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Un esfuerzo exitoso para la educación nacional

Diana Brown
30 de octubre, 2018

“Tu mismo debes ser el cambio que quieres ver en el mundo”,                                                                                                                                                          Gandhi

El miércoles 24 de noviembre en la ciudad de Antigua Guatemala, cuatro grupos de estudiantes de los grados de cuarto, quinto y sexto de primaria del sector público de educación presentaron proyectos en la culminación  del programa Design for Change, Guatemala, 2018 patrocinado por Fundación Telefónica de Guatemala.

Design for Change es un programa creado en la India; es un movimiento global que permite un aprendizaje vivencial bajo una estructura que llaman Sentir-imaginar-hacer-compartir (Feel-share-imagine-do, FIDS) que promueve la adquisición de las destrezas del siglo veintiuno por medio del aprendizaje colaborativo. Design thinking es la inspiración original, y la metodología se implementa en cinco etapas: siente, imagina, actúa, evalúa y comparte.

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Siente implica la percepción de un problema observado en la comunidad, cómo afecta a toda la población en todos los aspectos posibles. El paso siguiente es imaginar, crear una solución que pueda resolver ese problema por medio de lluvia de ideas, compartiendo posibilidades hasta consensuar en la solución ideal.  Actúa, ya después de una planeación que abarque la previsión y provisión de los recursos de todo tipo, y los medios de conseguirlos si es que no fueran de fácil acceso. El cuarto paso es ya la integración de una evaluación del impacto, el proceso y la solución del problema, tanto como el resultado final y su proyección hacia el futuro. Y como cierre, la última etapa es compartir,   dar a conocer la experiencia, los errores cometidos y las lecciones aprendidas y como se pudiera replicar la experiencia para el bienestar de más comunidades.

Esta metodología práctica  permite la adquisición y perfeccionamiento de las destrezas del siglo veintiuno: habilidades de comunicación, liderazgo, motivación, percepción de las necesidades de los demás, auto evaluación,  trabajo en equipo, pensamiento critico, poderes de análisis, la aplicación de habilidades administrativas, como la planificación tanto temporal como financiera, asignación de tareas, supervisión de lo efectuado, y evaluación de los resultados.

Esta metodología combina Aprendizaje Basado en Proyectos, el Aprendizaje vivencial de John Dewey, el constructivismo de Jean Piaget, el aprendizaje significativo  de Ausubel, el andamiaje y la zona de desarrollo próximo de Vygotsky, el aprendizaje de la vida práctica de María Montessori, y cuantas más teorías de pedagogos/filósofos que se han comentado en este espacio, que son los mapas de ruta de la formación integral de persona, a través de la resolución de problemas. El proceso educativo no es el traslado de información de una persona a otra; es la experiencia de la interiorización del conocimiento, volviéndolo propio por medio de la experimentación.

Los grupos de niños que participaron el Festival de Proyectos de Design for Change fueron representantes de muchos otros grupos. Los cuatro proyectos, uno acerca del cuidado de las personas de la tercera edad, otro en la prevención de bullying y dos proyectos sobre la protección del medio ambiente, cumplieron al pie de la letra los pasos de la metodología. Expusieron verbalmente la experiencia grupal con propiedad y además desarrollaron un video de doce minutos que retraba el proceso vivido.

Indistintamente del grupo que fue elegido como destacado, todos los integrantes de todos los grupos lo fueron. Los docentes se capacitaron en breves etapas; el proceso de formación de la metodología en el aula es de aproximadamente  cuatro meses; y a pesar de la brevedad de capacitación docente y la convivencia estudiantil,  la validez del proceso es obvio por el brillo de satisfacción en los ojos de los niños, y el orgullo sano por los logros alcanzados para su comunidad.

No solo los alumnos aprenden y se benefician; los docentes adquieren otra visión del proceso educativo y la vocación se refresca con otra perspectiva  y modalidad  de entrega.

Las iniciativas de fundaciones y organizaciones no gubernamentales demuestran que la combinación público privada es posible, y con extraordinarios resultados. Colocando como meta única el aprendizaje de los alumnos, con el compromiso sincero hacia el proceso educativo, todo es posible. La voluntad es el impulso; la vocación es el constante.  Fundación Telefónica puso un gran ejemplo.

República es ajena a la opinión expresada en este artículo

Un esfuerzo exitoso para la educación nacional

Diana Brown
30 de octubre, 2018

“Tu mismo debes ser el cambio que quieres ver en el mundo”,                                                                                                                                                          Gandhi

El miércoles 24 de noviembre en la ciudad de Antigua Guatemala, cuatro grupos de estudiantes de los grados de cuarto, quinto y sexto de primaria del sector público de educación presentaron proyectos en la culminación  del programa Design for Change, Guatemala, 2018 patrocinado por Fundación Telefónica de Guatemala.

Design for Change es un programa creado en la India; es un movimiento global que permite un aprendizaje vivencial bajo una estructura que llaman Sentir-imaginar-hacer-compartir (Feel-share-imagine-do, FIDS) que promueve la adquisición de las destrezas del siglo veintiuno por medio del aprendizaje colaborativo. Design thinking es la inspiración original, y la metodología se implementa en cinco etapas: siente, imagina, actúa, evalúa y comparte.

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Siente implica la percepción de un problema observado en la comunidad, cómo afecta a toda la población en todos los aspectos posibles. El paso siguiente es imaginar, crear una solución que pueda resolver ese problema por medio de lluvia de ideas, compartiendo posibilidades hasta consensuar en la solución ideal.  Actúa, ya después de una planeación que abarque la previsión y provisión de los recursos de todo tipo, y los medios de conseguirlos si es que no fueran de fácil acceso. El cuarto paso es ya la integración de una evaluación del impacto, el proceso y la solución del problema, tanto como el resultado final y su proyección hacia el futuro. Y como cierre, la última etapa es compartir,   dar a conocer la experiencia, los errores cometidos y las lecciones aprendidas y como se pudiera replicar la experiencia para el bienestar de más comunidades.

Esta metodología práctica  permite la adquisición y perfeccionamiento de las destrezas del siglo veintiuno: habilidades de comunicación, liderazgo, motivación, percepción de las necesidades de los demás, auto evaluación,  trabajo en equipo, pensamiento critico, poderes de análisis, la aplicación de habilidades administrativas, como la planificación tanto temporal como financiera, asignación de tareas, supervisión de lo efectuado, y evaluación de los resultados.

Esta metodología combina Aprendizaje Basado en Proyectos, el Aprendizaje vivencial de John Dewey, el constructivismo de Jean Piaget, el aprendizaje significativo  de Ausubel, el andamiaje y la zona de desarrollo próximo de Vygotsky, el aprendizaje de la vida práctica de María Montessori, y cuantas más teorías de pedagogos/filósofos que se han comentado en este espacio, que son los mapas de ruta de la formación integral de persona, a través de la resolución de problemas. El proceso educativo no es el traslado de información de una persona a otra; es la experiencia de la interiorización del conocimiento, volviéndolo propio por medio de la experimentación.

Los grupos de niños que participaron el Festival de Proyectos de Design for Change fueron representantes de muchos otros grupos. Los cuatro proyectos, uno acerca del cuidado de las personas de la tercera edad, otro en la prevención de bullying y dos proyectos sobre la protección del medio ambiente, cumplieron al pie de la letra los pasos de la metodología. Expusieron verbalmente la experiencia grupal con propiedad y además desarrollaron un video de doce minutos que retraba el proceso vivido.

Indistintamente del grupo que fue elegido como destacado, todos los integrantes de todos los grupos lo fueron. Los docentes se capacitaron en breves etapas; el proceso de formación de la metodología en el aula es de aproximadamente  cuatro meses; y a pesar de la brevedad de capacitación docente y la convivencia estudiantil,  la validez del proceso es obvio por el brillo de satisfacción en los ojos de los niños, y el orgullo sano por los logros alcanzados para su comunidad.

No solo los alumnos aprenden y se benefician; los docentes adquieren otra visión del proceso educativo y la vocación se refresca con otra perspectiva  y modalidad  de entrega.

Las iniciativas de fundaciones y organizaciones no gubernamentales demuestran que la combinación público privada es posible, y con extraordinarios resultados. Colocando como meta única el aprendizaje de los alumnos, con el compromiso sincero hacia el proceso educativo, todo es posible. La voluntad es el impulso; la vocación es el constante.  Fundación Telefónica puso un gran ejemplo.

República es ajena a la opinión expresada en este artículo