones y ciudadanos. El diseño centrado en la persona surge de procesos colaborativos entre los distintos actores de la situación, entre todos los stakeholders. Y es que sí, el diseño está en todos lados… hasta en la política.

El empoderamiento de la ciudadanía es una demanda que viene extendiéndose de manera cada vez más intensa desde principios de siglo[1]. Y no es solo que la ciudadanía quiere ser escuchada, sino que ahora es más fácil hacerse escuchar, a través de la tecnología. ¿De qué manera puede y debe la municipalidad utilizar este recurso para mejorar la vida urbana? ¿Cómo podemos participar activamente en conjunto con los políticos e instituciones, para mejorar el diseño de la ciudad? El incremento de espacios públicos adecuados a las necesidades de los habitantes de cada distrito, pensados para incrementar el diálogo entre todos los actores del municipio, favoreciendo la transparencia y la rendición de cuentas y el uso de las nuevas tecnologías para hacer más interactiva y sencilla la participación ciudadana son los puntos principales para mejorar el empoderamiento de las ciudades y sus habitantes.[2]

El diseño, en general, debe evolucionar desde la “forma y la función”, hacia “la forma y el contenido”. Por tanto, un buen ejercicio para fortalecer la gobernanza ciudadana y la participación activa de los guatemaltecos en la vida política del país, es empezar a generar espacios colaborativos entre políticos, instituciones y ciudadanos, para aprehender el contenido y significado del diseño y la planificación urbana.

La ciudad es de los ciudadanos, no de los políticos ni de las instituciones. Por tal razón, todo lo concerniente a la ciudad debe ser creado por y para los ciudadanos, en colaboración con los políticos y las instituciones. Necesitamos una alcaldía que comprenda esto, y lo traduzca a su trabajo diario, a sus directrices, a su plan de trabajo estratégico y a sus acciones cotidianas.  Ese es el gran reto.

[1] Urbanismo y democracia: https://elordenmundial.com/urbanismo-y-democracia/

[2] Ídem.

República es ajena a la opinión expresada en este artículo