La pregunta del titular al ojo no entrenado pudiera ser una de Perogrullo. Sin embargo, para el educado conocedor a su mente inmediatamente le saltaría una variedad de conceptos, por cierto no único, de lo que la pregunta contiene.

Históricamente la democracia truene su origen en la Grecia Clásica y fue inventada por los atenienses en el lejano siglo V antes de Cristo y se puede encontrar en los escritos de Herodoto como el nombre de una forma de gobierno ya entonces objeto de debate. En su etimología, significa gobierno “del pueblo”. No obstante esa amplia definición de democracia, los ciudadanos de Atenas no eran todos sino solamente algunos con características muy particulares que les hacía ciudadanos por lo que era una minoría siendo la mayoría la compuesta por esclavos quienes no eran ciudadanos. La democracia ateniense estaba basada en la selección de representantes por sorteo y las decisiones en otros casos por mayoría. La asamblea estaba compuesta por todos los ciudadanos varones de Atenas y votaba en forma directa. Lo interesante de la democracia desde sus orígenes es que es considerada como un medio y no como un fin.

Es en la modernidad que la democracia comienza ser considerada como un fin y no como un medio y que cualquier regimen se jacte de ser un distema democrático. La Cuba de Fidel Castro y las subsiguientes se consideran democracias. Y es gracias a que los conceptos de democracia son de manga ancha donde cabe de todo que se den.

Recuerdo en mi formación de Ciencia Política haber recibido una de las preguntas que en su fondo representan la piedra fundamental del bienestar de la sociedad en términos de su relación con el estadoy la misma se la hago extensiva a usted apreciado lector: ¿qué es más importante la democracia o el estado de derecho?

Cabría ante esa pregunta plantearse otra: ¿puede el estado de derecho sobrevivir sin democracia? Y por supuesto: ¿puede existir democracia sin estado de derecho?

La profundidad de las preguntas se hace notoria ahora porque entendemos porqué se hace la pregunta ¿qué es más importante la democracia o el estado de derecho?

Veamos un ejemplo de la era soviética en plena Guerra Fría: a la caída del III Reich surgió la República Federal Alemana siendo su contraparte prosoviética y comunista la República Democrática de Alemania también conocida vulgarmente como Alemania del Este. En una las ideas de la libertad y del respeto de los derechos de los ciudadanos conformaron un Estado de Derecho constitucional; en la otra, la “Democrática” hubo de construír un muro para que sus ciudadanos no salieran libremente del territorio porque se hubiese quedado sin habitantes otros que no fueran los funcionarios públicos que les quedaran.

Hoy ya consolidada la reunificación, la Alemania actual se encuentra ante muchos retos en los que los derechos de sus ciudadanos están por encima muchas veces de la tradición germánica como es el caso de el incremento significativo de la población musulmana que es de nacionalidad alemana. Los derechos de las personas son más importantes que la religión que practica gracias al respeto al Estado de Derecho que predomina.

Bueno dirá alguno eso es cosa del pasado. Si, la definición de Alemania Democrática, pero y qué decir de la República Popular de Corea, o Corea del Norte. Una país actual que es regido por una dictadura que necesita de una zona desmilitarizada que apunte a sus ciudadanos para que no escapen del paraíso popular.

En el mundo occidental moderno decía en columna anterior, el Estado de Derecho es el equivalente a que nadie está por encima de la ley. Es inconcebible un estado de derecho donde alguien esté por encima de ley.

Nos encontramos precisamente en estas condiciones en Guatemala donde en estos días se escuchan y leen frases como voluntad popular, estado democrático de derecho, inviolabilidad de el derecho electoral y otra cantidad de expresiones.

Y acá regreso a la pregunta título de esta columna: ¿qué democracia? Y si, una democracia como medio para la consolidación de un Estado de Derecho donde todos los ciudadanos son regidos por la misma ley y nadie está por encima de ella; o una donde los intereses de algunos deben estar por encima de la ley. Expresado en otras palabras para ponerme más en contexto: está el Tribunal Supremo Electoral sometido a las mismas leyes y normas que todos los ciudadanos o es realidad que las normas que a ellos aplican son diferentes de las que se aplican al resto de ciudadanos. ¿Es imposible que un partido político sea una organización de crimen organizado por el simple hecho de ser partido político y estar regida por la Ley Electoral y de Partidos Políticos (LEPP)? ¿Tiene el Ministerio Público la facultad de investigar aquellas instituciones reguladas por la LEPP?

Es acá donde se responde sola la pregunta título de esta columna ¿qué democracia? Aquella que siendo un medio se encuentre regida por el Estado de Derecho, una donde todos los participantes sean “iguales ante la ley”, Una donde nadie es superior a la ley. ¡Hasta la próxima!