A raíz de la tragedia del pasado 3 de junio por la erupción del Volcán de Fuego, el gobierno declaró el Estado de Calamidad, el cual fue ratificado por el Congreso. Este decreto le permitió al gobierno realizar compras por excepción para atender la emergencia.
Lamentablemente, como era de suponer, este gobierno no fue la excepción y al igual que los anteriores aprovechó “la oportunidad” para realizar compras anómalas. Muchas de estas compras han sido denunciadas por sospechas de sobrevaloración. Desde Ministerios, Fondos y municipalidades han sido señaladas de comprar con sobreprecio o adquirir productos y servicios que no están relacionadas con la emergencia.
Por sólo poner algunos ejemplos, el director del Fondo de Desarrollo Social fue señalado de adjudicar 20 compras sobrevaloradas en la construcción de vivienda, también se denunció la sobrevaloración en la compra de puentes tipo Bayley por parte del Ministerio de Comunicaciones, o la construcción de canchas con pasto sintético en una municipalidad que, por supuesto, nada tenía que ver con la emergencia.
Los ejemplos anteriores son tan sólo una muestra de las compras sobrevaloradas que hicieron algunos burócratas aprovechando el Estado de Calamidad.
Los registros del gobierno han generado muchas dudas empezando por el número de las víctimas mortales y terminando con el registro de los afectados y futuros beneficiarios de las ayudas entre ellas, las viviendas.
Las compras sobrevaloradas son sólo un reflejo del gobierno sobrevalorado que tenemos, muchos cuando piensan que el gobierno es el responsable de resolver los problemas de pobreza, de falta de creación de riqueza, de ausencia de nuevas oportunidades laborales están contribuyendo a la visión de gobierno todopoderoso, solucionador de los problemas de la población.
Un gobierno sobrevalorado, le permite a los políticos y burócratas disponer del dinero que a usted tanto trabajo le ha costado ganar o, en su defecto, endeudarlo con préstamos multimillonarios con la excusa del bien común.
Es importante que entendamos que esta sobrevaloración del gobierno sólo contribuye a generar más pobreza. Las compras sobrevaloradas son el resultado de un gobierno sobrevalorado con amplios poderes para disponer de los recursos del tributario.
Mientras sigamos creyendo que el gobierno puede y debe solucionarlo todo, entonces seguiremos dándole mayores atribuciones y mayor poder, con ello también la excusa para exigir más de nuestro dinero para el cumplimiento de sus funciones. Insisto, las compras sobrevaloradas son el resultado de un gobierno sobrevalorado por sus ciudadanos que, a pesar de la evidencia, continúan confiando en que ahora sí, harán bien las compras.
@Md30
Facebook.com/Mda30
República es ajena a la opinión expresada en este artículo
A raíz de la tragedia del pasado 3 de junio por la erupción del Volcán de Fuego, el gobierno declaró el Estado de Calamidad, el cual fue ratificado por el Congreso. Este decreto le permitió al gobierno realizar compras por excepción para atender la emergencia.
Lamentablemente, como era de suponer, este gobierno no fue la excepción y al igual que los anteriores aprovechó “la oportunidad” para realizar compras anómalas. Muchas de estas compras han sido denunciadas por sospechas de sobrevaloración. Desde Ministerios, Fondos y municipalidades han sido señaladas de comprar con sobreprecio o adquirir productos y servicios que no están relacionadas con la emergencia.
Por sólo poner algunos ejemplos, el director del Fondo de Desarrollo Social fue señalado de adjudicar 20 compras sobrevaloradas en la construcción de vivienda, también se denunció la sobrevaloración en la compra de puentes tipo Bayley por parte del Ministerio de Comunicaciones, o la construcción de canchas con pasto sintético en una municipalidad que, por supuesto, nada tenía que ver con la emergencia.
Los ejemplos anteriores son tan sólo una muestra de las compras sobrevaloradas que hicieron algunos burócratas aprovechando el Estado de Calamidad.
Los registros del gobierno han generado muchas dudas empezando por el número de las víctimas mortales y terminando con el registro de los afectados y futuros beneficiarios de las ayudas entre ellas, las viviendas.
Las compras sobrevaloradas son sólo un reflejo del gobierno sobrevalorado que tenemos, muchos cuando piensan que el gobierno es el responsable de resolver los problemas de pobreza, de falta de creación de riqueza, de ausencia de nuevas oportunidades laborales están contribuyendo a la visión de gobierno todopoderoso, solucionador de los problemas de la población.
Un gobierno sobrevalorado, le permite a los políticos y burócratas disponer del dinero que a usted tanto trabajo le ha costado ganar o, en su defecto, endeudarlo con préstamos multimillonarios con la excusa del bien común.
Es importante que entendamos que esta sobrevaloración del gobierno sólo contribuye a generar más pobreza. Las compras sobrevaloradas son el resultado de un gobierno sobrevalorado con amplios poderes para disponer de los recursos del tributario.
Mientras sigamos creyendo que el gobierno puede y debe solucionarlo todo, entonces seguiremos dándole mayores atribuciones y mayor poder, con ello también la excusa para exigir más de nuestro dinero para el cumplimiento de sus funciones. Insisto, las compras sobrevaloradas son el resultado de un gobierno sobrevalorado por sus ciudadanos que, a pesar de la evidencia, continúan confiando en que ahora sí, harán bien las compras.
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República es ajena a la opinión expresada en este artículo