Política
Política
Empresa
Empresa
Investigación y Análisis
Investigación y Análisis
Internacional
Internacional
Opinión
Opinión
Inmobiliaria
Inmobiliaria
Agenda Empresarial
Agenda Empresarial

¡Bienvenido el fiambre!

Carolina Castellanos
01 de noviembre, 2019

Me refiero a esa comida tradicional y centenaria de la que disfrutamos la mayoría de guatemaltecos.  Lamentablemente, no todos, pues hay demasiados que viven en extrema pobreza.

La Real Academia Española tiene varias definiciones de esta palabra. Una de ellas es la nuestra y hace referencia a Guatemala.  Otra es “cadáver”. Hay una tercera, un adjetivo coloquial, definido como “pasado de tiempo o de la sazón oportuna”. Pone un ejemplo: “noticia fiambre”. Esta última es frecuente en nuestra Guate pues, sucede tanto, que la noticia de ayer ya fue sustituida por la de hoy.

A mí me encantan los chapinismos y la palabra fiambre es uno de ellos cuando nos referimos a una situación o momento lleno de problemas o que están sucediendo muchas cosas al mismo tiempo.  Este fiambre se ha vuelto una constante y eso nos impide enfocarnos en el mediano y largo plazos.  

SUSCRIBITE A NUESTRO NEWSLETTER

A nivel individual, la gran mayoría de guatemaltecos nos preocupamos por la economía personal.  Unos no tienen trabajo, otros lo tienen pero no les alcanza, otros no pueden pagar una educación de calidad para sus hijos y tantas otras situaciones difíciles.  

La inseguridad es otra de las grandes preocupaciones. Las encuestas políticas generalmente incluyen estas preguntas. No hay mucho que podamos hacer allí a nivel individual, excepto tomar precauciones todo el tiempo para evitar ser víctima de un atraco, de ser extorsionado, entre otros ilícitos.  

El peor fiambre que estamos viviendo es esta persistencia de la izquierda de acabar con todo lo bueno, decente y correcto.  Vemos a nivel internacional una serie de ataques, bloqueos y destrucción en Santiago de Chile, pues hay un grupo que no está contento con la forma que vive y quiere tomar el poder.  Es inaudito tratándose de un país del primer mundo donde la gran mayoría de la población vive bien. Pero ese pequeño grupúsculo nefasto, similar al que tenemos en Guatemala, quiere destruir lo suficiente para llegar al poder y luego enriquecerse hasta la saciedad, a costa de la pobreza de los demás. Vemos a Ecuador en similares condiciones.

Paralelamente, en Bolivia hay un gran caos pues el súper corrupto del presidente hizo todo el fraude posible para ganar nuevamente.  Ha acabado con un país que ya era pobre antes de él y ahora lo es más. La población no lo quiere ya pero él se resiste y se instala en la silla presidencial.

Cuba y Venezuela son los ejemplos más permanentes pues los gobernantes han corrompido totalmente al país, excepto a la población que vive en la pobreza que no tiene opciones para mejorar su vida.  De Cuba ha salido todo lo malo; de Venezuela el dinero para ejecutarlo.  De ambos, la malicia, la corrupción, el amor enfermizo al poder y al dinero y, consecuente, salieron también las estrategias para acabar con un país.  México va en camino y, siendo nuestro vecino, nos está “machucando” los talones.

Tenemos una corte de constitucionalidad que nos tiene SIN JUSTICIA desde hace más de dos semanas.  Hay un súper corrupto y nefasto personaje llamado procurador de los derechos humanos que, lo único que ha hecho, es defender sus propios derechos a viajar constantemente, a disfrutar de las mieles del poder y ahora hasta cometer un delito al salirse, como maleducado y prepotente que es, de la citación de la Comisión de Derechos Humanos del Congreso.  No le alcanza el dinero para seguir viajando así que ahora quiereQ43 millones más.

Tenemos a muchos medios de comunicación dando rienda suelta a la agenda de izquierda, olvidándose de su compromiso con la objetividad, la verdad y la responsabilidad.  Esto no solo sucede en Guatemala, lamentablemente.

Y qué decir de tanta oenegé que se cree dueña de la verdad y que, con los miles de dólares y euros que reciben de la cooperación internacional, corrompen, destruyen e impiden la creación de empleos vía el desarrollo de grandes inversiones en generación de energía, minería, agricultura (invadiendo fincas), de comercio bloqueando carreteras cuando se les da la gana, etc.

Ya basta de este fiambre.  Hoy disfrutaremos del platillo tradicional, al que le damos la bienvenida cada año, así como a los bellísimos barriletes gigantes. Pero tenemos un horizonte demasiado revuelto y una amenaza muy grande a nuestra vida en libertad.

¡Bienvenido el fiambre!

Carolina Castellanos
01 de noviembre, 2019

Me refiero a esa comida tradicional y centenaria de la que disfrutamos la mayoría de guatemaltecos.  Lamentablemente, no todos, pues hay demasiados que viven en extrema pobreza.

La Real Academia Española tiene varias definiciones de esta palabra. Una de ellas es la nuestra y hace referencia a Guatemala.  Otra es “cadáver”. Hay una tercera, un adjetivo coloquial, definido como “pasado de tiempo o de la sazón oportuna”. Pone un ejemplo: “noticia fiambre”. Esta última es frecuente en nuestra Guate pues, sucede tanto, que la noticia de ayer ya fue sustituida por la de hoy.

A mí me encantan los chapinismos y la palabra fiambre es uno de ellos cuando nos referimos a una situación o momento lleno de problemas o que están sucediendo muchas cosas al mismo tiempo.  Este fiambre se ha vuelto una constante y eso nos impide enfocarnos en el mediano y largo plazos.  

SUSCRIBITE A NUESTRO NEWSLETTER

A nivel individual, la gran mayoría de guatemaltecos nos preocupamos por la economía personal.  Unos no tienen trabajo, otros lo tienen pero no les alcanza, otros no pueden pagar una educación de calidad para sus hijos y tantas otras situaciones difíciles.  

La inseguridad es otra de las grandes preocupaciones. Las encuestas políticas generalmente incluyen estas preguntas. No hay mucho que podamos hacer allí a nivel individual, excepto tomar precauciones todo el tiempo para evitar ser víctima de un atraco, de ser extorsionado, entre otros ilícitos.  

El peor fiambre que estamos viviendo es esta persistencia de la izquierda de acabar con todo lo bueno, decente y correcto.  Vemos a nivel internacional una serie de ataques, bloqueos y destrucción en Santiago de Chile, pues hay un grupo que no está contento con la forma que vive y quiere tomar el poder.  Es inaudito tratándose de un país del primer mundo donde la gran mayoría de la población vive bien. Pero ese pequeño grupúsculo nefasto, similar al que tenemos en Guatemala, quiere destruir lo suficiente para llegar al poder y luego enriquecerse hasta la saciedad, a costa de la pobreza de los demás. Vemos a Ecuador en similares condiciones.

Paralelamente, en Bolivia hay un gran caos pues el súper corrupto del presidente hizo todo el fraude posible para ganar nuevamente.  Ha acabado con un país que ya era pobre antes de él y ahora lo es más. La población no lo quiere ya pero él se resiste y se instala en la silla presidencial.

Cuba y Venezuela son los ejemplos más permanentes pues los gobernantes han corrompido totalmente al país, excepto a la población que vive en la pobreza que no tiene opciones para mejorar su vida.  De Cuba ha salido todo lo malo; de Venezuela el dinero para ejecutarlo.  De ambos, la malicia, la corrupción, el amor enfermizo al poder y al dinero y, consecuente, salieron también las estrategias para acabar con un país.  México va en camino y, siendo nuestro vecino, nos está “machucando” los talones.

Tenemos una corte de constitucionalidad que nos tiene SIN JUSTICIA desde hace más de dos semanas.  Hay un súper corrupto y nefasto personaje llamado procurador de los derechos humanos que, lo único que ha hecho, es defender sus propios derechos a viajar constantemente, a disfrutar de las mieles del poder y ahora hasta cometer un delito al salirse, como maleducado y prepotente que es, de la citación de la Comisión de Derechos Humanos del Congreso.  No le alcanza el dinero para seguir viajando así que ahora quiereQ43 millones más.

Tenemos a muchos medios de comunicación dando rienda suelta a la agenda de izquierda, olvidándose de su compromiso con la objetividad, la verdad y la responsabilidad.  Esto no solo sucede en Guatemala, lamentablemente.

Y qué decir de tanta oenegé que se cree dueña de la verdad y que, con los miles de dólares y euros que reciben de la cooperación internacional, corrompen, destruyen e impiden la creación de empleos vía el desarrollo de grandes inversiones en generación de energía, minería, agricultura (invadiendo fincas), de comercio bloqueando carreteras cuando se les da la gana, etc.

Ya basta de este fiambre.  Hoy disfrutaremos del platillo tradicional, al que le damos la bienvenida cada año, así como a los bellísimos barriletes gigantes. Pero tenemos un horizonte demasiado revuelto y una amenaza muy grande a nuestra vida en libertad.