Acción para la Democracia
En este acto, según lo refiere la misma publicación, si, están presentes algunos líderes ancestrales, no todos los líderes ancestrales, algunos líderes empresariales y no todos los líderes empresariales como lo escrito intenta darlo a entender.
Así llamó el Presidente electo – aún no toma posesión del poder y aún se duda de que pueda lograrlo - un acuerdo alcanzado entre Él y confiemos su agrupación política que ahora tampoco es partido político, con diferentes instituciones nacionales y una internacional. Un primer paso que además refirió como producto del “diálogo histórico” – especie de muletilla que la mayor parte de politiqueros usan cuando no tienen mucho que significar, pero quieren que suene a importante – el acuerdo por ellos denominado Acción por la Democracia. Hasta ahora, no se registran importantes repercusiones en torno al mismo. El ciudadano Arévalo, lo presentó en su Tweet así:
“Como resultado del proceso del diálogo histórico que convocamos y facilitamos desde hace unas semanas, estoy complacido de anunciar el lanzamiento de Acción para la Democracia. Un acuerdo que une a líderes ancestrales y líderes empresariales en la protección de la democracia.”
Es también usual que en nuestra cultura política tradicional, cultura de la vieja política, el apoyarse siempre en falacias por generalización que por supuesto, al hacerse evidentes, contribuyen a exaltar la ya alta desconfianza en las acciones que vienen de los políticos. En este acto, según lo refiere la misma publicación, si, están presentes algunos líderes ancestrales, no todos los líderes ancestrales, algunos líderes empresariales y no todos los líderes empresariales como lo escrito intenta darlo a entender. El Presidente electo sin duda, sabe entender que lo falaz es primo de la mentira, sino, mentira pura.
En cuanto al acto mismo de buscar acuerdos en tanto sea posible, es más que urgente y necesario para que exista un mínimo de gobernabilidad en un ambiente que como todos sabemos, será, por decir lo menos, altamente tóxico para el gobierno entrante y peor aún para el país. Esto último pudiera no importarle precisamente a quienes hoy luchan por impedir el avance democratico de Guatemala y guiados, inspirados y animado por tantos malos ejemplos en nuestra América Latina, con todos los recursos provistos desde fuentes muy interesadas en mantener el status quo, hace lo posible para dar un zarpazo que vestido de legalidad, haga posible los oníricos deseos de quienes detentan el poder real y sus títeres.
“Las personas y organizaciones que integran este espacio valoran el diálogo como herramienta esencial para llegar a acuerdos y establecer rutas y mecanismos de trabajo para que de manera articulada lograr objetivas comunes”
Por supuesto, bienvenidos a todos los que de verdad valoran el diálogo y quieren buscar rutas en las que actuando articuladamente puedan lograr sus objetivos comunes y he de asumir como ciudadano responsable que estos objetivos son los que el Presidente electo, enuncia inmediatamente de la siguiente forma:
“Garantizar el respeto a los resultados electorales definitivos e inalterables oficializados por el TSE al cierre de este proceso en su Decreto No 5-2023 de fecha 21 de octubre de 2023 y garantizar la toma de posesión de todas las autoridades electas en el mismo en las fechas 14 y 15 de enero de 2024.
Rechazar la criminalización y persecución arbitraria de quienes participaron en la implementación del proceso electoral de forma voluntaria, y de quienes actúan en defensa de la democracia en el marco del esfuerzo para garantizar su respeto.
Velar por el respeto de todos los derechos fundamentales de los guatemaltecas establecidos en la Constitución Política de la República.
Defender la democracia, así como trabajar para proteger y fortalecer el sistema democrático del país.
Rechazar la violencia y abogar por la solución de conflictos de manera pacífica
Todo lo anterior se podría haber resumido en una sola frase de acuerdo que supone ser vigente, inviolable so penas legales: cumplir y hacer cumplir la Constitución de la República de Guatemala.
El documento también señala que la colaboración es un elemento clave en esta acción y que los firmantes se comprometen a trabajar de manera conjunta, para aportar sus diferentes recursos y habilidades para lograr los objetivos establecidos
“Reconociendo las diversas formas en que se pueden abordar los desafíos democráticos, se buscará la creación de estrategias complementarias para abordar estos retos de manera diversa mediante la creación de una agenda que detalla las acciones concretas que se llevarán a cabo.
Hasta el momento, lo único que luce responder a las acciones dentro de este acuerdo, ha sido las marchas y concentraciones del 3 y 4 de noviembre que sin muchas nueces tampoco parece haber tenido mucho ruido, pero en todo caso, los pueblos originarios están cumpliendo su compromiso, no así, al menos visiblemente, los otros firmantes. Estaremos a la expectativa.
Acción para la Democracia
En este acto, según lo refiere la misma publicación, si, están presentes algunos líderes ancestrales, no todos los líderes ancestrales, algunos líderes empresariales y no todos los líderes empresariales como lo escrito intenta darlo a entender.
Así llamó el Presidente electo – aún no toma posesión del poder y aún se duda de que pueda lograrlo - un acuerdo alcanzado entre Él y confiemos su agrupación política que ahora tampoco es partido político, con diferentes instituciones nacionales y una internacional. Un primer paso que además refirió como producto del “diálogo histórico” – especie de muletilla que la mayor parte de politiqueros usan cuando no tienen mucho que significar, pero quieren que suene a importante – el acuerdo por ellos denominado Acción por la Democracia. Hasta ahora, no se registran importantes repercusiones en torno al mismo. El ciudadano Arévalo, lo presentó en su Tweet así:
“Como resultado del proceso del diálogo histórico que convocamos y facilitamos desde hace unas semanas, estoy complacido de anunciar el lanzamiento de Acción para la Democracia. Un acuerdo que une a líderes ancestrales y líderes empresariales en la protección de la democracia.”
Es también usual que en nuestra cultura política tradicional, cultura de la vieja política, el apoyarse siempre en falacias por generalización que por supuesto, al hacerse evidentes, contribuyen a exaltar la ya alta desconfianza en las acciones que vienen de los políticos. En este acto, según lo refiere la misma publicación, si, están presentes algunos líderes ancestrales, no todos los líderes ancestrales, algunos líderes empresariales y no todos los líderes empresariales como lo escrito intenta darlo a entender. El Presidente electo sin duda, sabe entender que lo falaz es primo de la mentira, sino, mentira pura.
En cuanto al acto mismo de buscar acuerdos en tanto sea posible, es más que urgente y necesario para que exista un mínimo de gobernabilidad en un ambiente que como todos sabemos, será, por decir lo menos, altamente tóxico para el gobierno entrante y peor aún para el país. Esto último pudiera no importarle precisamente a quienes hoy luchan por impedir el avance democratico de Guatemala y guiados, inspirados y animado por tantos malos ejemplos en nuestra América Latina, con todos los recursos provistos desde fuentes muy interesadas en mantener el status quo, hace lo posible para dar un zarpazo que vestido de legalidad, haga posible los oníricos deseos de quienes detentan el poder real y sus títeres.
“Las personas y organizaciones que integran este espacio valoran el diálogo como herramienta esencial para llegar a acuerdos y establecer rutas y mecanismos de trabajo para que de manera articulada lograr objetivas comunes”
Por supuesto, bienvenidos a todos los que de verdad valoran el diálogo y quieren buscar rutas en las que actuando articuladamente puedan lograr sus objetivos comunes y he de asumir como ciudadano responsable que estos objetivos son los que el Presidente electo, enuncia inmediatamente de la siguiente forma:
“Garantizar el respeto a los resultados electorales definitivos e inalterables oficializados por el TSE al cierre de este proceso en su Decreto No 5-2023 de fecha 21 de octubre de 2023 y garantizar la toma de posesión de todas las autoridades electas en el mismo en las fechas 14 y 15 de enero de 2024.
Rechazar la criminalización y persecución arbitraria de quienes participaron en la implementación del proceso electoral de forma voluntaria, y de quienes actúan en defensa de la democracia en el marco del esfuerzo para garantizar su respeto.
Velar por el respeto de todos los derechos fundamentales de los guatemaltecas establecidos en la Constitución Política de la República.
Defender la democracia, así como trabajar para proteger y fortalecer el sistema democrático del país.
Rechazar la violencia y abogar por la solución de conflictos de manera pacífica
Todo lo anterior se podría haber resumido en una sola frase de acuerdo que supone ser vigente, inviolable so penas legales: cumplir y hacer cumplir la Constitución de la República de Guatemala.
El documento también señala que la colaboración es un elemento clave en esta acción y que los firmantes se comprometen a trabajar de manera conjunta, para aportar sus diferentes recursos y habilidades para lograr los objetivos establecidos
“Reconociendo las diversas formas en que se pueden abordar los desafíos democráticos, se buscará la creación de estrategias complementarias para abordar estos retos de manera diversa mediante la creación de una agenda que detalla las acciones concretas que se llevarán a cabo.
Hasta el momento, lo único que luce responder a las acciones dentro de este acuerdo, ha sido las marchas y concentraciones del 3 y 4 de noviembre que sin muchas nueces tampoco parece haber tenido mucho ruido, pero en todo caso, los pueblos originarios están cumpliendo su compromiso, no así, al menos visiblemente, los otros firmantes. Estaremos a la expectativa.