Mucho se discute en Guatemala últimamente sobre si somos, o no, un Estado Fallido. Está claro que Guatemala no está bien, desde casi cualquier indicador que uno quisiera usar. Sin embargo, la discusión en torno a si somos un Estado Fallido se ha tornado un poco infantil. Acusaciones abundan de que quienes niegan que esa clasificación aplica para Guatemala quieren defender el status quo, y negar todos los problemas de corrupción, pobreza, polarización, entre otros, que abatan a Guatemala. Eso no es cierto, y estas inexactitudes al respecto solo han contribuido a distraer de una conversación seria y profunda sobre los problemas que afronta Guatemala y de sus potenciales soluciones.
El Fondo por la Paz (FP) calcula el Índice de Estados Frágiles (IEF), que antes se llamaba el Índice de Estados Fallidos. Según Krista Henry del FP, cambiaron el nombre del Índice para evitar precisamente este tipo de confusión, que hoy alimentan quienes insisten que Guatemala no solo es un Estado Fallido, pero entre los peores del mundo. Para el FP, el término Estado Fallido se había convertido en una distracción que impedía discusiones serias sobre como resolver los problemas de seguridad humana y el progreso que aflijan a países como Guatemala.
“descubrimos que terminamos teniendo más conversaciones sobre terminología que sobre sustancia. El nombre también estaba siendo utilizado inteligentemente por políticos en países afectados por conflictos para tratar de descartar el Índice por completo, así como su responsabilidad de abordar los problemas que resaltaba. Nuestro propósito principal al crear el Índice es permitir que las personas lo utilicen como una plataforma para discutir lo que está sucediendo en sus propios países. También lo creamos para fomentar la responsabilidad del gobierno, establecer prioridades e identificar recursos para enfrentar desafíos. No lo publicamos todos los años para discutir qué definía un “estado fallido”; lo creamos todos los años para ayudar a prevenir las condiciones que llevan al fracaso de los estados.
https://fundforpeace.org/2014/06/24/from-failed-to-fragile-renaming-the-index/
El FP construye el IEF con base a factores clasificados según su dimensión: Cohesión, Economía, Política, Social. Los factores que se consideran bajo estas clasificaciones dimensionales son:
- Cohesión: Seguridad, Élites divididas, Reclamaciones grupales
- Economía: Declive económico, Desigualdad económica, Fuga humana
- Política: Legitimidad estatal, Servicios públicos, Derechos humanos e imperio de la ley
- Social: Presiones demográficas, Refugiados y Desplazados, Intervención externa.
En la clasificación del IEF, los rankings van de 1 (peor) a 178 (mejor). Los países con las notas más bajas son mejores calificados y obtienen mejores rankings:
- los países que puntean entre 90 y 120 se clasifican en la categoría roja de “Alerta”
- los países que puntean entre 60 y 89.9 se clasifican en la categoría de “Advertencia”
- los países que obtienen una puntuación entre 30 y 59.9 se clasifican en la categoría verde “Estable”
- los países que obtienen una puntuación entre 0 y 29.9 se clasifican en la categoría azul “Sostenible”
Según el FP, Guatemala obtiene un ranking de 58 de 178 países. Recordando que el mejor ranking es 178, y el peor es 1, vale la pena convertir estos rankings en percentiles, que permiten entender más fácilmente como está un país con respecto al resto de la muestra. Con su ranking de 58, Guatemala está en el percentil 0.33. Esto quiere decir que Guatemala está mejor que el 33% de los países de la muestra, o, lo que es equivalente, peor que dos terceras partes de la muestra, o sea 120 de los países incluidos en la muestra. Esto le amerita a Guatemala una clasificación de Advertencia, que señala que Guatemala no está lejos de volverse todavía más frágil, con todas las implicaciones negativas que eso tendría para el progreso y desarrollo del país. La Tabla 1 compara Guatemala en los rubros de Estado Frágil, Desigualdad y el Producto Interno Bruto per Cápita (PPC).
Tabla 1: Fragilidad del Estado, Desigualdad e Ingresos per cápita
Empero, el mismo FP deja claro que Guatemala, con todos sus problemas, no está entre los peores países del mundo en materia de fragilidad, y que no se puede considerar (todavía?) un Estado fallido, como muchos quisieran califacarnos. La calificación de Guatemala en la categoría de Advertencia seguramente no es causa de celebración. El tema puntual es uno de precisión científica, en la medida que eso es posible en la ciencia política, una disciplina académica que se ocupa de temas como seguridad, polarización entre élites, legitimidad estatal, servicios públicos, derechos humanos, e intervención externa, entre otros factores que considera el FP.
Entre los peores 20 países clasificados por el FP predominan países de África y Medio Oriente; solo figura un país de la región Latinoamérica y el Caribe, y ese país es Haití, el decimotercero Estado más frágil en el mundo. Entre los peores 30 países según el FP, solo figuran dos países de nuestra región, Haití y Venezuela (vigesimoctavo). Guatemala, de hecho, clasifica mejor que Turquía, que tiene un ranking de 59. Vale la pena mencionar que Turquía es miembro de la OTAN, y fue admitida antes que Alemania. Cabe reflexionar si la alianza militar más poderosa del mundo, compuesta por los países más desarrollados y menos frágiles del mundo, incluirían en dicha alianza a un Estado más “fallido” que Guatemala.
¿Dónde califica mejor Guatemala?
En el IEF, Guatemala califica mejor en los rubros de Declive Económico e Intervención Externa. Según el FP, Declive Económico toma en consideración factores como las finanzas públicas, destacando la deuda estatal. Asimismo, se consideran factores como las tasas de interés, inflación, productividad, la clasificación económica de los expertos, el clima empresarial para la inversión extranjera directa (IED) y el espíritu empresarial, y la diversificación económica, entre otros factores. Una preocupación del FP es si un solo producto constituye la mayor parte de la economía, como es el caso de Venezuela con el petróleo. Eso no aplica a Guatemala, que se caracteriza por tener una diversidad en su economía y canasta de exportaciones.
Si bien es cierto que la deuda pública en Guatemala es considerada baja por los expertos en relación con otros países, Guatemala seguramente va a retroceder en este rubro por el incremento enorme en su deuda pública en 2020. La inflación de Guatemala también lo consideran moderada los expertos internacionales, pero ésta también va en aumento debido al financiamiento de la deuda pública voluminosa que se aprobó.
En cuanto al clima empresarial para la IED, la IED ha venido bajando en términos nominales desde 2014. Con relación al clima empresarial para el fomento del espíritu empresarial, las leyes y regulaciones del país más bien representan obstáculos para el emprendimiento. Los sectores privados se vienen quejando por muchos años de ambas cosas, que la IED se ahuyenta por la falta de imperio de la ley y seguridad, entre otras cosas, y que se deben de facilitar la apertura de negocios en el país. Sin embargo, pese las calificaciones de Guatemala y los reclamos no atendidos de la iniciativa privada por reformas en las políticas orientadas a la facilidad de hacer negocios en el país, destaca que el factor económico es uno que fortalece la clasificación del FP para Guatemala. Los datos demuestran que la economía guatemalteca, que se dice que es cooptada por las élites económicas de Guatemala, no es la causa de su mala calificación en el Índice de Estados Frágiles. Si Guatemala replicara su punteo en el rubro económico para todos los demás factores evaluados, Guatemala estaría mejor que el 67% de los países en el mundo, mejor que México y China.
Intervención Externa es el rubro donde Guatemala obtiene su mejor punteo, según el FP.
Este factor considera la influencia y el impacto de actores externos en el funcionamiento de un Estado, en particular la seguridad y la economía. Por un lado, la Intervención Externa considera la participación de actores externos en los asuntos internos de un Estado que pueden afectar el equilibrio de poder dentro de ese Estado. Por otro lado, la Intervención Externa también se enfoca en el compromiso económico de actores externos, incluidas las organizaciones internacionales, a través de préstamos, proyectos de desarrollo o ayuda externa. La preocupación es evitar la dependencia económica. La Intervención Externa también tiene en cuenta la intervención humanitaria, como el despliegue de una misión internacional de mantenimiento de la paz.
Si bien es cierto que EEUU colabora con el Ejército de Guatemala en operaciones contra el narcotráfico, los datos del FP indican que Guatemala no está urgida de una intervención extranjera, como lo sería en el caso de un Estado Fallido (o sea, extremadamente frágil). Asimismo, muchas organizaciones internacionales ofrecen todo tipo de lo que consideran asistencia a Guatemala, pero Guatemala no destaca por su dependencia en ello. Por último, lejos de necesitar una misión internacional de paz, Guatemala manda a sus soldados Kaibiles a cooperar en las misiones de paz de la ONU.
Observaciones finales
Del Índice de Estados Frágiles del FP se pueden destacar varias cosas. La economía no adolece de dependencia externa y contribuye a mejorar el punteo de Guatemala. Las mejoras en el clima empresarial que vienen pidiendo la iniciativa privada por años ayudarían a fortalecer el factor económico. Esto haría de Guatemala un Estado menos frágil. Otra cosa que destaca es que la intervención extranjera no figura entre las principales preocupaciones de expertos cuando analizan la fragilidad del Estado guatemalteco.
En el próximo artículo se discutirán los rubros que más contribuyen a la fragilidad del Estado guatemalteco.
Mucho se discute en Guatemala últimamente sobre si somos, o no, un Estado Fallido. Está claro que Guatemala no está bien, desde casi cualquier indicador que uno quisiera usar. Sin embargo, la discusión en torno a si somos un Estado Fallido se ha tornado un poco infantil. Acusaciones abundan de que quienes niegan que esa clasificación aplica para Guatemala quieren defender el status quo, y negar todos los problemas de corrupción, pobreza, polarización, entre otros, que abatan a Guatemala. Eso no es cierto, y estas inexactitudes al respecto solo han contribuido a distraer de una conversación seria y profunda sobre los problemas que afronta Guatemala y de sus potenciales soluciones.
El Fondo por la Paz (FP) calcula el Índice de Estados Frágiles (IEF), que antes se llamaba el Índice de Estados Fallidos. Según Krista Henry del FP, cambiaron el nombre del Índice para evitar precisamente este tipo de confusión, que hoy alimentan quienes insisten que Guatemala no solo es un Estado Fallido, pero entre los peores del mundo. Para el FP, el término Estado Fallido se había convertido en una distracción que impedía discusiones serias sobre como resolver los problemas de seguridad humana y el progreso que aflijan a países como Guatemala.
“descubrimos que terminamos teniendo más conversaciones sobre terminología que sobre sustancia. El nombre también estaba siendo utilizado inteligentemente por políticos en países afectados por conflictos para tratar de descartar el Índice por completo, así como su responsabilidad de abordar los problemas que resaltaba. Nuestro propósito principal al crear el Índice es permitir que las personas lo utilicen como una plataforma para discutir lo que está sucediendo en sus propios países. También lo creamos para fomentar la responsabilidad del gobierno, establecer prioridades e identificar recursos para enfrentar desafíos. No lo publicamos todos los años para discutir qué definía un “estado fallido”; lo creamos todos los años para ayudar a prevenir las condiciones que llevan al fracaso de los estados.
https://fundforpeace.org/2014/06/24/from-failed-to-fragile-renaming-the-index/
El FP construye el IEF con base a factores clasificados según su dimensión: Cohesión, Economía, Política, Social. Los factores que se consideran bajo estas clasificaciones dimensionales son:
- Cohesión: Seguridad, Élites divididas, Reclamaciones grupales
- Economía: Declive económico, Desigualdad económica, Fuga humana
- Política: Legitimidad estatal, Servicios públicos, Derechos humanos e imperio de la ley
- Social: Presiones demográficas, Refugiados y Desplazados, Intervención externa.
En la clasificación del IEF, los rankings van de 1 (peor) a 178 (mejor). Los países con las notas más bajas son mejores calificados y obtienen mejores rankings:
- los países que puntean entre 90 y 120 se clasifican en la categoría roja de “Alerta”
- los países que puntean entre 60 y 89.9 se clasifican en la categoría de “Advertencia”
- los países que obtienen una puntuación entre 30 y 59.9 se clasifican en la categoría verde “Estable”
- los países que obtienen una puntuación entre 0 y 29.9 se clasifican en la categoría azul “Sostenible”
Según el FP, Guatemala obtiene un ranking de 58 de 178 países. Recordando que el mejor ranking es 178, y el peor es 1, vale la pena convertir estos rankings en percentiles, que permiten entender más fácilmente como está un país con respecto al resto de la muestra. Con su ranking de 58, Guatemala está en el percentil 0.33. Esto quiere decir que Guatemala está mejor que el 33% de los países de la muestra, o, lo que es equivalente, peor que dos terceras partes de la muestra, o sea 120 de los países incluidos en la muestra. Esto le amerita a Guatemala una clasificación de Advertencia, que señala que Guatemala no está lejos de volverse todavía más frágil, con todas las implicaciones negativas que eso tendría para el progreso y desarrollo del país. La Tabla 1 compara Guatemala en los rubros de Estado Frágil, Desigualdad y el Producto Interno Bruto per Cápita (PPC).
Tabla 1: Fragilidad del Estado, Desigualdad e Ingresos per cápita
Empero, el mismo FP deja claro que Guatemala, con todos sus problemas, no está entre los peores países del mundo en materia de fragilidad, y que no se puede considerar (todavía?) un Estado fallido, como muchos quisieran califacarnos. La calificación de Guatemala en la categoría de Advertencia seguramente no es causa de celebración. El tema puntual es uno de precisión científica, en la medida que eso es posible en la ciencia política, una disciplina académica que se ocupa de temas como seguridad, polarización entre élites, legitimidad estatal, servicios públicos, derechos humanos, e intervención externa, entre otros factores que considera el FP.
Entre los peores 20 países clasificados por el FP predominan países de África y Medio Oriente; solo figura un país de la región Latinoamérica y el Caribe, y ese país es Haití, el decimotercero Estado más frágil en el mundo. Entre los peores 30 países según el FP, solo figuran dos países de nuestra región, Haití y Venezuela (vigesimoctavo). Guatemala, de hecho, clasifica mejor que Turquía, que tiene un ranking de 59. Vale la pena mencionar que Turquía es miembro de la OTAN, y fue admitida antes que Alemania. Cabe reflexionar si la alianza militar más poderosa del mundo, compuesta por los países más desarrollados y menos frágiles del mundo, incluirían en dicha alianza a un Estado más “fallido” que Guatemala.
¿Dónde califica mejor Guatemala?
En el IEF, Guatemala califica mejor en los rubros de Declive Económico e Intervención Externa. Según el FP, Declive Económico toma en consideración factores como las finanzas públicas, destacando la deuda estatal. Asimismo, se consideran factores como las tasas de interés, inflación, productividad, la clasificación económica de los expertos, el clima empresarial para la inversión extranjera directa (IED) y el espíritu empresarial, y la diversificación económica, entre otros factores. Una preocupación del FP es si un solo producto constituye la mayor parte de la economía, como es el caso de Venezuela con el petróleo. Eso no aplica a Guatemala, que se caracteriza por tener una diversidad en su economía y canasta de exportaciones.
Si bien es cierto que la deuda pública en Guatemala es considerada baja por los expertos en relación con otros países, Guatemala seguramente va a retroceder en este rubro por el incremento enorme en su deuda pública en 2020. La inflación de Guatemala también lo consideran moderada los expertos internacionales, pero ésta también va en aumento debido al financiamiento de la deuda pública voluminosa que se aprobó.
En cuanto al clima empresarial para la IED, la IED ha venido bajando en términos nominales desde 2014. Con relación al clima empresarial para el fomento del espíritu empresarial, las leyes y regulaciones del país más bien representan obstáculos para el emprendimiento. Los sectores privados se vienen quejando por muchos años de ambas cosas, que la IED se ahuyenta por la falta de imperio de la ley y seguridad, entre otras cosas, y que se deben de facilitar la apertura de negocios en el país. Sin embargo, pese las calificaciones de Guatemala y los reclamos no atendidos de la iniciativa privada por reformas en las políticas orientadas a la facilidad de hacer negocios en el país, destaca que el factor económico es uno que fortalece la clasificación del FP para Guatemala. Los datos demuestran que la economía guatemalteca, que se dice que es cooptada por las élites económicas de Guatemala, no es la causa de su mala calificación en el Índice de Estados Frágiles. Si Guatemala replicara su punteo en el rubro económico para todos los demás factores evaluados, Guatemala estaría mejor que el 67% de los países en el mundo, mejor que México y China.
Intervención Externa es el rubro donde Guatemala obtiene su mejor punteo, según el FP.
Este factor considera la influencia y el impacto de actores externos en el funcionamiento de un Estado, en particular la seguridad y la economía. Por un lado, la Intervención Externa considera la participación de actores externos en los asuntos internos de un Estado que pueden afectar el equilibrio de poder dentro de ese Estado. Por otro lado, la Intervención Externa también se enfoca en el compromiso económico de actores externos, incluidas las organizaciones internacionales, a través de préstamos, proyectos de desarrollo o ayuda externa. La preocupación es evitar la dependencia económica. La Intervención Externa también tiene en cuenta la intervención humanitaria, como el despliegue de una misión internacional de mantenimiento de la paz.
Si bien es cierto que EEUU colabora con el Ejército de Guatemala en operaciones contra el narcotráfico, los datos del FP indican que Guatemala no está urgida de una intervención extranjera, como lo sería en el caso de un Estado Fallido (o sea, extremadamente frágil). Asimismo, muchas organizaciones internacionales ofrecen todo tipo de lo que consideran asistencia a Guatemala, pero Guatemala no destaca por su dependencia en ello. Por último, lejos de necesitar una misión internacional de paz, Guatemala manda a sus soldados Kaibiles a cooperar en las misiones de paz de la ONU.
Observaciones finales
Del Índice de Estados Frágiles del FP se pueden destacar varias cosas. La economía no adolece de dependencia externa y contribuye a mejorar el punteo de Guatemala. Las mejoras en el clima empresarial que vienen pidiendo la iniciativa privada por años ayudarían a fortalecer el factor económico. Esto haría de Guatemala un Estado menos frágil. Otra cosa que destaca es que la intervención extranjera no figura entre las principales preocupaciones de expertos cuando analizan la fragilidad del Estado guatemalteco.
En el próximo artículo se discutirán los rubros que más contribuyen a la fragilidad del Estado guatemalteco.