Estamos de frente a una realidad que tiene que ver con el que hacer de esta nueva forma de ver a la sociedad, la vida como la conocíamos cambió radicalmente, y eso es precisamente lo que importa.
Dicho lo anterior resulta importante de mencionar el papel que tenemos ahora como ciudadanía, porque tenemos una alta responsabilidad en momentos críticos, y sabemos que, aunque muchos parecen volver a la normalidad, tenemos que apegarnos a los protocolos indicados y hacerlo gradual.
Es también un tema a considerar que, si algo está en juego en este momento crítico para todos, es el balance que tiene ver entre la salubridad y la economía, aspecto por demás complicado pero que de alguna manera debe ser regulado ya que sin salud no hay economía, y con la exposición al virus como se ha observado en otros países el rebrote es un hecho.
Las sociedades mundiales han sufrido en lo económico y no se ven soluciones tan cercanas que nos ayuden a salir de un problema que es de carácter mundial, es por ello que estamos de acuerdo en que la economía es importante y que esta pandemia ha dejado una secuela complicada para todos.
Pero este punto debe ir de la mano con la salubridad y es allí lo complejo de la situación cómo podemos prevenir que los contagios no aumenten, sin dejar que la economía se resquebraja una tarea y un análisis que necesita muchas horas de sueño y sobre todo actuar con ética, sentido común, y la mano puesta buscando lo mejor para una sociedad como la nuestra.
El abrir o reabrir las actividades económicas de un solo tiro es tener contagios inevitables, o bien dejar que la economía no tenga flujo en un país como el nuestro en el que muchos no tienen cómo sostener a sus familias, más aquellos que vivimos el día y que construimos un futuro o tratamos de construir un futuro paso a paso, con el trabajo diario.
A mi parecer estamos sufriendo consecuencias duras que debemos superar, pero eso solo lo haremos si nos alejamos del engaño y de la manipulación maquiavélica que se encuentra a flor de piel en muchos que hacen y toman decisiones que afectan no solo a ellos sino a la mayoría.
Es por ello que el actuar sobre la ética y con la vista puesta en lo principal que es el bien común nos puede dar una esperanza de que podemos salir adelante dejando por un lado las estrategias políticas que pueden ser de oportunidad solo para algunos y no pensando en el bien común que tanto nos hace falta.
El llamado es a nuestras autoridades para que tomen las mejores acciones para lograr salir de esta problemática que lleva consigo una responsabilidad en cada uno de nosotros, y que implica ser conscientes y pensar en que nuestras acciones pueden hacer mucho y si actuamos con responsabilidad cuidándonos nosotros mismos y a los que nos rodean.
Estamos de frente a una realidad que tiene que ver con el que hacer de esta nueva forma de ver a la sociedad, la vida como la conocíamos cambió radicalmente, y eso es precisamente lo que importa.
Dicho lo anterior resulta importante de mencionar el papel que tenemos ahora como ciudadanía, porque tenemos una alta responsabilidad en momentos críticos, y sabemos que, aunque muchos parecen volver a la normalidad, tenemos que apegarnos a los protocolos indicados y hacerlo gradual.
Es también un tema a considerar que, si algo está en juego en este momento crítico para todos, es el balance que tiene ver entre la salubridad y la economía, aspecto por demás complicado pero que de alguna manera debe ser regulado ya que sin salud no hay economía, y con la exposición al virus como se ha observado en otros países el rebrote es un hecho.
Las sociedades mundiales han sufrido en lo económico y no se ven soluciones tan cercanas que nos ayuden a salir de un problema que es de carácter mundial, es por ello que estamos de acuerdo en que la economía es importante y que esta pandemia ha dejado una secuela complicada para todos.
Pero este punto debe ir de la mano con la salubridad y es allí lo complejo de la situación cómo podemos prevenir que los contagios no aumenten, sin dejar que la economía se resquebraja una tarea y un análisis que necesita muchas horas de sueño y sobre todo actuar con ética, sentido común, y la mano puesta buscando lo mejor para una sociedad como la nuestra.
El abrir o reabrir las actividades económicas de un solo tiro es tener contagios inevitables, o bien dejar que la economía no tenga flujo en un país como el nuestro en el que muchos no tienen cómo sostener a sus familias, más aquellos que vivimos el día y que construimos un futuro o tratamos de construir un futuro paso a paso, con el trabajo diario.
A mi parecer estamos sufriendo consecuencias duras que debemos superar, pero eso solo lo haremos si nos alejamos del engaño y de la manipulación maquiavélica que se encuentra a flor de piel en muchos que hacen y toman decisiones que afectan no solo a ellos sino a la mayoría.
Es por ello que el actuar sobre la ética y con la vista puesta en lo principal que es el bien común nos puede dar una esperanza de que podemos salir adelante dejando por un lado las estrategias políticas que pueden ser de oportunidad solo para algunos y no pensando en el bien común que tanto nos hace falta.
El llamado es a nuestras autoridades para que tomen las mejores acciones para lograr salir de esta problemática que lleva consigo una responsabilidad en cada uno de nosotros, y que implica ser conscientes y pensar en que nuestras acciones pueden hacer mucho y si actuamos con responsabilidad cuidándonos nosotros mismos y a los que nos rodean.