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Los simbolismos del Japón

Jorge Alvarado
29 de junio, 2018

Para los estudiosos de la semiótica (estudio de los signos) es simplemente el paraíso porque identificamos y encontramos en los detalles un sinfín de simbolismos e indicios dignos de admirar e incluso de imitar. No conozco a personas que hayan visitado Japón y que su vida no haya sido marcada por la buena vibra y una espiritualidad tan fuerte. Quizás para algunos podría estar exagerando, pero Japón es de aquellos lugares que para quienes prestan atención no puede pasar desapercibido. Todos deberían visitar Japón por todos los lugares hermosos que tiene, pero, sobre todo, porque sería inevitable aprendiéramos mucho.

Desde célebres artistas como Juan Luis Guerra quien inmortalizó a Japón en una de sus canciones “Una bachata en Fukuoka” hasta personajes como el recién fallecido Chef Antonhy Bourdain quien describió a Tokio como su ciudad y lugar favorito y a Japón como un país único y lleno de buena vibra. La sociedad nipona es productora de diversos premios nobel, como el admirado Kenzaburō Ōe premio nobel de literatura en 1,994 que tiene una historia basada en su hijo sumamente inspiradora.

Uno de sus simbolismos más comunes es los “Torii” (鳥居). Esos arcos que encontramos en muchos lugares, sobre todo en los templos o cementerios. Para la religión Shintoista, esos arcos significan una puerta hacia lo divino, lo sagrado ylo espiritual. Cada vez que estos arcos aparecen significa que está a punto de cruzar hacia algo sagrado. Es como esa transición de lo profano a lo sagrado y es considerado como ingresar al mundo de los dioses. De esa magnitud, es el significado que tiene atravesar uno de los muchos arcos que se encuentra en Japón. Otra de las cosas importantes de anotar es que antes de entrar en un arco “Torii” se debe hacer una pequeña venia (reverencia), en señal de respeto. Jamás se debe pasar por el medio, sino por la orilla.

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Japón es un país en el que se pone en práctica los cinco sentidos porque todo lo que se ve y lo que escucha es “polisémico”, o sea, tiene varios significados. Su ordenamiento territorial y urbano es simplemente perfecto. Rápidamente puede sorprender porque en las gradas eléctricas todos van pegados a la derecha, dejando libre el lado de la izquierda. Esto es así para que quien va de prisa pase rápidamente. En verdad es impresionante.

Los japoneses son personas extraordinarias porque a diferencia de una persona ordinaria, siempre dan ese “extra” que siempre marca la diferencia. Quizás allí radica uno de los secretos de su éxito en todo lo que hacen. Aparte de ser una sociedad basada en el estudio, la comprensión e implementación cotidiana de los valores.

Por donde lo quiera ver siempre encontrará un significado simbólico para cada cosa. Por ejemplo, “Hanami” que es una tradición japonesa de ir con la familia a disfrutar el florecimiento del “Sakura” o “Árbol de Cerezo” o como le dicen los estadounidenses “Cherry Blossom” en los parques, templos, orillas de ríos y todos aquellos lugares en donde se puedan apreciar. Esta actividad del “Hanami” puede ser caminando o en un pic nic, pues lo más importante es apreciar la belleza del “Sakiura” que es sinónimo de Paz, aunque sea por corto tiempo.

Hablemos de dos buenas costumbres de los japoneses como el “Omiyage” una palabra llena de significado simbólico y que se puede traducir como “souvenir”. Esta costumbre se basa en darle a los compañeros de trabajo, familiares y amigos un recuerdo del lugar donde has estado o visitado, por lo regular se trata de algún dulce o comida, que en realidad significa mucho más que un recuerdo, se trata de agradecer por haber cuidado lo que dejó pendiente al irse, pero también por no haber laborado juntos. El “Omiyage” se entrega al regresar de viaje y es un presente comestible para decirle a la otra persona que lo ha tenido en mente.

También, dentro de esos simbolismos del Japón se puedeencontrar con el “Omamori” que son amuletos para la protección y para la buena suerte. El “Omamori” son bolitas de tela selladas en las cuales en la parte externa está escrito el nombre y escudo del templo en donde se adquirió. Se caracteriza porque sobresale un hilo para colgarlo, en su interior hay un papel que tiene escrita una oración bendecida. Sin embargo, el “Omamori” nunca se debe abrirni tirar porque toda la bendición contenida en él se irá. Además, son objetos sagrados que deben tratarse con respeto según sus creencias. Se cree que el poder de estos amuletos dura un año y deben guardarse hasta conquistar el objetivo. Una vez cumplido, al final del año, se llevará a un templo para quemarse. Sin lugar a dudas son costumbres que sirven de apoyo espiritual y fortaleza para mantenerse motivado.

Otro amuleto interesante es el “Daruma”, símbolo de perseverancia. Daruma es un amuleto que representa un objetivo y por lo regular se regala a principio del año. Es una especie de esfera roja con un rostro. Por lo regular, primero uno debe de pintar el ojo izquierdo y después al cumplir el objetivo se pinta el ojo derecho. Mientras se tiene pintado solo el ojo izquierdo debe colocarse en un lugar visible, lo cual será un recordatorio diario que hay un objetivo pendiente de cumplirse. Al igual que el “Omamori”, el “Daruma” debe llevarse al templo para quemarse.

Japón es la meca de los buenos modales y de las buenas costumbres. Es un país que apostó por la educación, lo que la ha convertido en una nación digna de admirar. Esa es una buena definición sobre una cultura que sumerge a las personas en un viaje sobre la reflexión y los occidentales cuestionamos nuestras realidades cotidianas. Hay muchas probabilidades que si es una persona muy receptiva a su entorno, y visita Japón SU vida nunca volverá a ser la misma, pues desde la perspectiva que lo quiera ver es imposible que este bello país no deje una marca en su ser. Es un país exquisito en creencias, mitos y rituales que siempre buscan hacer el bien.

En suma, Japón es una sociedad y una cultura que invita a perseverar en la excelencia. Aunque no se entienda el idioma, siempre se está aprendiendo porque las acciones hablan más que mil palabras. Además, posee un sentimiento indescriptible. En otras palabras, está basado en algo que el ser humano no puede comprar ni vender: me refiero a los valores y a una cultura milenaria. Aspectos que sobre todo a los países de América Latina y, en este caso en Guatemala, nos hace soñar que otra Guatemala es posible, si buscamos una educación rica en valores.

En definitiva, Japón puede definir su buena vibra con un proverbio increíble y que todos deberíamos tomar en cuenta siempre como: “Mae muki ni ne” 前向きにね que significa “mantente positivo”. Sin duda, un proverbio que deberíamos tenerlo siempre como parte de nuestra vida.

República es ajena a la opinión expresada en este artículo

Los simbolismos del Japón

Jorge Alvarado
29 de junio, 2018

Para los estudiosos de la semiótica (estudio de los signos) es simplemente el paraíso porque identificamos y encontramos en los detalles un sinfín de simbolismos e indicios dignos de admirar e incluso de imitar. No conozco a personas que hayan visitado Japón y que su vida no haya sido marcada por la buena vibra y una espiritualidad tan fuerte. Quizás para algunos podría estar exagerando, pero Japón es de aquellos lugares que para quienes prestan atención no puede pasar desapercibido. Todos deberían visitar Japón por todos los lugares hermosos que tiene, pero, sobre todo, porque sería inevitable aprendiéramos mucho.

Desde célebres artistas como Juan Luis Guerra quien inmortalizó a Japón en una de sus canciones “Una bachata en Fukuoka” hasta personajes como el recién fallecido Chef Antonhy Bourdain quien describió a Tokio como su ciudad y lugar favorito y a Japón como un país único y lleno de buena vibra. La sociedad nipona es productora de diversos premios nobel, como el admirado Kenzaburō Ōe premio nobel de literatura en 1,994 que tiene una historia basada en su hijo sumamente inspiradora.

Uno de sus simbolismos más comunes es los “Torii” (鳥居). Esos arcos que encontramos en muchos lugares, sobre todo en los templos o cementerios. Para la religión Shintoista, esos arcos significan una puerta hacia lo divino, lo sagrado ylo espiritual. Cada vez que estos arcos aparecen significa que está a punto de cruzar hacia algo sagrado. Es como esa transición de lo profano a lo sagrado y es considerado como ingresar al mundo de los dioses. De esa magnitud, es el significado que tiene atravesar uno de los muchos arcos que se encuentra en Japón. Otra de las cosas importantes de anotar es que antes de entrar en un arco “Torii” se debe hacer una pequeña venia (reverencia), en señal de respeto. Jamás se debe pasar por el medio, sino por la orilla.

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Japón es un país en el que se pone en práctica los cinco sentidos porque todo lo que se ve y lo que escucha es “polisémico”, o sea, tiene varios significados. Su ordenamiento territorial y urbano es simplemente perfecto. Rápidamente puede sorprender porque en las gradas eléctricas todos van pegados a la derecha, dejando libre el lado de la izquierda. Esto es así para que quien va de prisa pase rápidamente. En verdad es impresionante.

Los japoneses son personas extraordinarias porque a diferencia de una persona ordinaria, siempre dan ese “extra” que siempre marca la diferencia. Quizás allí radica uno de los secretos de su éxito en todo lo que hacen. Aparte de ser una sociedad basada en el estudio, la comprensión e implementación cotidiana de los valores.

Por donde lo quiera ver siempre encontrará un significado simbólico para cada cosa. Por ejemplo, “Hanami” que es una tradición japonesa de ir con la familia a disfrutar el florecimiento del “Sakura” o “Árbol de Cerezo” o como le dicen los estadounidenses “Cherry Blossom” en los parques, templos, orillas de ríos y todos aquellos lugares en donde se puedan apreciar. Esta actividad del “Hanami” puede ser caminando o en un pic nic, pues lo más importante es apreciar la belleza del “Sakiura” que es sinónimo de Paz, aunque sea por corto tiempo.

Hablemos de dos buenas costumbres de los japoneses como el “Omiyage” una palabra llena de significado simbólico y que se puede traducir como “souvenir”. Esta costumbre se basa en darle a los compañeros de trabajo, familiares y amigos un recuerdo del lugar donde has estado o visitado, por lo regular se trata de algún dulce o comida, que en realidad significa mucho más que un recuerdo, se trata de agradecer por haber cuidado lo que dejó pendiente al irse, pero también por no haber laborado juntos. El “Omiyage” se entrega al regresar de viaje y es un presente comestible para decirle a la otra persona que lo ha tenido en mente.

También, dentro de esos simbolismos del Japón se puedeencontrar con el “Omamori” que son amuletos para la protección y para la buena suerte. El “Omamori” son bolitas de tela selladas en las cuales en la parte externa está escrito el nombre y escudo del templo en donde se adquirió. Se caracteriza porque sobresale un hilo para colgarlo, en su interior hay un papel que tiene escrita una oración bendecida. Sin embargo, el “Omamori” nunca se debe abrirni tirar porque toda la bendición contenida en él se irá. Además, son objetos sagrados que deben tratarse con respeto según sus creencias. Se cree que el poder de estos amuletos dura un año y deben guardarse hasta conquistar el objetivo. Una vez cumplido, al final del año, se llevará a un templo para quemarse. Sin lugar a dudas son costumbres que sirven de apoyo espiritual y fortaleza para mantenerse motivado.

Otro amuleto interesante es el “Daruma”, símbolo de perseverancia. Daruma es un amuleto que representa un objetivo y por lo regular se regala a principio del año. Es una especie de esfera roja con un rostro. Por lo regular, primero uno debe de pintar el ojo izquierdo y después al cumplir el objetivo se pinta el ojo derecho. Mientras se tiene pintado solo el ojo izquierdo debe colocarse en un lugar visible, lo cual será un recordatorio diario que hay un objetivo pendiente de cumplirse. Al igual que el “Omamori”, el “Daruma” debe llevarse al templo para quemarse.

Japón es la meca de los buenos modales y de las buenas costumbres. Es un país que apostó por la educación, lo que la ha convertido en una nación digna de admirar. Esa es una buena definición sobre una cultura que sumerge a las personas en un viaje sobre la reflexión y los occidentales cuestionamos nuestras realidades cotidianas. Hay muchas probabilidades que si es una persona muy receptiva a su entorno, y visita Japón SU vida nunca volverá a ser la misma, pues desde la perspectiva que lo quiera ver es imposible que este bello país no deje una marca en su ser. Es un país exquisito en creencias, mitos y rituales que siempre buscan hacer el bien.

En suma, Japón es una sociedad y una cultura que invita a perseverar en la excelencia. Aunque no se entienda el idioma, siempre se está aprendiendo porque las acciones hablan más que mil palabras. Además, posee un sentimiento indescriptible. En otras palabras, está basado en algo que el ser humano no puede comprar ni vender: me refiero a los valores y a una cultura milenaria. Aspectos que sobre todo a los países de América Latina y, en este caso en Guatemala, nos hace soñar que otra Guatemala es posible, si buscamos una educación rica en valores.

En definitiva, Japón puede definir su buena vibra con un proverbio increíble y que todos deberíamos tomar en cuenta siempre como: “Mae muki ni ne” 前向きにね que significa “mantente positivo”. Sin duda, un proverbio que deberíamos tenerlo siempre como parte de nuestra vida.

República es ajena a la opinión expresada en este artículo