Las condiciones de violencia que imperan en un país como el nuestro son reflejo de un estado débil y por supuesto que como ciudadanos nos sentimos impotentes ya que los acontecimientos violentos siguen sin que tengamos claridad de seguridad y mucho menos de un comportamiento en el que veamos que puedan cambiar las condiciones.
En los últimos días hemos visto como las noticias hablan sobre la desaparición de mujeres, niñas sobre todo siendo estas las más vulnerables y teniendo consecuencias verdaderamente catastróficas para una sociedad que no encuentra un respiro respecto a la violencia que impera en el país.
Veo con preocupación y con incapacidad que son las mujeres, niñas y niños los afectados en esta ola de violencia que se identifica y se hace cada día más común en un entendido que la sociedad debe preocuparse por este efecto que causa dolor y llanto a las familias guatemaltecas.
Es importante reconocer que las condiciones actuales son difíciles, la pandemia no da tregua y cada día también cobra vidas sin distinción, y a eso habría que agregar las condiciones de violencia que azotan un país como el nuestro donde nuestras mujeres, niñas y niños corren graves riesgos.
Este es un momento difícil en el que es necesario que todos entendamos que la economía no es sana, las condiciones de salud son complicadas.
El mismo hecho de la violencia está creando psicosis en donde se pide que no dejemos solos a nuestras mujeres y jóvenes, que cuidemos casi con un confinamiento a nuestras niñas y niños, que estemos más atentos a que nos pueda pasar a nosotros ese coletazo de violencia.
La vida se está volviendo cada vez más compleja en nuestro bello país, en donde la seguridad de las mujeres, niñas y niños está siendo vulnerado es por ello que debemos hacer reflexión sobre lo que ocurre y sobre todo exigir a nuestras autoridades que cumplan en momentos tan complejos con resguardar el bienestar de todas y todos.
El llamado a nuestras autoridades es a garantizar la seguridad y también pasa por el comportamiento que debemos tener como sociedad, denunciar, actuar e incluso no ser parte pasiva de un problema que nos puede afectar a todas y todos, tener el suficiente tino para determinar quiénes son los que tanto daño les hacen a nuestros ciudadanos más vulnerables.
Guatemala necesita que se tome en serio la seguridad y que ya no seamos catalogados como un país tan inseguro en donde tenemos demasiados problemas de salud, educación y que nuestra misma seguridad que nunca ha tenido mayor énfasis o resultados ahora si los tenga.
Las condiciones de violencia que imperan en un país como el nuestro son reflejo de un estado débil y por supuesto que como ciudadanos nos sentimos impotentes ya que los acontecimientos violentos siguen sin que tengamos claridad de seguridad y mucho menos de un comportamiento en el que veamos que puedan cambiar las condiciones.
En los últimos días hemos visto como las noticias hablan sobre la desaparición de mujeres, niñas sobre todo siendo estas las más vulnerables y teniendo consecuencias verdaderamente catastróficas para una sociedad que no encuentra un respiro respecto a la violencia que impera en el país.
Veo con preocupación y con incapacidad que son las mujeres, niñas y niños los afectados en esta ola de violencia que se identifica y se hace cada día más común en un entendido que la sociedad debe preocuparse por este efecto que causa dolor y llanto a las familias guatemaltecas.
Es importante reconocer que las condiciones actuales son difíciles, la pandemia no da tregua y cada día también cobra vidas sin distinción, y a eso habría que agregar las condiciones de violencia que azotan un país como el nuestro donde nuestras mujeres, niñas y niños corren graves riesgos.
Este es un momento difícil en el que es necesario que todos entendamos que la economía no es sana, las condiciones de salud son complicadas.
El mismo hecho de la violencia está creando psicosis en donde se pide que no dejemos solos a nuestras mujeres y jóvenes, que cuidemos casi con un confinamiento a nuestras niñas y niños, que estemos más atentos a que nos pueda pasar a nosotros ese coletazo de violencia.
La vida se está volviendo cada vez más compleja en nuestro bello país, en donde la seguridad de las mujeres, niñas y niños está siendo vulnerado es por ello que debemos hacer reflexión sobre lo que ocurre y sobre todo exigir a nuestras autoridades que cumplan en momentos tan complejos con resguardar el bienestar de todas y todos.
El llamado a nuestras autoridades es a garantizar la seguridad y también pasa por el comportamiento que debemos tener como sociedad, denunciar, actuar e incluso no ser parte pasiva de un problema que nos puede afectar a todas y todos, tener el suficiente tino para determinar quiénes son los que tanto daño les hacen a nuestros ciudadanos más vulnerables.
Guatemala necesita que se tome en serio la seguridad y que ya no seamos catalogados como un país tan inseguro en donde tenemos demasiados problemas de salud, educación y que nuestra misma seguridad que nunca ha tenido mayor énfasis o resultados ahora si los tenga.