Política
Política
Empresa
Empresa
Investigación y Análisis
Investigación y Análisis
Internacional
Internacional
Opinión
Opinión
Inmobiliaria
Inmobiliaria
Agenda Empresarial
Agenda Empresarial

Fuertes y extraordinarias: ¡Sigamos avanzando!

María Renée Estrada
05 de marzo, 2018

¿Quién eres tú, mujer? ¿Qué haces? ¿A qué te dedicas? ¿Cuáles son tus más grandes sueños y anhelos? ¿Cuáles son tus miedos y tristezas? ¿Qué te hace reír? ¿Qué te hace llorar? Y es que todas somos distintas, eso es una realidad ¡Es imposible encasillarnos! Y como todo ser humano, todas y cada una somos valiosas e irrepetibles. Somos fuertes, algunas externamente pero todas internamente. Pero no solo somos fuertes, somos extraordinarias.

Tú, que te levantas todos los días para dar lo mejor de ti. Desde un negocio propio, liderando un equipo, una alta gerencia y quizá sumado a eso una familia. Que aportas desde tu trabajo para construir una mejor sociedad, una mejor Guatemala, para los tuyos y todos los demás. Tú que descansas poco, pero disfrutas del trabajo más que nadie. Que sonríes ante nuevos retos, nuevas metas, nuevos sueños. Gracias, ¡tu trabajo es valioso!

Tú que rompes los esquemas, que escalas montañas, que dejas correr la adrenalina por todo tu ser, que apagas incendios, salvas vidas, exploras el mar o reparas automóviles. Tú, que cuentas los días para gozarte la Fórmula 1, el CrossFit Open, el mundial de fútbol, las Olimpiadas o subirte a la moto. Que construyes una mejor sociedad a través del activisimo social. Tú, que disfrutas de tu propia compañía, leer un buen libro, viajar, el arte, estudiar y trabajar por una mejor Guatemala. Tú que aspiras a un Nobel de física, a erradicar la desnutrición en el país, re construir la clase política o salvar el lago. ¡Gracias por compartir con el mundo quien eres, porque no hay nadie más como tú!    

SUSCRIBITE A NUESTRO NEWSLETTER

Tú, que te dedicas al 100% a tu familia. Tus horas, tus días, tus noches y madrugadas. Tú que encontraste una posición laboral que no cualquiera entiende, exclusivamente como esposa y madre, quizá ahora como abuela, pero que te hace sentir realizada en un millón de formas distintas. Que trabajas mano a mano y hombro a hombro junto a tu esposo. Que fuiste cuna durante 9 meses, o quizá la cuna fue tu corazón. Que has llevado a tus hijos de la mano desde el día cero, acompañándolos y guiandolos hacia el camino de la excelencia. Tú que has reído y has llorado, que has sufrido y has gozado, que has perdido y has ganado. El mundo es mejor, porque aquí estás tú… para ti misma, y para los demás. Tu vida, tu entrega y tu amor hacia los demás, son un regalo con valor incalculable. Las sociedades se construyen a través de la familia, ¡gran papel el que estás desempeñando!  

Tú, que por momentos te sientes sola o sin rumbo. Que en ocasiones no sabes hacia dónde vas o si tiene sentido lo que estás haciendo. Que sufres en silencio pero no te dejas abatir. El mundo te necesita, necesita de ti y de quien eres. En una sociedad donde antes era impensable que una mujer participara, opinara o siquiera hablara… ¡aquí estás! ¡Aquí estamos! Y vamos para adelante.

Nosotras, que tenemos tantas capacidades como granos de arena en el mar. Que somos libres de elegir lo mejor y verdadero, lo que nos da plenitud, lo que nos llena como personas, como mujeres. Que hemos sido víctimas de distintos de tipos violencia, y hemos resurgido de las cenizas como el ave fénix.  Que hemos callado en tantas ocasiones por miedo, que hemos sufrido injusticia y nos hemos angustiado por el dolor de los demás. Esta carta es para nosotras, las fuertes, las extraordinarias. Que con nuestra vida, nuestro trabajo y nuestro corazón podamos seguir siendo cuna para toda la humanidad. Que en conjunto con ellos, los que quieren trabajar por y con nosotras, podamos construir un mundo mejor, más fuerte, más seguro.

El mundo no necesita lo que las mujeres tenemos, el mundo necesita lo que las mujeres somos.  Que nada nos detenga; juntos ¡sigamos avanzando!

República es ajena a la opinión expresada en este artículo

Fuertes y extraordinarias: ¡Sigamos avanzando!

María Renée Estrada
05 de marzo, 2018

¿Quién eres tú, mujer? ¿Qué haces? ¿A qué te dedicas? ¿Cuáles son tus más grandes sueños y anhelos? ¿Cuáles son tus miedos y tristezas? ¿Qué te hace reír? ¿Qué te hace llorar? Y es que todas somos distintas, eso es una realidad ¡Es imposible encasillarnos! Y como todo ser humano, todas y cada una somos valiosas e irrepetibles. Somos fuertes, algunas externamente pero todas internamente. Pero no solo somos fuertes, somos extraordinarias.

Tú, que te levantas todos los días para dar lo mejor de ti. Desde un negocio propio, liderando un equipo, una alta gerencia y quizá sumado a eso una familia. Que aportas desde tu trabajo para construir una mejor sociedad, una mejor Guatemala, para los tuyos y todos los demás. Tú que descansas poco, pero disfrutas del trabajo más que nadie. Que sonríes ante nuevos retos, nuevas metas, nuevos sueños. Gracias, ¡tu trabajo es valioso!

Tú que rompes los esquemas, que escalas montañas, que dejas correr la adrenalina por todo tu ser, que apagas incendios, salvas vidas, exploras el mar o reparas automóviles. Tú, que cuentas los días para gozarte la Fórmula 1, el CrossFit Open, el mundial de fútbol, las Olimpiadas o subirte a la moto. Que construyes una mejor sociedad a través del activisimo social. Tú, que disfrutas de tu propia compañía, leer un buen libro, viajar, el arte, estudiar y trabajar por una mejor Guatemala. Tú que aspiras a un Nobel de física, a erradicar la desnutrición en el país, re construir la clase política o salvar el lago. ¡Gracias por compartir con el mundo quien eres, porque no hay nadie más como tú!    

SUSCRIBITE A NUESTRO NEWSLETTER

Tú, que te dedicas al 100% a tu familia. Tus horas, tus días, tus noches y madrugadas. Tú que encontraste una posición laboral que no cualquiera entiende, exclusivamente como esposa y madre, quizá ahora como abuela, pero que te hace sentir realizada en un millón de formas distintas. Que trabajas mano a mano y hombro a hombro junto a tu esposo. Que fuiste cuna durante 9 meses, o quizá la cuna fue tu corazón. Que has llevado a tus hijos de la mano desde el día cero, acompañándolos y guiandolos hacia el camino de la excelencia. Tú que has reído y has llorado, que has sufrido y has gozado, que has perdido y has ganado. El mundo es mejor, porque aquí estás tú… para ti misma, y para los demás. Tu vida, tu entrega y tu amor hacia los demás, son un regalo con valor incalculable. Las sociedades se construyen a través de la familia, ¡gran papel el que estás desempeñando!  

Tú, que por momentos te sientes sola o sin rumbo. Que en ocasiones no sabes hacia dónde vas o si tiene sentido lo que estás haciendo. Que sufres en silencio pero no te dejas abatir. El mundo te necesita, necesita de ti y de quien eres. En una sociedad donde antes era impensable que una mujer participara, opinara o siquiera hablara… ¡aquí estás! ¡Aquí estamos! Y vamos para adelante.

Nosotras, que tenemos tantas capacidades como granos de arena en el mar. Que somos libres de elegir lo mejor y verdadero, lo que nos da plenitud, lo que nos llena como personas, como mujeres. Que hemos sido víctimas de distintos de tipos violencia, y hemos resurgido de las cenizas como el ave fénix.  Que hemos callado en tantas ocasiones por miedo, que hemos sufrido injusticia y nos hemos angustiado por el dolor de los demás. Esta carta es para nosotras, las fuertes, las extraordinarias. Que con nuestra vida, nuestro trabajo y nuestro corazón podamos seguir siendo cuna para toda la humanidad. Que en conjunto con ellos, los que quieren trabajar por y con nosotras, podamos construir un mundo mejor, más fuerte, más seguro.

El mundo no necesita lo que las mujeres tenemos, el mundo necesita lo que las mujeres somos.  Que nada nos detenga; juntos ¡sigamos avanzando!

República es ajena a la opinión expresada en este artículo