Las instituciones nacionales resolvieron los distintos cuestionamientos legales y actuaron para respaldar la democracia guatemalteca. Ante un panorama lleno de tensión, frustración, enojo y hasta risas, el presidente Bernardo Arévalo tomó posesión del Ejecutivo al borde de la media noche del pasado domingo 14 de enero de 2023. Lo ajetreado y tenso de la jornada (y velada) parecen un presagio del sinfín de retos y problemas que su gobierno tendrá que sobrepasar. Uno de los más grandes será la fuerte migración ilegal de guatemaltecos hacia Estados Unidos.
Existe un falso romanticismo que plantea la migración como la solución a la pobreza regional derivado de las remesas que dichos empleos en Estados Unidos generan. La realidad es cruel y muy distinta a esa utópica narrativa. La migración "irregular" (como les gusta llamarla para que suene políticamente correcta) se ha convertido en un problema con grandes repercusiones sociales a lo largo de la región. Será además "el tema", en el debate político de estas elecciones 2024 en Estados Unidos.
Tan solo hace unos días, estudiantes de secundaria en Brooklyn, Nueva York, fueron obligados a retirarse de su escuela, ya que está siendo utilizada como refugio para 2000 inmigrantes ilegales. Esta situación ha indignado a dicha comunidad, con toda razón. Tristemente no es noticia nueva. En los últimos años, los hoteles, gimnasios y escuelas de distintos estados se han convertido en refugios para los migrantes ilegales.
De acuerdo con información del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos, durante 2023 se dieron 3.1 millones de intentos de cruce de la frontera de manera ilegal. Aproximadamente 600,000 lograron entrar sin ser detectados. Los 2.5 millones restantes fueron capturados por agentes fronterizos. Sin embargo, una gran parte de ellos fueron liberados por dichas autoridades a la espera de un juicio para dilucidar su caso.
¿Por qué importa? La migración ilegal es un fenómeno multi-causal y sus efectos, tanto los reales, los inventados y los imperceptibles, generan todo tipo de disrupciones. La primera tiene que ver con las remesas. Las remesas se han convertido en el mecanismo de preferencia para el lavado de dinero del narcotráfico y el crimen transnacional. Ademásque mantienen artificialmente elevado el tipo de cambio de países exportadores, haciéndonos menos competitivos para exportar los productos que sí podrían contribuir a reducir la pobreza.
Debería preocuparnos que un coyote sea el que decida quién entra y quién no; y que un coyote sea quién cobre un “peaje” por ese derecho de ingreso. Podría haber sido una agencia gubernamental quien emitiera permisos temporales a personas cuidadosamente seleccionadas, pero se ha optado por tácitamente delegar estas funciones y llenarles los bolsillos de dinero a las redes ilícitas de tráfico de personas. La ausencia de filtros y controles permite el ingreso de terroristas a los Estados Unidos. No quiero ser escalandoso y decir que todos los migrantes sean terroristas, sino que entre la ola de migrantes que ingresan, se cuelan algunos que no tienen las mejores intenciones.
Por si eso fuera poco, análisis de la Federación para la Reforma de la Inmigración Estadounidense estima que los costos incurridos al resguardo y mantenimiento de los más de 15.5 millones de inmigrantes ilegales y 5.4 millones demenores, llega a US$182 mil millones. La carga para cada ciudadano estadounidense llega a ser de US$1,156 por año.
Consecuencias de la migración ilegal
La migración ilegal conlleva otras fuertes y nocivas consecuencias para nuestro país. A mi parecer, una de las más graves es la fuga de talento. Nuestro país se queda sin su mejor gente, personas en quienes se invirtió en su educación y quienes se han formado para desempeñar un empleo productivo son de los primeros en salir (además que son quienes tienen la capaciad para pagarle al coyote lo que pide). Me refiero a electricistas, ladrilleros, agricultores experimentados, enfermeros, meseros, etc. Esto desarticula núcleos familiares y genera grandes problemas sociales por niños "becados" con una remesa pero creciendo sin sus padres. El drenar talento capacitado es una gravísima consecuencia de la migración "irregular". Lejos de reducir la pobreza, esta migración de talento la agrava y, lo que es peor, trunca las posibilidades de lograr el desarrollo como país, perpetuando la condena de pobreza que supuestamente alivia.
En fin, la migración ilegal en Guatemala no solo nos afecta localmente, sino que también tiene ramificaciones importantes a nivel internacional, especialmente en Estados Unidos. Este problema va más allá de la compasión humanitaria e incide sobre temas económicos, de seguridad y desarrollo.
Ahora más que nunca, necesitamos soluciones locales e integrales para abordar las causas profundas de la migración. Claro que requeriremos de apoyo internacional, pero enfocado en construir sobre los planteamientos locales de generación de empleo. Lo que las personas quieren es trabajo digno y justo, en el país que los vio nacer. Nadie, en su sano juicio, quiere abandonar a su familia para enfrentar el sinfín de peligros que implica atravesar la frontera de manera ilegal. La nueva administración en Guatemala tiene el deber de tomar acciones reales y para crear un futuro más próspero y seguro. Quien busque un empleo digno debería poder encontrarlo sin abandonar su patria.
La estabilidad y el desarrollo de nuestra nación dependerán de cómo enfrentemos estos desafíos.
Las instituciones nacionales resolvieron los distintos cuestionamientos legales y actuaron para respaldar la democracia guatemalteca. Ante un panorama lleno de tensión, frustración, enojo y hasta risas, el presidente Bernardo Arévalo tomó posesión del Ejecutivo al borde de la media noche del pasado domingo 14 de enero de 2023. Lo ajetreado y tenso de la jornada (y velada) parecen un presagio del sinfín de retos y problemas que su gobierno tendrá que sobrepasar. Uno de los más grandes será la fuerte migración ilegal de guatemaltecos hacia Estados Unidos.
Existe un falso romanticismo que plantea la migración como la solución a la pobreza regional derivado de las remesas que dichos empleos en Estados Unidos generan. La realidad es cruel y muy distinta a esa utópica narrativa. La migración "irregular" (como les gusta llamarla para que suene políticamente correcta) se ha convertido en un problema con grandes repercusiones sociales a lo largo de la región. Será además "el tema", en el debate político de estas elecciones 2024 en Estados Unidos.
Tan solo hace unos días, estudiantes de secundaria en Brooklyn, Nueva York, fueron obligados a retirarse de su escuela, ya que está siendo utilizada como refugio para 2000 inmigrantes ilegales. Esta situación ha indignado a dicha comunidad, con toda razón. Tristemente no es noticia nueva. En los últimos años, los hoteles, gimnasios y escuelas de distintos estados se han convertido en refugios para los migrantes ilegales.
De acuerdo con información del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos, durante 2023 se dieron 3.1 millones de intentos de cruce de la frontera de manera ilegal. Aproximadamente 600,000 lograron entrar sin ser detectados. Los 2.5 millones restantes fueron capturados por agentes fronterizos. Sin embargo, una gran parte de ellos fueron liberados por dichas autoridades a la espera de un juicio para dilucidar su caso.
¿Por qué importa? La migración ilegal es un fenómeno multi-causal y sus efectos, tanto los reales, los inventados y los imperceptibles, generan todo tipo de disrupciones. La primera tiene que ver con las remesas. Las remesas se han convertido en el mecanismo de preferencia para el lavado de dinero del narcotráfico y el crimen transnacional. Ademásque mantienen artificialmente elevado el tipo de cambio de países exportadores, haciéndonos menos competitivos para exportar los productos que sí podrían contribuir a reducir la pobreza.
Debería preocuparnos que un coyote sea el que decida quién entra y quién no; y que un coyote sea quién cobre un “peaje” por ese derecho de ingreso. Podría haber sido una agencia gubernamental quien emitiera permisos temporales a personas cuidadosamente seleccionadas, pero se ha optado por tácitamente delegar estas funciones y llenarles los bolsillos de dinero a las redes ilícitas de tráfico de personas. La ausencia de filtros y controles permite el ingreso de terroristas a los Estados Unidos. No quiero ser escalandoso y decir que todos los migrantes sean terroristas, sino que entre la ola de migrantes que ingresan, se cuelan algunos que no tienen las mejores intenciones.
Por si eso fuera poco, análisis de la Federación para la Reforma de la Inmigración Estadounidense estima que los costos incurridos al resguardo y mantenimiento de los más de 15.5 millones de inmigrantes ilegales y 5.4 millones demenores, llega a US$182 mil millones. La carga para cada ciudadano estadounidense llega a ser de US$1,156 por año.
Consecuencias de la migración ilegal
La migración ilegal conlleva otras fuertes y nocivas consecuencias para nuestro país. A mi parecer, una de las más graves es la fuga de talento. Nuestro país se queda sin su mejor gente, personas en quienes se invirtió en su educación y quienes se han formado para desempeñar un empleo productivo son de los primeros en salir (además que son quienes tienen la capaciad para pagarle al coyote lo que pide). Me refiero a electricistas, ladrilleros, agricultores experimentados, enfermeros, meseros, etc. Esto desarticula núcleos familiares y genera grandes problemas sociales por niños "becados" con una remesa pero creciendo sin sus padres. El drenar talento capacitado es una gravísima consecuencia de la migración "irregular". Lejos de reducir la pobreza, esta migración de talento la agrava y, lo que es peor, trunca las posibilidades de lograr el desarrollo como país, perpetuando la condena de pobreza que supuestamente alivia.
En fin, la migración ilegal en Guatemala no solo nos afecta localmente, sino que también tiene ramificaciones importantes a nivel internacional, especialmente en Estados Unidos. Este problema va más allá de la compasión humanitaria e incide sobre temas económicos, de seguridad y desarrollo.
Ahora más que nunca, necesitamos soluciones locales e integrales para abordar las causas profundas de la migración. Claro que requeriremos de apoyo internacional, pero enfocado en construir sobre los planteamientos locales de generación de empleo. Lo que las personas quieren es trabajo digno y justo, en el país que los vio nacer. Nadie, en su sano juicio, quiere abandonar a su familia para enfrentar el sinfín de peligros que implica atravesar la frontera de manera ilegal. La nueva administración en Guatemala tiene el deber de tomar acciones reales y para crear un futuro más próspero y seguro. Quien busque un empleo digno debería poder encontrarlo sin abandonar su patria.
La estabilidad y el desarrollo de nuestra nación dependerán de cómo enfrentemos estos desafíos.