Nos preparamos para disfrutar del descanso de la SemanaSanta.  “Se nos  hizo largo” pues en otros años ha sido en marzo.  Para quienes tenemos la dicha de trabajar, seráun merecido descanso. Para quienes no tienen trabajo, que son cientos de milesde personas, en su mayoría jóvenes graduados recientemente, será una semanamás.  No podrán salir de vacaciones a laplaya o a algún otro lugar pues sus recursos económicos son muy limitados.

Más allá de este paréntesis en la vida cotidiana, quiero hacer unoen la vida política.  Por supuesto quelos candidatos no pueden detenerse y no sorprenderá verlos en más de alguno delos destinos turísticos de nuestra bella Guatemala, regalando cosas y dando mensajes.

El necesario paréntesis es en esta lucha desenfrenada pordesbaratar la campaña política de otro, simplemente porque a alguien no leparece.  Sería intrascendente si esto nogenerara esa ola de ataques e insultos que nos llegan a todos vía las redessociales.  Los ciudadanos de paz y debien, que somos la gran mayoría, estamos más que hartos.  Suficientes problemas tenemos ya en nuestraGuate como para seguir confrontándonos más.

También considero necesario hacer un paréntesis en el tema político.  Aunque parezca una locura, pues es “el temadel momento” en todos lados, hay un montón de problemas que debemos resolvercomo nación y que nadie (o  muy pocos)les están poniendo atención.

Están los de siempre: la alta tasa de desnutrición que hay, lo quedeja a muchísimos niños sin capacidad de aprender pues no reciben el alimentoadecuado durante sus primeros cinco años. La baja calidad educativa queocasiona que las nuevas generaciones no puedan progresar en su vida intelectualy laboral. La contaminación de la mayor parte de afluentes hídricos, sumado conla constante acusación a las empresas como las causantes, sin pensar que es lapésima costumbre de la mayoría de la población, de tirar la basura en la calle,los ríos y lagos.  Mejor demonizan al plásticocomo el peor contaminante, en vez de buscar soluciones de fondo y de largoplazo.

La invasión de tierras es un conflicto horrible. Los vándalos quelas organizan y que se bañan en dinero por hacerlo, siguen activos y el sistemade justicia no acciona en contra de ellos. “Pobrecitos”, no tienen donde vivir, o son tierras ancestrales y lespertenecen, o cualquier otra excusa, es suficiente para invadir la propiedadprivada.

Pienso que el peor de los temas que estamos viviendo, eincrementado ahora en la campaña política, es el pésimo, corrupto e ineficientesistema de justicia.  La peor lucha enesta contienda electoral se ha dado allí. La continua invasión de fincas, así como los otros conflictos sociales comolos bloqueos de calles y carreteras y el robo de energía eléctrica, se siguendando porque no hay castigo. La justicia “pronta y cumplida” está ausente atodo nivel.

Este paréntesis, como lo es la campaña política con su guerrajudicial, nos debería motivar a pensar en éstos y otros problemas, y buscarsoluciones a corto, mediano y largo plazos. Me temo que la población está como cada cuatro años: esperando a que elpróximo presidente los resuelva.  Es suresponsabilidad, pero también la de todos.

¡Feliz descanso!