El otro día escuché nuestro himnonacional y llamó mi atención la frase que titula este artículo. Pensé en lacantidad de veces y de formas en las que muchos escupen la cara del país quelos alberga, les da vida, oportunidades y, sobre todo, libertad.
Conforme avanza el procesoelectoral, la confrontación en nuestra Guate crece casi exponencialmente. Siempre se da confrontación. Es “normal, encuanto a que hay diversidad de opiniones, preferencias hacia partidos políticosy candidatos, ofrecimientos de campaña, etc. Pero creo que nunca había llegado a este extremo.
La Real Academia Española definetirano como “dicho de una persona: que abusa de su poder, superioridad o fuerzaen cualquier concepto o materia, o que, simplemente, del que impone ese poder ysuperioridad en grado extraordinario”. Ese “poder” o “superioridad” (de cartón)se han adquirido por la libertad que dan las redes sociales, hasta ciertopunto, pues si Twitter no está de acuerdo con mensajes anti socialistas,cancela las cuentas, convirtiendo a esta red social en un tirano.
Tiranos los hay pormontones. Han abusado de su libertad,convirtiéndola en libertinaje para no tener responsabilidad por lo que dice,escondidos en cuentas con nombres ficticios. Llamados “netcenteros”, atacan ydestruyen a quien sea, de acuerdo a quien les paga por hacerlo. ¿Es estoescupirle a la faz de Guatemala? Pienso que sí, pues el país está urgido deciudadanos responsables que luchen por la libertad, por un mejor país quebrinde más oportunidades de trabajo, educación, seguridad, justicia, etc.
Tiranos son aquellos grupúsculosdirigidos por vividores aprovechados que ofrecen reivindicar los derechos delos pobres, desvalidos, indígenas, etc. Se les conoce como oenegeros. Se aprovechan de la cooperación internacionalpara sus fines espurios. Escupen la faz de Guatemala pues se esconden detrás deofrecimientos aparentemente loables, para luego acaparar el poder y volversemillonarios y súper poderosos. Lamentablemente, nuestro sistema de justicia estan malo que caso estas acciones quedan impunes. Igual sucede con cada crimen sin justicia,cada abuso que se comete con prisión preventiva, cada interpretación ideológicade la ley. Los responsables escupen la cara a Guatemala, que bien les da cobijoy una forma de vida. La corte deconstitucionalidad actual (en minúsculas, a propósito) ha escupido tanto quetiene infectada, y casi podrida, la faz de nuestro país.
Cada violación a la ley por partede quiénes han jurado defenderla, es otra escupida. Me refiero a los jueces y magistrados. Cada acto de éstos es una traición al país,que conformamos todos. Son los llamados a impartir justicia y resultan vendidosal mejor postor con marca ideológica de izquierda. ¡Cuántos han muertoesperando una resolución! ¡Cuántos más llevan años esperando a que alguienasuma su responsabilidad y proceda con el juicio!
La escupida más grande, que vaacompañada de bofetadas, latigazos y hasta disparos a la faz de Guatemala, ladan los que pregonan esa ideología socialista. Primero, son muy pocos los querealmente creen en eso. La gran mayoría usa la retórica para ganar poder yluego vivir cómodamente mientras el resto de la población está muriendo dehambre, sin trabajo, sin futuro, sin libertad. Así viven en Venezuela y en Cuba. En Nicaragua ya van por ese camino, aligual que en México, El Salvador, y otros países. Se agarran de la corrupción, de los actos dealgunos pseudo empresarios que hanabusado del sistema para su propio beneficio y dicen que la derecha no hafuncionado porque es corrupta y le toca a la izquierda. No quieren ver que esaizquierda es idealizada, que los ejemplos de su fracaso abundan(lamentablemente) y que Guatemala terminará en la peor podredumbre. Pero prefieren escupir la faz de la Guatemalalibre, cegados por el deseo de poder y dinero que, sin excepción, conducirá amás corrupción y pobreza.
Los indicadores sociales son laescupida constante. La pésima calidad educativa, la mortalidad infantil, losservicios de salud totalmente deficientes, la altísima desnutrición que deja alos niños sin capacidad de aprender, son alarmantes. Los candidatos a la presidencia, al Congresoy a las alcaldías deben enfocar sus prioridades en esto, o Guatemala estarácondenada al fracaso.
Nuestro país nos necesita. ¡Yabasta de escupir a la faz de Guatemala!
El otro día escuché nuestro himnonacional y llamó mi atención la frase que titula este artículo. Pensé en lacantidad de veces y de formas en las que muchos escupen la cara del país quelos alberga, les da vida, oportunidades y, sobre todo, libertad.
Conforme avanza el procesoelectoral, la confrontación en nuestra Guate crece casi exponencialmente. Siempre se da confrontación. Es “normal, encuanto a que hay diversidad de opiniones, preferencias hacia partidos políticosy candidatos, ofrecimientos de campaña, etc. Pero creo que nunca había llegado a este extremo.
La Real Academia Española definetirano como “dicho de una persona: que abusa de su poder, superioridad o fuerzaen cualquier concepto o materia, o que, simplemente, del que impone ese poder ysuperioridad en grado extraordinario”. Ese “poder” o “superioridad” (de cartón)se han adquirido por la libertad que dan las redes sociales, hasta ciertopunto, pues si Twitter no está de acuerdo con mensajes anti socialistas,cancela las cuentas, convirtiendo a esta red social en un tirano.
Tiranos los hay pormontones. Han abusado de su libertad,convirtiéndola en libertinaje para no tener responsabilidad por lo que dice,escondidos en cuentas con nombres ficticios. Llamados “netcenteros”, atacan ydestruyen a quien sea, de acuerdo a quien les paga por hacerlo. ¿Es estoescupirle a la faz de Guatemala? Pienso que sí, pues el país está urgido deciudadanos responsables que luchen por la libertad, por un mejor país quebrinde más oportunidades de trabajo, educación, seguridad, justicia, etc.
Tiranos son aquellos grupúsculosdirigidos por vividores aprovechados que ofrecen reivindicar los derechos delos pobres, desvalidos, indígenas, etc. Se les conoce como oenegeros. Se aprovechan de la cooperación internacionalpara sus fines espurios. Escupen la faz de Guatemala pues se esconden detrás deofrecimientos aparentemente loables, para luego acaparar el poder y volversemillonarios y súper poderosos. Lamentablemente, nuestro sistema de justicia estan malo que caso estas acciones quedan impunes. Igual sucede con cada crimen sin justicia,cada abuso que se comete con prisión preventiva, cada interpretación ideológicade la ley. Los responsables escupen la cara a Guatemala, que bien les da cobijoy una forma de vida. La corte deconstitucionalidad actual (en minúsculas, a propósito) ha escupido tanto quetiene infectada, y casi podrida, la faz de nuestro país.
Cada violación a la ley por partede quiénes han jurado defenderla, es otra escupida. Me refiero a los jueces y magistrados. Cada acto de éstos es una traición al país,que conformamos todos. Son los llamados a impartir justicia y resultan vendidosal mejor postor con marca ideológica de izquierda. ¡Cuántos han muertoesperando una resolución! ¡Cuántos más llevan años esperando a que alguienasuma su responsabilidad y proceda con el juicio!
La escupida más grande, que vaacompañada de bofetadas, latigazos y hasta disparos a la faz de Guatemala, ladan los que pregonan esa ideología socialista. Primero, son muy pocos los querealmente creen en eso. La gran mayoría usa la retórica para ganar poder yluego vivir cómodamente mientras el resto de la población está muriendo dehambre, sin trabajo, sin futuro, sin libertad. Así viven en Venezuela y en Cuba. En Nicaragua ya van por ese camino, aligual que en México, El Salvador, y otros países. Se agarran de la corrupción, de los actos dealgunos pseudo empresarios que hanabusado del sistema para su propio beneficio y dicen que la derecha no hafuncionado porque es corrupta y le toca a la izquierda. No quieren ver que esaizquierda es idealizada, que los ejemplos de su fracaso abundan(lamentablemente) y que Guatemala terminará en la peor podredumbre. Pero prefieren escupir la faz de la Guatemalalibre, cegados por el deseo de poder y dinero que, sin excepción, conducirá amás corrupción y pobreza.
Los indicadores sociales son laescupida constante. La pésima calidad educativa, la mortalidad infantil, losservicios de salud totalmente deficientes, la altísima desnutrición que deja alos niños sin capacidad de aprender, son alarmantes. Los candidatos a la presidencia, al Congresoy a las alcaldías deben enfocar sus prioridades en esto, o Guatemala estarácondenada al fracaso.
Nuestro país nos necesita. ¡Yabasta de escupir a la faz de Guatemala!