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Iglesia y Estado

Hoy vemos a ése insulto de terrorista que se apellida Ramazzini, convertido en Cardenal por un Papa Jesuita (congruente, obviamente), auto proclalarse campeón anticorrupción, alabado por la prensa internacional, que ya sabemos de que pata cojea. 

iglesia y estado
Betty Marroquin |
20 de octubre, 2022

Cuándo en el mundo occidental se produjo la separación entre Iglesia y Estado, se supuso que implicaría el final del entrometimiento de un sector en el otro. En la práctica vemos que ésto se ha producido a medias en algunos países y para nada en otros.

En Guatemala, las Iglesias operantes tienen todas alguna injerencia en política. 

La comunidad judía, por ejemplo, se auto proclama apolítica, pero se ha manifestado más de alguna vez sobre temas relativos a la política de Guatemala con respecto a Israel.

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Puede que la comunidad que practica el Islam sea la que menos opine en temas políticos. 

La Iglesia Cristiana Evangélica, que también se auto proclama apolítica, ha tenido mucha influencia en decisiones de Estado. Creció en el gobierno del ex Presidente Jimmy Morales, Cristiano Evangélico practicante, y de alguna manera ha influido en el gobierno actual. Un ejemplo de ello es la proclamación de Guatemala cómo Capital Pro Vida de Iberoamérica, que siendo congruente con la visión del Presidente de turno encontró eco, cosa que celebro y agradezco.

Soy Católica practicante y Mariana, y por ende me siento con el derecho de señalar lo que no me parece de mi Iglesia.  La Compañía de Jesús en Guatemala, como en todos los países con conflicto armado interno, adoptaron una postura totalmente sesgada en favor del comunismo o socialismo, manifestado por los grupos terroristas que adoctrinaron, protegieron, defendieron y en los que algunos curas hasta militaron.

Hoy vemos a ése insulto de terrorista que se apellida Ramazzini, convertido en Cardenal por un Papa Jesuita (congruente, obviamente), auto proclalarse campeón anticorrupción, alabado por la prensa internacional, que ya sabemos de que pata cojea. 

Es como si Hannibal Lecter de pronto se conviertiera en campeón de los derechos humanos. 

Ramazzini en el altiplano se dedicó a diseminar sus odio hipócrita y doble moral de comunista Gucci, porque le gusta lo fino y caro, con un manifiesto resentimiento social incrustado en su alma contra el sector productivo, contra todo el que trabaja para prosperar. 

La desigualdad social y económica es innegable, pero este señor pretende resolverla quitando a los que producen para redistribuir la riqueza. En su mente obtusa parece que no entra el concepto sagrado de que el trabajo dignifica. Apparentemente,  su evidente populismo lo hace negarse a aceptar que con trabajo se supera la gente. 

Financiado por dinero de Soros y otros multimillonarios que a través de su cadena de ONGs financian la inestabilidad social en el Hemisferio Occidental, buscan romper el Estado de Derecho. Este señor aparece en todos lados como un santo, sólo que con evidentes cachos.

Estos multimillonarios que se autoproclaman filantropos buscan acabar con el sistema republicano en todos los paises donde financian el ataque sistemático del mismo, para acabar con la clase media, reducir la población y así, finalmente, ejercer un mejor control de la misma. Divide y reinarás, reza la máxima.

Ramazzini, al igual que las chinas comunistas Gucci  Mack, y sus secuaces, parece convencido que aplanando a la sociedad guatemalteca hacia abajo, serán finalmente los mandamaces y fieles servidores de esos multimillonarios. Buscan la igualdad, en pobreza. Como buenos peleles, les servirán en bandeja de plata el venir a explotar a su conveniencia todo lo que Guatemala produce dejando unicamente el pago respectivo a sus empleados en "el poder". Ejemplo, Soros en la minería en diversos paises.

Lo peor es que pareciera que estos objetivos logren su meta, ante la apatía e indiferencia generalizada de los ciudadanos. Y ojo, si bien mal de muchos..., es igual en todo el Hemisferio Occidental. 

Iglesia y Estado

Hoy vemos a ése insulto de terrorista que se apellida Ramazzini, convertido en Cardenal por un Papa Jesuita (congruente, obviamente), auto proclalarse campeón anticorrupción, alabado por la prensa internacional, que ya sabemos de que pata cojea. 

Betty Marroquin |
20 de octubre, 2022
iglesia y estado

Cuándo en el mundo occidental se produjo la separación entre Iglesia y Estado, se supuso que implicaría el final del entrometimiento de un sector en el otro. En la práctica vemos que ésto se ha producido a medias en algunos países y para nada en otros.

En Guatemala, las Iglesias operantes tienen todas alguna injerencia en política. 

La comunidad judía, por ejemplo, se auto proclama apolítica, pero se ha manifestado más de alguna vez sobre temas relativos a la política de Guatemala con respecto a Israel.

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Puede que la comunidad que practica el Islam sea la que menos opine en temas políticos. 

La Iglesia Cristiana Evangélica, que también se auto proclama apolítica, ha tenido mucha influencia en decisiones de Estado. Creció en el gobierno del ex Presidente Jimmy Morales, Cristiano Evangélico practicante, y de alguna manera ha influido en el gobierno actual. Un ejemplo de ello es la proclamación de Guatemala cómo Capital Pro Vida de Iberoamérica, que siendo congruente con la visión del Presidente de turno encontró eco, cosa que celebro y agradezco.

Soy Católica practicante y Mariana, y por ende me siento con el derecho de señalar lo que no me parece de mi Iglesia.  La Compañía de Jesús en Guatemala, como en todos los países con conflicto armado interno, adoptaron una postura totalmente sesgada en favor del comunismo o socialismo, manifestado por los grupos terroristas que adoctrinaron, protegieron, defendieron y en los que algunos curas hasta militaron.

Hoy vemos a ése insulto de terrorista que se apellida Ramazzini, convertido en Cardenal por un Papa Jesuita (congruente, obviamente), auto proclalarse campeón anticorrupción, alabado por la prensa internacional, que ya sabemos de que pata cojea. 

Es como si Hannibal Lecter de pronto se conviertiera en campeón de los derechos humanos. 

Ramazzini en el altiplano se dedicó a diseminar sus odio hipócrita y doble moral de comunista Gucci, porque le gusta lo fino y caro, con un manifiesto resentimiento social incrustado en su alma contra el sector productivo, contra todo el que trabaja para prosperar. 

La desigualdad social y económica es innegable, pero este señor pretende resolverla quitando a los que producen para redistribuir la riqueza. En su mente obtusa parece que no entra el concepto sagrado de que el trabajo dignifica. Apparentemente,  su evidente populismo lo hace negarse a aceptar que con trabajo se supera la gente. 

Financiado por dinero de Soros y otros multimillonarios que a través de su cadena de ONGs financian la inestabilidad social en el Hemisferio Occidental, buscan romper el Estado de Derecho. Este señor aparece en todos lados como un santo, sólo que con evidentes cachos.

Estos multimillonarios que se autoproclaman filantropos buscan acabar con el sistema republicano en todos los paises donde financian el ataque sistemático del mismo, para acabar con la clase media, reducir la población y así, finalmente, ejercer un mejor control de la misma. Divide y reinarás, reza la máxima.

Ramazzini, al igual que las chinas comunistas Gucci  Mack, y sus secuaces, parece convencido que aplanando a la sociedad guatemalteca hacia abajo, serán finalmente los mandamaces y fieles servidores de esos multimillonarios. Buscan la igualdad, en pobreza. Como buenos peleles, les servirán en bandeja de plata el venir a explotar a su conveniencia todo lo que Guatemala produce dejando unicamente el pago respectivo a sus empleados en "el poder". Ejemplo, Soros en la minería en diversos paises.

Lo peor es que pareciera que estos objetivos logren su meta, ante la apatía e indiferencia generalizada de los ciudadanos. Y ojo, si bien mal de muchos..., es igual en todo el Hemisferio Occidental.