«Quien nada debe, nada teme», solía decir la otrora Fiscal General, hoy prófuga de la justicia, Thelma Aldana. La fugitiva solía aconsejar a los perseguidos por la justicia que se sometieran al proceso. Sostenía que el sistema de justicia de Guatemala era enteramente confiable. Sin embargo, cuando fue acusada de malversación de fondos en la construcción del edificio de la zona 5, ella no atendió su propio consejo.
¿Por qué? ¿Mentía a los perseguidos? ¿Sabía que lo que decía era falso y que el sistema de justicia no era confiable? O, ¿es que ella sí es culpable y sabe que será condenada? ¿Por qué teme? ¿Por qué el sistema de justicia es bueno para los demás, pero no para ella?
Actualmente la noticia es que Juan Francisco Sandoval fue removido de su cargo el sábado recién pasado. El ahora exfiscal y exjefe de ja FECI (Fiscalía Especial contra la Impunidad) abandonó Guatemala en la madrugada con rumbo a El Salvador por la frontera de las Chinamas, acompañado de personal de la Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH) y el embajador de Suecia en Guatemala, Hans Magnusson.
¿Por qué? Si quien nada debe, nada teme.
¿Será que en su conciencia pesa la muerte en prisión de Jesús Oliva Leal y Edwin Raúl Castañeda, dos reconocidos médicos del caso IGSS-Pisa, por haberse opuesto a medidas sustitutivas para que pudieran ser atendidos, y a quienes ayudó a desprestigiar y arruinar sin habérseles probado haber cometido delito alguno, declarados inocentes después de muertos, y por haber mantenido en prisión preventiva a cinco enfermeras a las que no se les probó, al igual que a todos los que mantuvo en prisión, que se beneficiaran de dicho contrato?
¿Será que en su conciencia pesa el no avanzar con la investigación de la ejecución extrajudicial de Pavel Centeno el 28 de octubre de 2016?
¿Será que en su consciencia pesa el haber sepultado el caso de emigraciones ilegales contra la Dirección General de Migración, cuando apareció el nombre de Mayra Veliz, secretaria de asuntos migratorios?
¿Será que en su conciencia pesa el uso de testigos falsos en el caso Pavón, por supuestas ejecuciones extrajudiciales, contra Giammattei, Vielman y Sperisen?
¿Será que en su consciencia pesa el haber sido cómplice de Iván Velásquez, exjefe de la CICIG, en la extorsión al expresidente Morales, usando a su hijo y hermano como rehenes para presionarlo?
¿Será que en su conciencia pesa la muerte del empresario José Estuardo Valdés Paiz, a quien mantuvo en prisión preventiva por el caso de Rodrigo Rosenberg usando un testigo falso?
¿Será que en su conciencia pesa el violentar la presunción de inocencia de manera pública a determinadas personas y la cooptación de la justicia penal en contra de sus enemigos, con alianza de algunos juzgadores?
¿Será que en su conciencia pesa el haber impedido que Guatemala fuera resarcida con $ 380,000,000 (trescientos ochenta millones de dólares) por la empresa Oderbrech, dinero que toca pagar a los ciudadanos guatemaltecos?
¿Por qué si en realidad, no procuraba casos en contra de personas que ideológicamente eran contrarios y favorecía a otros que le eran de su conveniencia, diputados de Semilla y la URNG – ambos grupos de ideología socialista – presentan recursos contra la Fiscal General para revertir la destitución de Sandoval?
¿Por qué grupos marxistas y criminales, invasores de propiedad privada y ladrones de energía eléctrica, como CODECA, incitan a un paro nacional para pedir la renuncia de la Fiscal General y del presidente de la República y la reintegración en su puesto a Sandoval? A mí me daría muy mala espina si Al Capone y la mafia de Chicago presionaran para reinstalar a un fiscal específico que hubiese sido destituido. ¿Qué hay entre Sandoval y esos grupos de delincuentes?
¿Será que en su conciencia pesa el haber sido parte de un sistema de justicia cooptado por magistrados en la CC, jueces y fiscales de ideología socialista, que persiguieron a sus enemigos políticos – como a oficiales del ejército – y que destruyeron empresas y empleos, cargándole a los ciudadanos el costo de las indemnizaciones multimillonarias que tendremos que pagar a las mineras, y que permitieron las invasiones de fincas privadas negándole la justicia a sus propietarios?
¿SERÁ QUE SI DEBE Y POR ESO TEME?
«Quien nada debe, nada teme», solía decir la otrora Fiscal General, hoy prófuga de la justicia, Thelma Aldana. La fugitiva solía aconsejar a los perseguidos por la justicia que se sometieran al proceso. Sostenía que el sistema de justicia de Guatemala era enteramente confiable. Sin embargo, cuando fue acusada de malversación de fondos en la construcción del edificio de la zona 5, ella no atendió su propio consejo.
¿Por qué? ¿Mentía a los perseguidos? ¿Sabía que lo que decía era falso y que el sistema de justicia no era confiable? O, ¿es que ella sí es culpable y sabe que será condenada? ¿Por qué teme? ¿Por qué el sistema de justicia es bueno para los demás, pero no para ella?
Actualmente la noticia es que Juan Francisco Sandoval fue removido de su cargo el sábado recién pasado. El ahora exfiscal y exjefe de ja FECI (Fiscalía Especial contra la Impunidad) abandonó Guatemala en la madrugada con rumbo a El Salvador por la frontera de las Chinamas, acompañado de personal de la Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH) y el embajador de Suecia en Guatemala, Hans Magnusson.
¿Por qué? Si quien nada debe, nada teme.
¿Será que en su conciencia pesa la muerte en prisión de Jesús Oliva Leal y Edwin Raúl Castañeda, dos reconocidos médicos del caso IGSS-Pisa, por haberse opuesto a medidas sustitutivas para que pudieran ser atendidos, y a quienes ayudó a desprestigiar y arruinar sin habérseles probado haber cometido delito alguno, declarados inocentes después de muertos, y por haber mantenido en prisión preventiva a cinco enfermeras a las que no se les probó, al igual que a todos los que mantuvo en prisión, que se beneficiaran de dicho contrato?
¿Será que en su conciencia pesa el no avanzar con la investigación de la ejecución extrajudicial de Pavel Centeno el 28 de octubre de 2016?
¿Será que en su consciencia pesa el haber sepultado el caso de emigraciones ilegales contra la Dirección General de Migración, cuando apareció el nombre de Mayra Veliz, secretaria de asuntos migratorios?
¿Será que en su conciencia pesa el uso de testigos falsos en el caso Pavón, por supuestas ejecuciones extrajudiciales, contra Giammattei, Vielman y Sperisen?
¿Será que en su consciencia pesa el haber sido cómplice de Iván Velásquez, exjefe de la CICIG, en la extorsión al expresidente Morales, usando a su hijo y hermano como rehenes para presionarlo?
¿Será que en su conciencia pesa la muerte del empresario José Estuardo Valdés Paiz, a quien mantuvo en prisión preventiva por el caso de Rodrigo Rosenberg usando un testigo falso?
¿Será que en su conciencia pesa el violentar la presunción de inocencia de manera pública a determinadas personas y la cooptación de la justicia penal en contra de sus enemigos, con alianza de algunos juzgadores?
¿Será que en su conciencia pesa el haber impedido que Guatemala fuera resarcida con $ 380,000,000 (trescientos ochenta millones de dólares) por la empresa Oderbrech, dinero que toca pagar a los ciudadanos guatemaltecos?
¿Por qué si en realidad, no procuraba casos en contra de personas que ideológicamente eran contrarios y favorecía a otros que le eran de su conveniencia, diputados de Semilla y la URNG – ambos grupos de ideología socialista – presentan recursos contra la Fiscal General para revertir la destitución de Sandoval?
¿Por qué grupos marxistas y criminales, invasores de propiedad privada y ladrones de energía eléctrica, como CODECA, incitan a un paro nacional para pedir la renuncia de la Fiscal General y del presidente de la República y la reintegración en su puesto a Sandoval? A mí me daría muy mala espina si Al Capone y la mafia de Chicago presionaran para reinstalar a un fiscal específico que hubiese sido destituido. ¿Qué hay entre Sandoval y esos grupos de delincuentes?
¿Será que en su conciencia pesa el haber sido parte de un sistema de justicia cooptado por magistrados en la CC, jueces y fiscales de ideología socialista, que persiguieron a sus enemigos políticos – como a oficiales del ejército – y que destruyeron empresas y empleos, cargándole a los ciudadanos el costo de las indemnizaciones multimillonarias que tendremos que pagar a las mineras, y que permitieron las invasiones de fincas privadas negándole la justicia a sus propietarios?
¿SERÁ QUE SI DEBE Y POR ESO TEME?