La comunicación aplicada a la Imagen Publica en sus dos variantes de imagen Institucional e imagen personal requiere de un estudio profundo acerca de las características particulares según sea el caso. Descubrir la identidad para proyectarla en una imagen hacia un público necesitado de mensajes asertivos requiere específicamente de basar su estrategia en una palabra: se trata de la Impronta.
La Impronta se puede definir como la “huella” que deja una persona o el elemento diferenciador que distingue a una institución o persona de otra. Se trata de una cuestión de personalidad y de cómo leer los rasgos distintivos de una imagen personal para proyectarla exitosamente. Esto es tan importante porque cuando se trabaja con una persona o institución expuesta mediáticamente es necesario y de vital importancia comprender esos rasgos distintivos para poder comunicarse y posicionarse de forma eficiente con sus audiencias.
El efecto de la impronta sucede cuando analizamos todas las variables de identidad como la personalidad, las creencias, los rituales, los valores, la misión y los atributos competitivos con los que se cuenta para la construcción de una Imagen Publica exitosa porque solamente conociendo las características humanas, de valor y de capacidad que serán proyectadas en una imagen lograremos dejar huella.
Cada persona o institución debe contar con un mapa que descifre su identidad para lograr una estructura de sinergia entre la identidad real y la imagen deseada. Es por eso que cuando construimos una Imagen Publica hay que comprender que la Impronta es el punto de partida estratégico porque en la elaboración de ese diseño nos permitirá alcanzar resultados positivos pero sobre todo consistentes.
Uno de los productos que se obtiene de la impronta es el “storytelling” que no es más que una narrativa de la identidad de alguien. Elie Wielsen decía “las personas se convierten en los relatos que escuchan y los relatos que cuentan”. Cada vez que contamos una historia estamos construyendo en los demás nuevas actitudes pues se establece una conexión entre el mensaje y el cerebro límbico, dicho en otras palabras se crea una necesidad y un vínculo emocional.
Es así como el storytelling nos conectara con nuestro público generando empatía pero pasando de decirlo que soy a generar una experiencias positivas porque las historias involucran emociones y las emociones generan impacto, pues los relatos pueden lograr algo sublime que es inspirar a los demás.
Las historias contienen proteínas ricas de significado y de connotación sublimes, pues las interpretaciones del público también consisten en las sensaciones y percepciones que se les provoca a través de los estímulos sensoriales. Hablar de Storytelling es hablar de Branding porque es la forma en la que se gestiona una marca.
Es así como nace la representación de la identidad protagónica o heroica, pues logramos identificación cuando el público ve que un héroe lucha contra la corriente y brinca todos los obstáculos para alcanzar sus objetivos. Al final del día todos los seres humanos somos protagonistas pero una Imagen Pública debe tener un tratamiento y cuidado especial para controlar su entorno y el ambiente.
No hay historias mágicas es por eso la importancia de la Impronta porque las personas pueden ser marcas, pero las marcas jamás podrán ser personas, lo que si pueden es tener personalidad y cuando eso se identifica es necesario transmitirlo de manera elocuente, con determinación y convicción, porque todos tenemos algo que contar, la diferencia radica en un procedimiento estratégico. En definitiva narrar es contar un relato cuyo propósito es comunicar en dos vías que son hacer para ser, pues para “ser reconocido” en un “hacer particular”, y así ser alguien es como se ocupara un espacio de identidad. Al final tanto la construcción de mensajes como las historias siempre estarán acuñadas en tres variables indispensables que es que sean creíbles, comprensibles y memorables.
República es ajena a la opinión expresada en este artículo
La comunicación aplicada a la Imagen Publica en sus dos variantes de imagen Institucional e imagen personal requiere de un estudio profundo acerca de las características particulares según sea el caso. Descubrir la identidad para proyectarla en una imagen hacia un público necesitado de mensajes asertivos requiere específicamente de basar su estrategia en una palabra: se trata de la Impronta.
La Impronta se puede definir como la “huella” que deja una persona o el elemento diferenciador que distingue a una institución o persona de otra. Se trata de una cuestión de personalidad y de cómo leer los rasgos distintivos de una imagen personal para proyectarla exitosamente. Esto es tan importante porque cuando se trabaja con una persona o institución expuesta mediáticamente es necesario y de vital importancia comprender esos rasgos distintivos para poder comunicarse y posicionarse de forma eficiente con sus audiencias.
El efecto de la impronta sucede cuando analizamos todas las variables de identidad como la personalidad, las creencias, los rituales, los valores, la misión y los atributos competitivos con los que se cuenta para la construcción de una Imagen Publica exitosa porque solamente conociendo las características humanas, de valor y de capacidad que serán proyectadas en una imagen lograremos dejar huella.
Cada persona o institución debe contar con un mapa que descifre su identidad para lograr una estructura de sinergia entre la identidad real y la imagen deseada. Es por eso que cuando construimos una Imagen Publica hay que comprender que la Impronta es el punto de partida estratégico porque en la elaboración de ese diseño nos permitirá alcanzar resultados positivos pero sobre todo consistentes.
Uno de los productos que se obtiene de la impronta es el “storytelling” que no es más que una narrativa de la identidad de alguien. Elie Wielsen decía “las personas se convierten en los relatos que escuchan y los relatos que cuentan”. Cada vez que contamos una historia estamos construyendo en los demás nuevas actitudes pues se establece una conexión entre el mensaje y el cerebro límbico, dicho en otras palabras se crea una necesidad y un vínculo emocional.
Es así como el storytelling nos conectara con nuestro público generando empatía pero pasando de decirlo que soy a generar una experiencias positivas porque las historias involucran emociones y las emociones generan impacto, pues los relatos pueden lograr algo sublime que es inspirar a los demás.
Las historias contienen proteínas ricas de significado y de connotación sublimes, pues las interpretaciones del público también consisten en las sensaciones y percepciones que se les provoca a través de los estímulos sensoriales. Hablar de Storytelling es hablar de Branding porque es la forma en la que se gestiona una marca.
Es así como nace la representación de la identidad protagónica o heroica, pues logramos identificación cuando el público ve que un héroe lucha contra la corriente y brinca todos los obstáculos para alcanzar sus objetivos. Al final del día todos los seres humanos somos protagonistas pero una Imagen Pública debe tener un tratamiento y cuidado especial para controlar su entorno y el ambiente.
No hay historias mágicas es por eso la importancia de la Impronta porque las personas pueden ser marcas, pero las marcas jamás podrán ser personas, lo que si pueden es tener personalidad y cuando eso se identifica es necesario transmitirlo de manera elocuente, con determinación y convicción, porque todos tenemos algo que contar, la diferencia radica en un procedimiento estratégico. En definitiva narrar es contar un relato cuyo propósito es comunicar en dos vías que son hacer para ser, pues para “ser reconocido” en un “hacer particular”, y así ser alguien es como se ocupara un espacio de identidad. Al final tanto la construcción de mensajes como las historias siempre estarán acuñadas en tres variables indispensables que es que sean creíbles, comprensibles y memorables.
República es ajena a la opinión expresada en este artículo