Hoy abordaremos algo, en lo cual, todos hemos sido testigos del problema crítico que ha afectado profundamente nuestra comunidad y nuestro entorno: los incendios en el vertedero y la gestión inadecuada de los residuos sólidos. Es un tema que nos concierne a todos y que requiere nuestra atención inmediata y acciones decisivas.

Los incendios en los vertederos son más que simples emergencias. Son símbolos de un sistema fallido, de una cadena de eventos que reflejan la negligencia y la falta de responsabilidad en la gestión de nuestros desechos.

Y es en este contexto que debemos reflexionar sobre el papel de la Autoridad para el Manejo Sustentable de la Cuenca del Lago de Atitlán y su Entorno (AMSA).

AMSA, como institución encargada de la gestión integral y sostenible de nuestro lago y su área circundante, tiene la responsabilidad primordial de garantizar que los residuos sólidos se manejen de manera adecuada y segura. Sin embargo, lamentablemente, hemos sido testigos de repetidos fallos en este aspecto fundamental.

Los incendios en el vertedero son solo la punta del iceberg de una serie de problemas relacionados con la gestión de residuos sólidos en nuestra región. La falta de infraestructura adecuada, la insuficiente recolección y disposición para cubrir los residuos depositados diariamente con tierra o materiales adecuados que ayudan a reducir la exposición de los desechos a factores ambientales que provocan ignición, como la luz solar y el viento. La ausencia de programas efectivos de reciclaje y compostaje, y la deficiente supervisión y aplicación de regulaciones ambientales son solo algunas de las áreas en las que AMSA ha fallado en cumplir con su deber.

Estos incendios no solo representan un riesgo inmediato para la salud pública y el medio ambiente, sino que también son una manifestación de una problemática más profunda: la crisis de la gestión de residuos sólidos en nuestra comunidad. Ya es hora de que asumamos la responsabilidad colectiva de abordar este problema de manera integral y urgente.

Insto a AMSA y al Gobernador de Guatemala, por ser el Presidente de la Junta de Representantes de AMSA, a reconocer su papel central en esta crisis y a asumir la responsabilidad total de sus acciones y omisiones. No podemos permitirnos más excusas ni dilaciones. Necesitamos un cambio real y tangible en la forma en que se manejan nuestros desechos y eso requiere un compromiso total por parte de todas las partes involucradas.

Es importante recordar que, además de su responsabilidad moral y ética, AMSA tiene una responsabilidad legal clara en la gestión de los residuos sólidos. Está sujeta a las leyes y regulaciones ambientales vigentes, que establecen estándares para la recolección, transporte, tratamiento y disposición final de los desechos. El incumplimiento de estas leyes puede resultar en sanciones civiles y penales.

Como ciudadanos conscientes y comprometidos, también debemos hacer nuestra parte. Debemos exigir transparencia, rendición de cuentas y acciones concretas por parte de nuestras autoridades. Debemos promover prácticas de reducción, reutilización y reciclaje en nuestros hogares y comunidades y debemos trabajar juntos para construir un futuro más limpio, más seguro y más sostenible para todos.

Los incendios en el vertedero son una llamada de atención para todos nosotros para no ser solamente simple expectadores. La acumulación de gases como metano y sulfuro de hidrógeno en los vertederos contribuye a la inflamabilidad de los desechos. Se debe implementar sistemas de captura y tratamiento de estos gases para prevenir incendios. No podemos permitir que esta crisis continúe. Es hora de que tomemos medidas decisivas y construyamos un mañana mejor para nuestra comunidad y nuestro planeta.