La pandemia del covid-19 con la que inició el 2020 y que ha tenido un efecto devastador en la economía mundial y en lo particular para nuestro país Guatemala, obligó a las entidades bancarias y financieras, así como a empresas de otros sectores productivos y entidades no lucrativas y del Estado, a activar los Planes de Contingencia y con ello buscar la Continuidad del Negocio.

Sin duda se pondrán a prueba estos planes y realizarán las evaluaciones que correspondan, midiendo la efectividad estos planes.

Como parte de la Administración Integral de Riesgos, en particular del Riesgos Operacional -que es transversal a todo tipo de organización-, la Continuidad del Negocio deberá estar alineada a la estrategia de negocios.

Ello con la finalidad de preservar valor, ejerciendo control sobre el desempeño de las principales líneas de negocio– las más rentables-. Además, para monitorear los procesos críticos identificados y gestionados previamente.

Por su parte las áreas de Negocios deben poner a prueba su creatividad desarrollando nuevas estrategias de acuerdo con las condiciones del mercado. Para crear valor y que permitan a las entidades y empresas subsistir con éxito, en un entorno adverso.

La Continuidad del Negocio fue el primer seminario bajo el formato virtual para entidades del sector financiero y empresas en general efectuado el 25 de marzo 2020 y el Seminario de Creación de Valor, impartido en mayo 2020.

Son un ejemplo de la iniciativa y apoyo al sector productivo de Guatemala en tiempos de incertidumbre por parte de los docentes y de autoridades de la Asociación Bancaria de Guatemala.

La Escuela Bancaria de Guatemala, activó su plan de contingencia. Este le permite continuar brindando sus diferentes servicios a las Instituciones bancarias y financieras, empresas en general, así como entidades del Estado.

Ello bajo la modalidad virtual y con temas de actualidad. El objetivo es facilitar a estas instituciones las experiencias y metodologías con las que puedan tomar mejores decisiones y adaptación al entorno que se vive.

Por su parte, para las empresas y entidades debe ser un compromiso de la alta administración. Apuntalar nuevas estrategias para alcanzar sus objetivos, incluyendo una educación visionaria para fortalecer las relaciones laborales.

También se permita estimular al talento humano con el que se debe contar para afrontar los diferentes escenarios. Además porque no tienen un tiempo cierto para el retorno a las operaciones normales.

Una reflexión: La sociedad no será la misma, tuvo que ser una enfermedad de tipo endémico para el ser humano la que causó daños.

La historia registra peores y más mortíferas pandemias, nos queda aprender a vivir con el virus y otras enfermedades que se vayan descubriendo en un futuro.

Por lo tanto, se convierte en un reto para la actividad empresarial, la continuidad del negocio y la creación de valor en cada una ellas.

Pero lo más importante, nos impone nuevos modelos de negocio, estructuras organizacionales, relaciones laborales y nuevas formas de trabajo.

También cambio de hábitos de consumo y mejora de la comunicación con los clientes. Asimismo, para gestionar y evaluar integralmente los riesgos del negocio, desarrollos tecnológicos y controles de seguridad de la información, entre otros.

El gran reto es mantener la rentabilidad de los negocios y preservar la vida del capital humano. Utilizando nuevas estrategias y autoevaluar que tan abiertos somos para los cambios. El cambio ya es la constante y con ello nacen nuevas oportunidades.