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Las camisas pardas del Abya Yala. Juicio crítico sobre la posición política del indigenismo latinoamericano

El carácter identitario de su cosmovisión y el énfasis en elementos premodernos, tradicionales y criterios de etnia y raza les acercan más a figuras como Antauro Humala y sus camisas verdes que al marxismo del que dicen ser defensores.

La candidata presidencial guatemalteca por el partido Movimiento para la Liberación de los Pueblos (MLP), Thelma Cabrera (C), participa en un mitin de campaña en el Parque Central de Mixco, Guatemala, el 27 de abril de 2023. (Foto de Johan ORDONEZ / AFP)
Alessandro Mecca |
06 de mayo, 2024

¿Es el indigenismo realmente de izquierdas? El indigenismo en América Latina ha sido uno de los pilares del socialismo del siglo XXI. Presenta una alternativa al llamado "capitalismo neoliberal", promoviendo un modelo redistributivo en el que el Estado lleve la batuta. El mejor ejemplo de esta aparente feliz simbiosis entre el indigenismo y la izquierda como corriente política podríamos verlo en la figura del expresidente boliviano Evo Morales. Su partido, el Movimiento al Socialismo (MAS), se define a sí mismo como "antiimperialistas, anticapitalistas y anticolonialistas" y cita a grandes referentes de la izquierda radical latinoamericana como de sus principales fuentes de inspiración, como Fidel Castro y Ernesto Che Guevara.

Sin embargo, en este artículo, estimado lector, pretendo emitir un juicio crítico sobre la colocación del indigenismo dentro del espectro político. Si revisamos las premisas de lo que constituye izquierda, derecha y sus implicaciones, la manera de ver a este movimiento tan propio de América Latina podría cambiar radicalmente. En el ejercicio que nos ocupa hoy, revisaremos el caso del Movimiento de Liberación de los Pueblos, el movimiento más representativo de esta corriente a escala nacional y que llegó a tener un considerable peso en el panorama político guatemalteco hasta su desaparición.

La diferencia entre la izquierda y la derecha se puede entender en su actitud respecto a la igualdad. Asimismo, la diferencia entre lo extremo o moderado que es un proyecto se definiría en su actitud con respecto a la libertad (Bobbio, 1995). Partiendo de esta premisa, ¿dónde podemos encuadrar al Movimiento de Liberación de los Pueblos? La respuesta se encuentra en su mismo programa político: "El actual sistema político del Estado-Nación liberal se basa en un modelo económico cuyos fundamentos filosóficos son europeos y se centran en la propiedad privada y los derechos del individuo, dejando de atender y de reconocer otras formas de propiedad y los derechos colectivos e históricos de la mayoría plurinacional de la población guatemalteca" (MLP, 2023).

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El carácter identitario de su cosmovisión y el énfasis en elementos premodernos, tradicionales y criterios de etnia y raza les acercan más a figuras como Antauro Humala y sus camisas verdes que al marxismo del que dicen ser defensores.

El movimiento rechazaba de manera explícita la igualdad ante la ley, propia de las democracias liberales. En el socialismo, donde se busca la propiedad colectiva de los medios de producción, se parte de una visión racional universalista, en donde el fin último es un comunismo sin distinción de clases o nacionalidad. Esta visión no pertenece al Movimiento de Liberación de los Pueblos, pues la premisa fundamental de su proyecto político constitucional era recuperar los derechos colectivos de las "comunidades plurinacionales”. Consideraban a cada una de las naciones indígenas como sujetos primarios de derecho por encima del individuo o de la clase. Tampoco se les podía poner en la extrema izquierda clásica, pues no tenían como fin el establecimiento de un proyecto universalista al hacer una clara distinción entre naciones y comunidades.

Por lo tanto, rechazando la igualdad como base (democracia liberal) o como fin (comunismo), difícilmente podríamos encuadrar a movimientos como el MLP en el etiquetado político de las izquierdas. “Concebimos a los pueblos indígenas como naciones culturales relativamente diferenciadas entre sí y del pueblo guatemalteco del todo occidentalizado” (MLP, 2023). Es por esta diferenciación y su iliberalismo manifiesto que consideramos necesario reclasificar la posición en el espectro del indigenismo que representaba el MLP. La igualdad, objetivo último de las izquierdas que se diferencian por grados, no está presente en sus programas políticos. Parece más apta la definición que da Norberto Bobbio de la extrema derecha, un movimiento antiliberal y expresamente antiigualitario.

Por consiguiente, estimado lector, propongo la reclasificación del movimiento indigenista en el espectro político. El carácter identitario de su cosmovisión y el énfasis en elementos premodernos, tradicionales y criterios de etnia y raza les acercan más a figuras como Antauro Humala y sus camisas verdes que al marxismo del que dicen ser defensores.

Las camisas pardas del Abya Yala. Juicio crítico sobre la posición política del indigenismo latinoamericano

El carácter identitario de su cosmovisión y el énfasis en elementos premodernos, tradicionales y criterios de etnia y raza les acercan más a figuras como Antauro Humala y sus camisas verdes que al marxismo del que dicen ser defensores.

Alessandro Mecca |
06 de mayo, 2024
La candidata presidencial guatemalteca por el partido Movimiento para la Liberación de los Pueblos (MLP), Thelma Cabrera (C), participa en un mitin de campaña en el Parque Central de Mixco, Guatemala, el 27 de abril de 2023. (Foto de Johan ORDONEZ / AFP)

¿Es el indigenismo realmente de izquierdas? El indigenismo en América Latina ha sido uno de los pilares del socialismo del siglo XXI. Presenta una alternativa al llamado "capitalismo neoliberal", promoviendo un modelo redistributivo en el que el Estado lleve la batuta. El mejor ejemplo de esta aparente feliz simbiosis entre el indigenismo y la izquierda como corriente política podríamos verlo en la figura del expresidente boliviano Evo Morales. Su partido, el Movimiento al Socialismo (MAS), se define a sí mismo como "antiimperialistas, anticapitalistas y anticolonialistas" y cita a grandes referentes de la izquierda radical latinoamericana como de sus principales fuentes de inspiración, como Fidel Castro y Ernesto Che Guevara.

Sin embargo, en este artículo, estimado lector, pretendo emitir un juicio crítico sobre la colocación del indigenismo dentro del espectro político. Si revisamos las premisas de lo que constituye izquierda, derecha y sus implicaciones, la manera de ver a este movimiento tan propio de América Latina podría cambiar radicalmente. En el ejercicio que nos ocupa hoy, revisaremos el caso del Movimiento de Liberación de los Pueblos, el movimiento más representativo de esta corriente a escala nacional y que llegó a tener un considerable peso en el panorama político guatemalteco hasta su desaparición.

La diferencia entre la izquierda y la derecha se puede entender en su actitud respecto a la igualdad. Asimismo, la diferencia entre lo extremo o moderado que es un proyecto se definiría en su actitud con respecto a la libertad (Bobbio, 1995). Partiendo de esta premisa, ¿dónde podemos encuadrar al Movimiento de Liberación de los Pueblos? La respuesta se encuentra en su mismo programa político: "El actual sistema político del Estado-Nación liberal se basa en un modelo económico cuyos fundamentos filosóficos son europeos y se centran en la propiedad privada y los derechos del individuo, dejando de atender y de reconocer otras formas de propiedad y los derechos colectivos e históricos de la mayoría plurinacional de la población guatemalteca" (MLP, 2023).

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El carácter identitario de su cosmovisión y el énfasis en elementos premodernos, tradicionales y criterios de etnia y raza les acercan más a figuras como Antauro Humala y sus camisas verdes que al marxismo del que dicen ser defensores.

El movimiento rechazaba de manera explícita la igualdad ante la ley, propia de las democracias liberales. En el socialismo, donde se busca la propiedad colectiva de los medios de producción, se parte de una visión racional universalista, en donde el fin último es un comunismo sin distinción de clases o nacionalidad. Esta visión no pertenece al Movimiento de Liberación de los Pueblos, pues la premisa fundamental de su proyecto político constitucional era recuperar los derechos colectivos de las "comunidades plurinacionales”. Consideraban a cada una de las naciones indígenas como sujetos primarios de derecho por encima del individuo o de la clase. Tampoco se les podía poner en la extrema izquierda clásica, pues no tenían como fin el establecimiento de un proyecto universalista al hacer una clara distinción entre naciones y comunidades.

Por lo tanto, rechazando la igualdad como base (democracia liberal) o como fin (comunismo), difícilmente podríamos encuadrar a movimientos como el MLP en el etiquetado político de las izquierdas. “Concebimos a los pueblos indígenas como naciones culturales relativamente diferenciadas entre sí y del pueblo guatemalteco del todo occidentalizado” (MLP, 2023). Es por esta diferenciación y su iliberalismo manifiesto que consideramos necesario reclasificar la posición en el espectro del indigenismo que representaba el MLP. La igualdad, objetivo último de las izquierdas que se diferencian por grados, no está presente en sus programas políticos. Parece más apta la definición que da Norberto Bobbio de la extrema derecha, un movimiento antiliberal y expresamente antiigualitario.

Por consiguiente, estimado lector, propongo la reclasificación del movimiento indigenista en el espectro político. El carácter identitario de su cosmovisión y el énfasis en elementos premodernos, tradicionales y criterios de etnia y raza les acercan más a figuras como Antauro Humala y sus camisas verdes que al marxismo del que dicen ser defensores.